Capítulo 19

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Estaba de camino a la habitación de mi tutor a preguntarle sobre un tema de herbología, hacer ensayos simplemente no es lo mío.

Cuando entré note que no estaba, seguro se quedó en el despacho revisando trabajos.

Me senté en su cama a esperarlo cuando vi una carta color dorado en su escritorio.

Se veía muy elegante, así que le di la vuelta, decía que era de N.F ¿cuál amigo de mi tutor tenía esas iniciales?
Abrí la carta y reí burlona al ver que el pergamino estaba en blanco, con un hechizo revele su contenido, solía hacer eso con las cartas de mi padre.

"Albus Dumbledore:

Albus amigo, necesito de tu ayuda. Ayer en la noche intentaron entrar a mi casa, saben que eso esta aquí, si no fuera por el hechizo de camuflaje, lo hubieran robado, ya no puedo tener eso aquí, mi esposa y yo corremos peligro, se que es mucho pedir, pero necesito que lo escondas en Hogwarts, sabes que no lo pediría si no fuera necesario, pero eres la única persona en quien confío plenamente y se que en el colegio estará protegida, espero tu respuesta colega.

N.F"


Frunci el ceño al terminar de leer, ¿eso? ¿que es eso? debe ser algo importante para que quiera esconderlo en un lugar como este.

Ahora que lo pienso Albus desde hace un tiempo sale todos los sábados fuera de Hogwarts, puede que haya sido por este motivo.

Coloqué la carta donde estaba y empecé a buscar algo que tuviera que ver con ese N.F, debajo de su ropa vi un pedazo de pergamino, lo abrí y decía que la piedra había sido un éxito, carta escrita por Nicolas Flamel.

Nicolas Flamel, en clases de historia de la magia nos contaron su historia, un gran alquimista... mi tutor ayudó a Nicolas hacer una piedra ¿pero piedra de que?

—¿Qué estás haciendo señorita? —escuché detrás de mí.

Maldecí en voz baja y me di vuelta viendo a Albus cruzado de brazos.

—Hola Albus —sonreí inocente.

—¿Qué estás haciendo? —me vio serio y se sentó en su cama.

Suspiré y me senté a su lado.

—De acuerdo, vi la carta del tal N.F y quería saber quien era, desde hace meses sales todos los fines de semana y me preocupa, ya no pasamos tiempo juntos, solo quería saber que hacías —"confesé" bajando la mirada.

Albus suavizo su mirada y me abrazó.

—Solo debiste preguntarlo querida. Se llama Nicolas Flamel, seguro estudiaste sobre él, es un parisino alquimista. Desde hace un tiempo Nicolas tenía la duda de como manipular la vida eterna, como enfrascarla... tuve algunas ideas así que lo fui a visitar, lo ayudé a crear un objeto que la contuviera y lo logramos haciéndolo en una piedra... la llamamos la piedra filosofal, su esencia hace inmortal a una persona, también convierte cosas en oro puro —explicó agarrando la carta —. No sabíamos si iba a funcionar, su esposa y él fueron los primeros en experimentar con la piedra... funcionó. Desde entonces la ha estado guardando en su casa, pero alguien logró saber sobre esto e intentaron robarles, así que me pidió si podía guardarla aquí en el colegio —dijo mientras se levantaba.

Lo vi impresionada.

—Albus creaste algo para ser inmortal —murmuré sin creerlo —Por Merlín ¿por qué sigues aquí dando clases en un colegio? tienes un gran talento —dije incrédula.

Él río divertido.

—Me gusta dar clases, educar a los jóvenes, enseñarles cosas para su futuro. Además Nicolas y yo tratamos sobre el tema de la piedra con confidencialidad, algo tan complejo causa euforia en la gente, una piedra que su elixir sea para ser inmortal haría que la gente la buscara de forma desesperada, como pasó ayer, así que mañana iré por ella —dijo guardando la carta —. No puedes decirle esto a nadie señorita ¿de acuerdo? en serio traería grandes consecuencias  —dijo viéndome serio.

—Por supuesto Albus, no le diré a nadie —sonreí restandole importancia.

Él sonrió y me abrazó, para luego ayudarme a terminar mi ensayo.

Era tan crédulo.

Por supuesto que no le diría a nadie, mi tutor creo una mina de oro, debo encontrar esa piedra y usarla en mi padre y en mí... tanto poder, estoy tan cerca de conseguirlo.







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—De acuerdo Pee, veamos si esto sirve —susurré para mí y vertí el líquido plateado sobre mi ave.

Exclamé emocionada al ver que el ave desaparecía de mi vista, funcionó.

Fay chilló feliz y aplaudió.

Sonreí y vertí otro líquido de color amarillo, Pee empezó aparecer.

Desde hace un mes empecé a crear una poción para desaparecer sin usar la capa de invisibilidad, ya que note que en grandes magos, como mi tutor, la capa no hacía efecto, notaban la presecencia de la persona, así que con esta poción era imposible que lo detectaran.

—Todo listo, Pee mañana por la tarde seguirás a Albus, necesito saber en que lugar esconderá la piedra —murmuré acariciando el pico del ave.

Quién lo diría, yo pensando en destruir mi alma cuando mi tutor creo una solución mucho más fácil, tan cerca de lograr mi meta... realmente cerca.

Escuché una risa y sonreí donde provenía el ruido... todo va según el plan.







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Calíope Grindelwald《Tom Riddle》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora