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Para cuando Thyme despertó al día siguiente, Kavin seguía estando a su lado durmiendo.

Después de sincerarse en la noche, Thyme decidió quedarse a dormir con él, solo mandó un breve mensaje a su madre y se acurrucó al lado de Kavin. Juraría que nunca durmió tan bien como ahora.

Pero tenía que trabajar.
Tratando de no hacer ningún ruido, salió de la cama y volvió a tapar a Kavin dejando un beso en su frente.

Fue a su armario y buscó algún traje que le quedara, no había mucha diferencia en la altura, pero Kavin era más corpulento que él. Thyme utilizó el perfume que tanto le gustaba y cuando terminó de arreglarse, Kavin seguía durmiendo.

Thyme solo sonrió pero no lo despertó, Kavin tendría clases más tarde así que lo dejaría dormir, buscó un pedazo de papel y escribió unas palabras. Antes de irse, volvió a besar su frente, no pudo resistirse.

No quería irse pero tenía que hacerlo, un montón de papeles lo esperaban en la oficina, que tan solo de pensarlo le dolía la cabeza.

(...)

Las horas eran eternas, Thyme seguía revisando papeles, dejando correcciones de vez en cuando y firmando los que estaban bien.

El reloj marcaba las nueve de la noche.

Estaba agotado pero quería adelantar aunque sea un poco, así que siguió y siguió hasta que alzó la cabeza y el reloj ya marcaba las once.
Se sorprendió y comenzó a dejar todo en su lugar, en el edificio solo estaban las personas de seguridad, las saludó y fue al estacionamiento. Al lado de su auto, estaba otro, resultó ser el de Kavin.

Thyme sonrió un poco, tal vez no lo admitía con él, pero le gustaba atención que le daba, se acercó a la puerta del copiloto y dio un golpe en la ventana asustando a Kavin que usaba su celular.

Rápidamente abrió la puerta desde adentro y dijo: —¿Qué te tomó tanto tiempo?

—Revisé muchos documentos, ¿porqué no avisaste que estarías aquí? Idiota, pude haber salido antes.

—No quise apurarte, pero ya que estás aquí, ¿por qué no me besas?

Thyme volvió a sonreír así que obedeció, se acercó y lentamente lo besó, cuando se separaron, habló; —¿Podemos irnos? Quiero dormir.

—Bien bien, ¿Te llevó a tu casa?

—No, vamos a la tuya.

—¿Tu madre no ha dicho nada?

—No, mientras cumpla mis obligaciones en la empresa ella estará tranquila, hay que irnos ya.

Kavin encendió el auto y manejó hasta llegar a su casa, pero en ese transcurso Thyme estuvo preguntando por sus amigos, ya no podían pasar mucho tiempo juntos porque todos se estaban esforzando y estudiando, un gran cambio para todos.

Cuando llegaron a la casa, Kavin pidió que sirvieran de comer, Thyme sentía que esto se iba a volver una rutina, pasaba más tiempo con Kavin que en su casa pero era demasiado cómodo estar con su novio y se sentía mejor comiendo con él que con su madre en silencio.

Solo pudo sonreír mientras veía a Kavin hablando de su día.

(...)

Los días siguieron pasando, su relación iba mejorando, llegó el viernes y Kavin seguía yendo por Thyme al trabajo, iban a su casa, comían y dormían. En ocasiones para liberar el estrés, según Thyme, tenían algo de... intimidad.

El humor de ambos había cambiado demasiado en tan poco tiempo y la mayoría a su alrededor podía notarlo, y es que, su felicidad era más grande ya que por primera vez tendrían una cita oficial. Aunque Kavin tardó mucho buscando lugares a donde ir, porque ya habían hecho prácticamente de todo, habían ido a muchos lugares juntos pero solo como amigos tanto fuera como dentro del país, ahora era distinto.

To You | Kavin x Thyme |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora