Calíope Grindelwald《Tom Riddle》

Capítulo 30

Me quité la capa de invisibilidad al entrar al despacho de mi tutor, caminé a su escritorio, de una de los compartimientos saqué el diario que Tom me había dicho tiempo atrás que había robado, con un hechizo hice una copia del libro, salí rapidamente para llegar a mi habitación.

Empecé a leer el diario, hasta que llegué a la página del pacto de sangre, Albus amaba tanto a mi padre que lo hizo sin dudarlo... y ahora yo tendría que hacer lo mismo con Tom.

Suspiré cerrando el libro, esto era peligroso, pero tenía un plan, no soy tan idiota para dejarle literalmente mi vida en sus manos.

Guardé el diario rápidamente al escuchar mi puerta sonar, la abrí y vi a Malfoy.

—Todo está listo —dijo de forma seria.

Asentí y cerré la puerta para caminar a su lado.

—¿Enserio lo harás? se que lo traicionaste y todo, pero demonios, darle tu vida es arriesgado —habló haciendo una mueca mientras pasaba su mano por su cabello largo.

—Cometí un error Abraxas, incluso tu sabes que la única forma de volver a la pandilla es hacer algo tan estúpido como esto —contesté seria.

—Todo para terminar siendo la reina sumisa al lado de nuestro Lord, caíste bajo pequeña Pía —dijo viéndome de reojo.

Cerré los ojos y respiré profundo.

Llegamos a la torre de astronomía, antes de subir las escaleras, Malfoy tomó mi mano para detenerme.

—Siento que esto te pase, pero entre los dos, siempre esteré al lado de Riddle. Y ambos lo conocemos lo suficiente para saber que apenas subas estas escaleras, perdiste, estás acabada y ahora estás sola. A partir de este momento le perteneces a Tom y aunque este diga que te incluirá en gobernar el mundo mágico, son sólo palabras vacías, ahora perteneces a su juego y no podrás hacer nada para cambiarlo —dijo viéndome serio.

—Lo sé —asentí despacio.

—Siempre fuiste una buena amiga, enserio lo siento Calíope —susurró apoyando su mano en mi hombro, asentí apoyando mi mano en la suya.

Me separé y subí las escaleras.

Tom estaba sentado junto a la pandilla, al verme se levantó, sonriendome cínico.

Saqué mi capa y me puse frente a Tom.

Avery se acercó, dijo un hechizo y nos tendió las varitas.

Ambos nos cortamos la palma de la mano con la varita, entrelazamos nuestras manos y nos vimos.

—Con este pacto de sangre, confiaremos plenamente en el otro, no podremos hacernos daño, no podremos matarnos —dijo Tom.

—Con este pacto de sangre, confiaremos plenamente en el otro, no podremos hacernos daño, no podremos matarnos —repetí.

Separamos nuestras manos, de cada palma salió una gota de sangre, esta se elevó y se mezcló volviéndose dorada, a su alrededor se empezó a forma un frasco, encerrando así la gota.

Suspiré tomando el frasco, rápidamente hice un hechizo no-verbal, haciendo que todos quedarán petrificados de forma inconsciente.

Cree este hechizo hace poco, sonreí cínica, copié el pacto de sangre con otro hechizo que había creado, desaparecí el original y agarré el falso.

Malfoy tenía razón, todo lo que había dicho Tom ayer eran sólo palabras vacías, este no confiaba más en mí y sólo con el pacto de sangre él sabría que tendría el control.

Sonreí burlona al ver la sonrisa de superioridad que tenía, él creía que lo había logrado.

Me coloqué como estaba hace un momento y hice el contra hechizo.