Capítulo 12: Bienvenida.

2.7K 332 7
                                    

Cuando llegamos a la casa de Lena me sentía mucho mejor. Mi piel seguía doliendo, pero levemente, en algunos días comenzaría a despellejarme y luego de otros más haría todo lo posible para olvidar mi patético día en la playa.

Lena me guió por el lugar, una enorme casa de dos pisos, increíblemente amueblada y rodeada de un enorme jardín. Me llevó hacia el segundo piso y apuntó una puerta, se movió hacia ella y la abrió para mostrarme una habitación.

"Esta es la mía" me informó.

Asentí y la observé unos segundos.

La seguí hasta otra puerta, el baño. Una habitación enorme con tina, ducha y demás. Ella llegó a otra puerta y la abrió. Al otro lado había otra habitación.

"Esta será la tuya"

Volví a asentir y observé el lugar con más detenimiento.

El lugar era bonito, bastante impersonal, pero eso se podía arreglar en unos segundos. Llegué cerca de la enorme cama y la miré.

"Algunos días, cuando estoy en el trabajo, viene una mujer a hacer la limpieza y la comida". Asentí. "También viene un hombre, es el jardinero, pero solo aparece por aquí dos veces por semana".

"Está bien", pasé mi mano por mi cabello.

"Creo que trajeron tus cosas hace unos días" apuntó otra puerta.

"Bien, gracias", suspiré.

No quedamos en absoluto silencio unos segundos. La miré.

"Si eso es todo, me voy", comenzó a regresar a su habitación por el baño, la seguí un poco, se detuvo y me miró. "Casi siempre salgo temprano a trabajar y regreso tarde, así que puede que no nos veamos en algunos días, si necesito algo de ti te llamaré".

Asentí y llevé mi mano a mi nuevo celular, que estaba en mi bolsillo trasero, luego arrugué mi frente.

"¿Para qué puedes necesitarme?"

Se encogió de hombros.

"Reuniones, comidas, esas cosas, se espera que mi esposa me acompañe a esos eventos sociales". Asentí enseguida, aunque arrugué mi frente.

Yo, entre un grupo de ricachones, me iba a sentir como pez fuera del agua.

"Nos vemos", con eso llegó a su habitación y cerró la puerta.

Suspiré luego de unos segundos.

"Bien" me dije, "al mal paso darle cara".

Luego de guardar mi poca ropa en el enorme closet me senté en la cama y observé alrededor. Arrugué mi frente al recordar sus palabras.

"Necesitarme", repetí.

No había pensado en eso. Para mí el asunto era solo casarse y ya, nada más. No imaginé siquiera que iba a tener que salir a cenar con Lena o cosas por el estilo, Lena tampoco me había dicho nada. Entonces, ¿eso dónde nos dejaba?

Me puse de pie y salí de mi habitación. Me dediqué a recorrer la casa y noté que además de su habitación y la mía en ese segundo piso, y del hecho de que tuviéramos que compartir el baño, había una sala justo frente a la habitación de Lena que daba a un balcón, la luz entraba agradablemente por los ventanales. Además, encontré una pequeña habitación que solo contenía cajas. La observé unos segundos, imaginé que allí podría tener una pequeña oficina. Luego me pregunté ¿para qué quería una si no tenía trabajo?

Suspiré.

Seguí recorriendo la casa y bajé las escaleras, observé el comedor al fondo y luego llegué a la cocina. Me dediqué a examinar todos los muebles y el refrigerador, cerré la puerta de un suave empujón y seguí caminando.

Solo Son Negocios (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora