Capítulo 8

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Estaba acostada en mi cama, a mi lado estaba el diario de mi padre.

Negué y agarré el diario.

En las primeras páginas contaba su vida, a los diecisiete luego de ser expulsado de Durmstrang, fue a vivir con su tía, quien era buena amiga de los vecinos, ahí fue cuando conoció a Albus

A Albus le gustaba mi padre, Gellert usaba eso para manipularlo, ya que según él, nunca sintió nada.

Ambos empezaron a buscar las reliquias de la muerte y buscar súbditos, Albus empezó a ser realmente ambicioso.
Hicieron un pacto de sangre y empezaron hacer planes para largarse del valle de Godric. Pero Aberforth no podía dejar que su hermano mayor lo abandonara con su hermana, entonces se enfrentó a Gellert, mi padre uso contra él la maldición cruciatus, Albus se metió y los tres empezaron un duelo hasta que un hechizo rebotó y mató a Ariana, la hermana menor de los Dumbledore.

Desde ese momento mi tutor lo odia. Mi padre se fue de ese lugar luego de robar la varita de saúco y empezó a reclutar a los mejores magos, sus devotos seguidores, sus acólitos.

En otras páginas decía como creo el castillo, sobre su ejército, sobre el enfrentamiento con Newt Scamander.

Vi divertida a un punto fijo de la pared. Mi tutor Albus estaba enamorado de mi padre ¿por eso era mi tutor? ¿para tener una parte de mi padre con él?

Reí divertida y seguí pasando páginas, en eso leí un nombre.

Vinda Rosier

Fue la mano derecha de mi padre en todo momento, una gran seguidora que siempre daría la vida por él. Al lado de lo que tenía escrito había una fotografía de ella.

Entre cerré los ojos ¿por qué mi padre hablaba sobre ella? no hablaba de ninguna otra mujer, sólo de ella.

Respiré profundo. Agarré las cosas necesarias para escribir una carta, por un lado empecé a escribir cosas de mi día, por el otro lado con un fácil hechizo escribí una oración, se hizo invisible.

"Vinda Rosier es mi madre?"

Le di la la carta a Reib, mi lechuza.

Mi padre es muy sutil al tratar de contar las cosas.









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Todos salían de la clase de transformaciones, espere a que los estudiantes salieran.

Caminé al escritorio de mi tutor.

—Albus ¿puedo hablar contigo sobre algo? —pregunté sonriendo.

—Por supuesto querida —dijo y se sentó.

Asentí y me senté en una esquina del escritorio.

—Sabes que me encanta leer sobre la historia y ayer estaba leyendo sobre una persona, Newt Scamander y vi que en los libros no estaba la fecha de muerte ¿eso significa que está vivo? —pregunté curiosa.

—Sí Calí, él está vivo —dijo restandole importancia.

—Eso es increíble ¿sabes dónde vive? en historia de la magia nos dejaron un ensayo de que escibieramos sobre un gran mago y realmente estoy impresionada de los trabajos que ha hecho ¿crees que podría conocerlo? —lo vi con ilusión.

—Pequeña sólo podrías leer sobre él, no creo que sea necesario ir a visitarlo —negó acomodando unos documentos.

—Vamos Albus, el ensayo es la próxima semana, podría ir el fin de semana a visitarlo y ya, quiero que mi nota sea perfecta —dije haciendo un puchero.

—Por qué tengo una gran intuición de que no me estás diciendo la verdad —me vio serio.

Lo vi seria y luego resoplé, este hombre me conoce bastante bien.

—De acuerdo, no quería decirte porque pensé que podría resolverlo sola. Fay a estado bastante rara, como deprimida, leí un libro sobre escarbatos y no encontré una respuesta, no se que le pasa y pensé que Newt podría ayudarme —expliqué haciendo una mueca.

Y esta vez no estaba mintiendo, esta vez no era un acto desinteresado. No sabía lo que le pasaba a mi pequeña escarbato y necesita respuestas, no podría ir ante cualquier persona ya que los escarbatos no eran muy comunes y temía que me lo quitaran, se que podía confiar en Scamander

Él me vio por un momento.

—De acuerdo, le escribiré para que lo puedas visitar, pero sabes que no me gusta que me mientas —negó levantándose.

—No mentí del todo, si tengo tarea de historia de la magia —me encogí de hombros.





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—Lamento mucho que no pueda ir contigo pequeña —mencionó Albus mientras caminaba a la chimenea mágica.

—Está bien Albus, se que ser profesor no es fácil —sonreí de lado.

Llevaba a mi pequeña dentro de mi abrigo, esta estaba hecha una bolita, realmente estaba mal, hoy ni siquiera hizo un intento de quitarme mi collar de oro.

—Los señores Scamander ya están enterados, ten cuidado pequeña —dijo y besó mi frente.

Dije la dirección y arrojé los polvos flu.

Allá voy acción buena... bueno, tal vez no tan buena.















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Calíope Grindelwald《Tom Riddle》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora