Capítulo 1

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Caminaba por el pasillo, viendo si había un vagón o mesa desocupado.
Mientras seguía en mi cansada tarea, ya que estaba arrastrando mi pesado baúl, vi que en un compartimiento solo había un chico.

Suspiré aliviada y toqué la puerta antes de entrar, me senté al frente del chico y sonreí.

—¡Hola! —saludé emocionada.

Era un chico lindo, cabello negro y ojos del mismo color, su tez era pálida, vi curiosa como este tenía una mirada profunda, casi vacía.

—Hola —murmuró seco, mientras volvía su vista a la ventana.

—Soy Calíope Grindelwald —me presenté estirando mi mano.

Este vio mi mano por un momento y después contestó.

—Tom Riddle —respondió sin mover su mano.

Así que con un poco de pena aparte la mía.

—Y dime Tom ¿en que casa quieres estar? —pregunté sonriendo, tratando de crear una conversación.

Este levantó una ceja, he hizo una mueca.

—No quiero hablar de eso —contestó frío.

—¿Dije algo indebido? —murmuré más para mí, pero él me vio encarnando una ceja y carraspeo incómodo.


En eso una idea llego a mi mente.

—Eres de padres muggles ¿cierto? —pregunté amablemente.

—¿Tienes algún problema con ello? —contestó de golpe.

—Claro que no, mi tutor me ha enseñado que la sangre no tiene que llevar etiqueta —dije cruzando mis brazos.

—Bien —dijo y se relajó —. Con lo que me explicó el profesor de transformaciones... soy mestizo —dijo haciendo una adorable mueca.

—Oh bueno, el profesor Albus Dumbledore es mi tutor —dije orgullosa.

—Tu tutor... ¿y tu padre? ya que llevas otro apellido —preguntó intrigado.

Yo solamente bajé la cabeza.

—Encerrado... él es una persona mala, hizo muchas cosas indebidas, la cárcel fue su precio... a mi madre nunca la conocí, Dumbledore ha sido mi tutor desde los cuatro años, ya que era el mejor amigo de mi padre —expliqué bajando la cabeza.

Hablar de mi padre me afectaba un poco, él siempre estuvo para mi incluso con sus planes para dominar el mundo, pero a pesar de su pasado malvado, seguía siendo mi padre y lo quería.

—Yo vivo en un orfanato, con lo que me contó tu tutor, mi madre murió al darme a luz y mi padre solamente me abandonó —dijo cortante.

—¿Sabes? has sido el primero en escuchar mi apellido y seguir hablando conmigo, tal vez es porque no estás familiarizado con la historia de mi padre, pero la mayoría de personas que si lo saben, me temen por los crímenes que provocó mi padre. —hice una mueca —. Has sido muy amable en contarme tu historia y en escucharme, quería saber si tu quieres ser mi amigo? —pregunté tímida.

Tom me vio y sonrió burlón.

—Bien —dijo simplemente y vi como sonrió de lado, pero rápidamente la borró para volver a estar serio.

—Bien —repetí emocionada y sin evitarlo me tiré encima suya, abrazándolo.

Él se tensó pero dejo que lo abrazara.

—Bueno ahora que eres mi nuevo mejor amigo, te diré una cosa acerca de mí —dije separándome y volviendo a sentarme al frente de Tom, este me vio intrigado —. Me gustan mucho las criaturas mágicas, y bueno traje a mi pequeña escarbato aquí —murmuré cerca de él.

-¿Escarbato? ¿qué es eso? —preguntó.

—Esta pequeña es un escarbato, a toda su especie le gustan las cosas brillantes, como joyería y monedas, tienen una bolsita en su estómago donde guardan infinidades de esas cosas —expliqué, saqué a Fay de su camita, es bueno tener un baúl con hechizo de expansión —.  Me lo regaló mi padre a los dos años, desde entonces Fay a cuidado muy bien de mí —dije y la senté en mis piernas mientras la veía divertida, ya que estaba tratando de meter mi collar de perlas en su bolsita.

—Fascinante —mencionó Tom mientras la veía interesado.

Seguimos hablando hasta que ya casi llegábamos a nuestro destino.

—Ya vuelvo, me iré a cambiar —informé y salí con el uniforme, mientras Fay estaba escondida en el.

Cuando llegué a los baños espere la corta fila. Entre y me cambié por la blusa blanca y la corbata, encima el chaleco gris casi negro, después un saco gris, la falda gris, medias blancas hasta mas abajo de las rodillas y zapatos bajos negros.

Sonreí y volví a caminar al compartimiento, esta vez con Fay escondida adentro del saco.

Cuando entré noté que Tom ya estaba cambiado.

Seguimos viendo la ventana hasta que el tren frenó.

Sonreí emocionada y tomé la mano de Tom arrastrándolo fuera del tren.

—¡Los de primer año! ¡los de primer año por aquí! —gritó el encargado de darnos el recorrido hasta el colegio.

Sonreí a Tom y ambos caminamos hacía él.
Cuando estaban todos los de primero, este comenzó hablar.

—Seré el que les de el recorrido por el lago negro, si necesitan alguna ayuda cuando estemos en Hogwarts siempre estaré para ustedes... ahora acompañenme —dijo y todos lo seguimos.

Pasamos por el bosque prohibido, hasta que vimos el castillo a lo lejos.

Todos los niños exclamaban impresionados, yo no lo estaba ya que siempre venía, ya que Albus no me podía dejar sola en casa, él me dejaba quedarme en el castillo.
Así que siempre fui de estar con los profesores mientras impartían clases o mientras todos comían en el gran comedor.

Vi a mi derecha y Tom veía interesado el colegio, se que estaba impresionado, pero no quería demostrarlo.

—¡Bueno ahora no más de cuatro por bote! —dijo y todos vieron el mar donde estaban los botes.

Volví a tomar la mano de Tom y nos guíe a un bote, me senté junto a él mientras veíamos el lago, en un momento este empezó a deslizarse sobre el agua.

Miré a Tom y sonreí ampliamente.
Este me vio por unos minutos y sonrió de lado.

Creo que me acostumbraré a él.









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Y aquí es donde comienza mi historia...
Mi peligrosa historia.

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Calíope Grindelwald《Tom Riddle》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora