Solo Son Negocios (SuperCorp)

Capítulo 36 : Mi regalo.

Como dijo Lena, treinta minutos después ya habíamos abandonado su fiesta sorpresa. Luego de una hora de viaje llegamos a su casa y cinco minutos después ella ya estaba en el sofá, con los ojos cerrados.

"¿Y tengo que esperar así?" preguntó divertida.

"Sí, no te muevas" advertí.

Dudé por un segundo de todo esto, sabía que hubiera sido mejor elegir un regalo yo, no pedirle un consejo a un par de locas, pero ya estaba aquí, no podía echarme para atrás.

Observé el pequeño pastel con la vela arriba y suspiré, luego arrugué mí frente al observar la bata de seda corta que usaba, esta cubría estratégicamente la lencería de color negro. No llevaba zapatos, aunque se suponía debería, había comprado unos de tacón alto. Pero estaba un poco nerviosa y entre caerme o estar descalza, prefería lo último.

Me moví más cerca y extendí un poco el pastel hacia Lena.

"Ahora, abre los ojos" dije suavemente.

Tomé aire al ver como examinaba el pastel, a mí y mi ropa. Alzó una ceja un segundo y luego sonrió.

"Feliz cumpleaños" sonreí, apunté la vela, "pide un deseo y apágala".

"Un deseo" repitió, se acercó más a mí, sentándose en el borde del sofá. "¿Qué debería pedir?"

"No tienes que decírmelo, si lo haces no se cumplirá".

"Claro" asintió.

Luego tomó aire y permaneció en silencio unos segundos, justo antes de apagar su vela me miró sonriendo maliciosamente.

Como la única luz que nos había rodeado había sido la pequeña llama, al desaparecer, quedamos solo con la luz de la luna que entraba por la ventana.

Lena me observó unos segundos antes de estirarse a un lado y encender una de las lámparas, bajó un poco la intensidad de la luz para hacerla más agradable e íntima, y me miró.

"Chocolate" murmuró y regresó frente a mí.

Asentí.

"No sé si te gusta" arrugué mi frente.

"Veamos".

Como si nada pasó su dedo índice por el glaseado, pensé que se lo llevaría la boca, pero en vez de eso lo extendió hacia mí. Sonreí divertida y probé el chocolate de su dedo. Lo chupé y acaricié con mi lengua, incluso más tiempo del requerido.

Casi gemí ante el sabor de su piel y el chocolate. La imagen de Lena cubierta por eso me llegó enseguida y lo deseé con ganas.

Lena quitó su dedo de mi boca lentamente, lo mordí suavemente antes de que se alejara.

"¿Cómo está?" preguntó con voz ronca.

"Delicioso" susurré.

Se mordió el labio inferior un segundo y tragué.

"Lo imaginaba" murmuró.

Luego tomó el pastel de mis manos y lo dejó a su lado en el sofá.

Lena me agarró de la cintura para atraerme más cerca. Cuando estuve entre sus piernas acaricio mi cadera y vientre sobre la seda y llegó al cinturón. Tocó el nudo uno segundo antes de mirarme.

"¿Es este mi regalo?"

Sonreí.

Sabía que tenía que decirle que no. La idea era que yo le preparara el baño primero y le ayudara en eso. Luego, cuando estuviera relajada, me encargaría de ella en todos los sentidos, pero solo de ella. Ese sería mi regalo.