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MJ y Ren esperaban a que Kavin apareciera en el aeropuerto, por fin volvería.

Ya estaban despidiendo al mes de Agosto, el tiempo pasaba demasiado rápido para algunos, para otros era muy rápido que no lograban hacer muchas cosas.

Desde la perspectiva de Kavin, todo era muy lento, una tortura lenta. No faltaba mucho para que cumpliera veintiún años.
Sin embargo, era como si ya hubiera vivido mucho.

Se sentía cansado física y mentalmente, no negaba que el viaje había sido bueno, pero no por eso su mente dejaba de trabajar ni de torturarlo cuando aparecía el rostro de Thyme. Volver lo hacia sentir nostálgico, en cada lugar de Tailandia había un recuerdo suyo y de Thyme.

Lo peor que podía pasarle a una persona, era un corazón roto.
Estaba convencido que Thyme era la persona con la que estaría el resto de su vida, pero el destino seguía siendo demasiado cruel con ellos. Con él, específicamente.

Pero en el momento en que vio a sus amigos, una suave sonrisa se dibujó en su rostro. Aquella persona no fue a recibirlo.

La tristeza puede durar mucho en una persona, aún así, siguen habiendo momentos de felicidad efímeros con las personas que quieres.

Porque así era la vida, muchos dicen que sin dificultades no se disfruta la verdadera felicidad, solo esperaba que para cuando esas dificultades se fueran, el lograra ser más feliz que antes.

El abrazo con sus amigos terminó y con una sonrisa, lo dejaron en el lugar donde vivía, ya que no podía ser considerado un hogar, hacía falta cierta persona para que lo fuera, ahora que no estaba, la calidez se había ido.

(...)

Thyme sostenía su teléfono, ya era tarde, demasiado tarde.

Dudó en ir a recibir a Kavin, realmente lo hizo. Cuando MJ mandó ese mensaje diciendo a que hora llegaría, se emocionó. Pero al final no pudo ir.
¿Cuál era la razón? Tal vez fue el miedo que aún no quería aceptar así que lo disfrazaba de asco.

Sea cual sea la razón, ya era tan tarde que el cielo estaba oscuro y en la empresa solo quedaba el.

Regresaba solo a casa, estaba tan cansado, tenía un sentimiento de que antes no era así, como si alguien fuera a dejarlo a casa y el dormiría en el camino, pero tal vez no fue así y solo era su mente confundiéndole más.

Los días siguientes fueron igual de monótonos, nada nuevo pasó. Kavin nunca fue a verlo y él tampoco lo hizo, tenía la intención pero al final no se atrevió. Seguía siendo un completo cobarde.

Su mente también seguía igual, nada había cambiado, esta seguía en blanco. Pero que su mente siguiera igual no significaba que su exterior también lo fuera. Thyme ya tenía veinte años, ya era más adulto. En esos meses, su rostro y cuerpo se hicieron más atractivos. Incluso sus amigos ya habían cambiado, ya no eran aquellos niños que repartían tarjetas rojas a las personas.

Justo ahora, regresaba de su cita con Gorya, habían ido al cine, no se sentía igual. Sostuvo la mano de Gorya, pero había cierta incomodidad. Sus chistes y su personalidad que antes lo hacían reír con tan poco, hoy no tuvieron efecto, la mayor parte del tiempo fue silencioso. Nada era igual, ¿Acaso se les acababa el amor?

Miró el cuello de Gorya, algo hacía falta.

—¿Y el collar que te regalé?—preguntó.

Ella se mostró ansiosa, aún así contestó.

—Antes de irme, te lo devolví para que entendieras que quería terminar contigo, después regresé y ya no estaba.

—¿Fue así?

To You | Kavin x Thyme |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora