CAPÍTULO 2

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Vestido totalmente de negro, el gran alfa caminaba por el pulcro pasillo

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Vestido totalmente de negro, el gran alfa caminaba por el pulcro pasillo. Con pasos elegantes, serio y sin demostrar emoción alguna, la mirada fija al frente. Intimidante y muy molesto, dos guardaespaldas custodiando su andar, uno de cada lado para proteger al jefe.

Uno de ellos se adelantó tocando la puerta, una voz que se escuchó dándoles el pase, al entrar se posicionaron frente al alfa que los esperaba sentado sobre un elegante sofá.

—Señor, Tomlinson… —saludó con media sonrisa.

—¿Qué jodida mierda puede ser tan importante como para hacerme salir de mis putos asuntos y venir a tu repugnante cueva? —preguntó haciendo notar el enojo en su voz.

—¿Y los modales, señor Tomlinson? Tome asiento por favor, siempre es un honor tenerlo aquí.

—Me los pasé por el culo, ¿qué diablos quieres? —inquirió posándose sobre el sofá frente al alfa, sus fieles hombres siempre detrás de él.

—Vaya, al parecer alguien necesita enterrarla. —comentó burlón, era de los pocos que se atrevía a bromear con él.

—Parece que alguien necesita que le den ¿qué mierda quieres, George? El tiempo es valioso y el mío vale oro. —respondió subiendo las piernas sobre la mesa ratona del centro.

George era un alfa algo idiota, estaba involucrado en el mundo de la mafia, aunque no pertenecía al círculo del gran Louis Tomlinson, pues era un estúpido derrochador, a pesar de eso se han buscado ya sea por algún trabajo o por la excelente mercancía en el territorio de Louis o la fina marca de licores, LT.

La risa burlona de George se escuchó —Solamente quiero invitarte a un club, es de un buen amigo, necesito hablar de negocios, sabes que si no fuera tan tentadora la oferta, no tendría el valor de buscarte. —sonrió relamiéndose los labios.

—¿Y por qué mierdas no lo haces ahora? Si de negocios se trata... Entonces hablemos.

George dejó caer la cabeza en el respaldo del sofá, la mirada del alfa frente a él lo intimidaba. —Es que trabajo mejor estando rodeado de gente, ese lugar es de ensueño, tienes que verlo. Además, Mike está interesado en algunos de tus licores, quiere lo mejor para el mejor club.

—Lo que sé, es que eres un jodido cobarde con miedo a que le parta el culo en dos y por eso necesitas estar siempre acompañado.

—Relájate, Louis...

—¿Cómo mierdas me llamaste? —El alfa le vio con furia.

—Perdón, supuse que estábamos siendo cercanos. En realidad es para que veas el sitio y quizá te interese asociarte, además hay una exquisita variedad de culos siempre dispuestos a una buena cogida o un buen nudo. —ladeó la cabeza sonriendo.

Una omega de cabello rubio que vestía un apretado vestido rojo entraba a la habitación con una bandeja en manos, sus pechos estaban en lo alto bajo un pronunciado escote, labial rojo y un voluptuoso cuerpo que movía sensualmente para atraer todas las miradas.

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