Capítulo 10: Un día en la playa.

2.7K 331 3
                                    

"Buenos días señoras Luthor", dijo uno de los botones al abrirnos la puerta. Lo observé varios segundos sorprendida mientras salíamos del hotel.

Señora Luthor, pensé. Debía acostumbrarme a ser la señora Luthor. Increíble. Sacudí mi cabeza un poco y apuré el paso para alcanzar a Lena.

"¿Y dónde se supone que vamos?", pregunté.

Ella apuntó hacia el mar sin mirarme.

"Ah" contesté.

Llevábamos una semana en ese lugar y aun nos quedaba otra. Lena me informó que nos íbamos a tomar dos semanas. Estuve tentada a decirle que era demasiado tiempo para mi gusto, pero ya que estábamos allí decidí disfrutar del lugar.

Observé la espalda de Lena mientras caminábamos.

Suspiré suavemente y ella me miró por sobre su hombro, aunque no podía verla, sabía que debía de tener una ceja alzada. Parecía que le gustaba hacer eso cada vez que me miraba.

Negué y llegué a su lado.

Cuando nos detuvimos debajo de un toldo, ella se tendió cómodamente sobre una silla de playa y sacó un libro de su pantalón. La observé varios segundos sin saber qué hacer.

Debía admitir que había imaginado, con esto del matrimonio, que por lo menos hablaríamos un poco más, pero claramente no era así. La mujer solo me dirigía la palabra para ordenarme o informarme de algo, nada más.

Ella me observó a los ojos antes de negar, regresar los lentes a su sitio y continuar a su lectura.

Volteé mis ojos y me dirigí hacia el agua. Me detuve justo antes de tocarla, los dedos de mis pies se enterraron en la arena caliente y sonreí. Inhale profundamente para sentir el olor característico de este lugar. Ese olor a sal, arena y muchas cosas. Luego armándome de valor corrí hacia el mar y cuando el agua alcanzo mis muslos me zambullí.

Al principio me pareció casi congelada, pero luego de un segundo sintió cálida, muy refrescante. Apoyé mis pies en la arena y observé alrededor.

Lena seguía en su silla, leyendo. Algunas personas jugaban cerca de la orilla y otros nadaban como yo. Me giré y me alejé de la orilla lentamente. Cuando logré pasar las olas floté observando los botes y lanchas a lo lejos. Sonreí.

Suspiré.

Vas a tener que buscarte algo que hacer, me dije.

De repente escuché el zumbido de un motor que se acercaba y me giré para ver pasar, demasiado cerca de mí, a un hombre sobre una moto acuática.

"¡Ey!", le grité molesta antes de golpear al agua con una mano. Él se detuvo al oírme, giró su rostro en mi dirección y arrugó su frente.

Como lo vi girarse y dirigirse hacia mí me tensé.

"Lo siento, no te vi", dijo apenas se detuvo a un metro de mí.

"Pues deberías fijarte mejor". Alzó una ceja antes de sonreír.

Observé la moto.

"¿Quieres dar un paseo?"

Arrugué mi frente y lo miré a los ojos. Se veía divertido.

"No, gracias, preferiría seguir nadando".

"Mm", dijo él. "No eres de aquí" aseguró, miró alrededor "¿Qué haces por estos lados?"

"¿Por qué?" pregunté enseguida.

Debía admitir que era guapo, pero lo era de una forma demasiado perfecta. Muy falso, me pareció.

"¿Estás sola?", alcé una ceja "solo preguntó. Es raro ver a una mujer como tú sin compañía.

"¿Una mujer como yo?" repetí, extendí mis brazos para moverme un poco y toqué el borde de su moto, "¿cómo es eso?"

Sonrió.

"Guapa".

Solté una carcajada y negué con mi cabeza.

"¿Qué?"

"Guapa" repetí divertida, "en verdad, ¿qué estás intentando?... ¿sorprenderme?"

"¿Lo hice?", siguió sonriendo.

"Para nada". Extrañamente hizo un puchero que me hizo reír. "Ahora, eso me sorprendió".

Volvió a sonreír.

"Entonces, lo preguntaré de nuevo, ¿quieres dar una vuelta?"

No, pensé enseguida y negué. Me alejé de él.

"No gracias, solo quiero nadar, nada más". Suspiró y asintió.

"Bien, nunca pregunto más de una vez", alcé una ceja "y jamás me habían rechazado dos, así que señorita..."

"Señora" corregí, ahora él alzó una ceja, "soy una mujer casada".

Por alguna extraña razón eso le hizo reír.

"Ahora lo entiendo", arrugué mi frente, "por un segundo pensé que había perdido mis encantos", me reí suavemente y sacudí mi cabeza divertida.

No le dije que simplemente él no me interesaba, nada tenía que ver el hecho de que ahora estuviera casada.

Asentí.

Él me sonrió una última vez antes de alejarse rápidamente. Un segundo después me giré para ver a Lena en el mismo lugar, aun leyendo. Suspiré.

"Un año" me dije, "un año pasa volando".
  
  
  
  
  
...........................................................................................

Solo Son Negocios (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora