Calíope Grindelwald《Tom Riddle》

Capítulo 16

Estaba acostada en mi cama acariciando a Fay.

Quinto año acaba de finalizar, y como siempre en las vacaciones me quedo a aquí por mi tutor, ya que el se queda para preparar su material para clases como la mayoría de los profesores.

Suspiré aún recordando el momento donde se dieron cuenta que Nott faltaba, luego de dos días, su primo acudió a mi preocupado porque creyó que había escapado de la escuela, empezaron a buscarlo... con declaraciones de la pandilla, se dieron cuenta que mi amigo "tenía depresion y decía que quería acabar con su vida" decidieron buscar en el lago donde los chicos dijeron que lo vieron la última vez leyendo, pero claramente no encontraron su cuerpo, así que su familia ni siquiera tenía un cuerpo donde llorar.

Aún no creo que Tom lo haya matado, tengo que tener cuidado con él... está arruinando mis planes.

Me levanté al ver a mi lechuza volar hacia mi con una carta.

La tomé y vi extrañada, porque no tenía firma.

La abrí, al terminar de leerla dejé caer el pergamino de la impresión.

Tengo la dirección del hogar de mi madre, me levanté rápidamente y me cambie de ropa.

—Volveré tarde, bueno no se cuando volveré, no causen problemas, las quiero —exclamé a Fay, Reib, Pee y Nagini, y salí de ahí a las chimeneas.

Ni siquiera le avisaré a Albus, quiero ver a mi madre.

Dije la dirección y tiré los polvos flu, aterrice en otra chimenea, salí y vi la pequeña pero bonita casa.

Me volví rápidamente al escuchar a alguien hablando francés.
Vi a una mujer que me veía con horror.

—¿Eres Vinda Rosier? —pregunté temerosa.

Ella me vio extrañada y asintió.

—¿Quién eres y por qué estás en mi casa? —preguntó seria, con un marcado acento francés.

—Soy Calíope, tu hija —dije de forma suave y vi como ella me vio raro

—¿De que hablas, es acaso una broma? no tengo hijos —dijo haciendo una mueca.

Frunci el ceño.

¿Qué?

—Eras la mano derecha de mi padre, Gellert Grindelwald, personas que estuvieron en la guerra contigo me dijeron que eras mi madre —dije y caminé hacia ella.

Ella retrocedió y se cruzo de brazos.

—Niña, enserio ¿de que estas hablando? nunca conocí al monstruo de Grindelwald y menos me relacioné con él, siempre he vivido aquí en Francia, lejos de los problemas. No sé quién eres y para qué viniste, pero lo mejor es que te retires de mí casa ya —dijo y me empujó hacia la chimenea.

Bajé la cabeza y rápidamente conecté puntos... le borraron la memoria a mi madre.

Le leía la mente y tenía razón, ella no tenía ni idea de lo que hablaba.

—Lo siento, me hicieron un reto de pretender ser hija de alguien de alguna casa de esta calle... me disculpo de nuevo señora —reí divertida y caminé a la chimenea, susurrando el paradero, llegué de nueva a Hogwarts.

Respiré profundo para retener las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.

Volví a ver la chimenea, me volví a meter y dije otra dirección.

Terminé en la chimenea de la mansión Scamander.

—¿Calíope? —preguntó la señora Scamander dejando la taza que iba a sus labios, esta estaba sentada en un sillón que daba frente a la chimenea.