Calíope Grindelwald《Tom Riddle》

Capítulo 10

—Calíope, necesitamos hablar —murmuró la voz de Avery.

Levanté la vista de mi libro de legeremancia, vi a los chicos confundida.

Todos pasaron y Malfoy colocó un hechizo silenciador.

Tom se sentó a mi lado en la cama y acarició la cabeza de Fay, quien rápidamente trepó a sus brazos.

No sabía a quién le gustaba más Riddle, si a Fay o a mí.

—¿Qué criatura es esta? —preguntó Nott viendo curioso a Pee.

Mi habitación en una esquina tenía una jaula, de varios pisos donde vivía Fay, a su lado había otra gran jaula que levitaba, donde estaba Pee, Reib solía quedarse en la lechucería.
Habían pasado dos días desde que Newt me la regaló y Albus me dio lo necesario para cuidarla, de primero el hechizo silenciador y el permiso para poder quedarmela.

—Es un fwooper, un ave que emite un canto que vuelve demente a las personas —me encogí de hombros.

Los cuatro me vieron impresionados.

—De acuerdo, otro dato para temerte —murmuró Malfoy.

—Bueno, vinimos porque será la siguiente reunión con Slughorn —mencionó Nott.

—Y estábamos pensando que ese profesor realmente aprecia a Tom, entonces podría preguntarle sobre los horrocruxes —dijo Avery paseando por la habitación.

—Sí, ya que alguien no le preguntó a su padre —Tom me vio enojada.

—Hace tiempo no lo veía ¿de acuerdo? simplemente se me olvidó —me encogí de hombros.

—Bien, pero si no resulta, la opción b será que le preguntes a Dumbledore —dijo serio.

Solo asentí.

—Hay un idiota de ravenclaw que al terminar la cena siempre se queda a conversar con el profesor, entonces yo distraigo al chico y tu podrás hablar con Slughorn —pensé.

—El plan acaba de dar su inicio —susurró cínico.

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—Otra cena finalizada maravillosamente. Gracias a todos por venir muchachos y dama, nos vemos la próxima semana —dijo Slughorn y se levantó sonriendo.

Todos nos levantamos, vi como el chico de ravenclaw se trató de acercar al profesor, pero toqué su hombro, él
se volvió y me vio curioso.

—Hola, soy Calíope, compartimos juntos astronomía, verás que no entendí mucho la clase de ayer, pregunté a uno de tus compañeros y me dijo que eras realmente bueno en esa materia, entonces quería saber si podrías explicarme, por favor —pedí con una pequeña sonrisa.

Él asintió y juntos caminamos a la salida, mientras John, como me dijo que se llamaba, me explicaba lo que vimos el día anterior

Era super fácil tratar de convencer a un ravenclaw, solo había que alabar su inteligencia y ya caería a tus pies.

Sonreí cínica cuando cerré la puerta, viendo como Tom quedó conversando con Slughorn.

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Estuve buscando en los libros de historia donde hablaba de la guerra de mi padre, pero era evidente que no iba a salir nada de lo que le pasó a  Vinda Rosier, tampoco podía buscarla en los diarios de Hogwarts, ella ni siquiera estudió aquí, creo que es francesa.

Se que mi padre no solo quería que viera la historia que compartía con Dumbledore, el quería que viera algo más. Igual estaba atada de manos, él no podía responderme la carta y yo no podía ir a visitarlo, tendría que quedarme con la duda.

Cerré el libro de legeremancia y sonreí, mi padre es realmente bueno en esta rama, él puede leer la mente sin necesidad de un hechizo.

—De acuerdo, ya me leí todos los libros, voy a tratar de leerte la memoria sin la necesitad de la varita —murmuré viendo a Avery.

—¿No crees que es muy rápido? se que sabes controlarlo perfectamente con la varita ¿pero ya sin ella no es un nivel muy avanzado? —mencionó Malfoy frunciendo el ceño.

—He leído todos las pasos para controlarlo, además es solo un intento —me encogí de hombros.

Me senté al frente de Avery, lo vi fijamente, tratando de meterme en su mente. Pequeñas pensamientos llegaron a mí.

—Chica, ravenclaw, ayer —murmuré, él abrió los ojos sorprendido —. ¿Tuviste relaciones con una chica de ravenclaw ayer? —levante las cejas.

Él exclamó sorprendido y salió del sofá de mi habitación de forma sobresaltada.

—Por las barbas de Merlín ¿cómo lo lograste? —me vio asustado.

Abrí la boca sorprendida. Lo logré, fue algo pequeño, pero lo hice.

Tom me vio orgulloso.

—Espera, tienes catorce años ¿en serio te acostaste con alguien? —lo vi con asco.

—Vamos Calíope, tenemos que saber como lidear con la adolescencia de alguna forma. Yo creando una lista para ver con cuantas chicas termino y tu tratando de dominar el mundo mágico —se encogió de hombros.

Rodé los ojos y me levanté.

—Tienes que enseñarme hacer eso Pía —mencionó Tom tomando mi brazo.

—Puedo enseñarte, pero tienes que tener paciencia, desde muy pequeña he estado practicando con Albus, saber controlarlo no es fácil —dije quitando mi brazo de su alcance.

Agarré a Pee, me senté en mi cama para poder alimentarla.

—Lo que sea, sólo lo necesito —dijo caminando por mi habitación.

—Lo que primero debería enseñarte es oclumancia. Será más necesario poder bloquear tus pensamientos, principalmente de mi tutor, él también es bueno en la legeremancia —dije haciendo una mueca.

—¿Él puede leer nuestras mentes? —preguntó Nott.

—Sí, pero no lo hace, no le parece correcto andar leyendo mentes —me encogí de hombros.

—Entonces tendrás que enseñarnos oclumancia a todos, no queremos problemas —dijo Lestrange frunciendo el ceño.

Asentí restandole importancia.

—Estamos empezando algo importante muchachos, tenemos que prepararnos. Ahora que se como se hacen los horrocruxes, es solo cuestión de tiempo para poner patas arriba Hogwarts —exclamó Tom.

Los seis nos vimos cínicos.

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