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—¿Y qué tal? ¿cómo te fue con Thyme? — preguntó MJ en cuanto lo vio entrar a la habitación.

— Como siempre — se dejó caer en el sofá negro soltando un suspiro.

Simplemente no soportaban ver a Thyme tan apagado y tranquilo, cuando normalmente era imperativo y demasiado mandón y gruñón, era la primera vez que sucedía eso y no sabían cómo afrontarlo.

—Y por lo que averigue — Kavin continuó y cerró los ojos— su madre lo hará ir a la empresa mañana.

—¡¿Qué?! ¿no es muy apresurado?

—Para su madre no lo es — después de un momento dijo — ¡Joder!

Kavin no pudo soportarlo más y comenzó a frotarse el rostro con frustración, realmente ya no quería estar así.

—Calma, Kavin.

—¡Estoy calmado, MJ!

—¿En serio? ¿Te das cuenta que estás comenzando a jalar tu cabello y que probablemente, si no te calmas, vas a destrozar todo lo que encuentres?

MJ se acercó silenciosamente a él, se sentó a un lado y comenzó a acariciar su espalda con suavidad.

—Yo… lo siento.

Kavin bajó las manos y en cambio sostuvo una pelota que estaba en la mesa y jugó con ella.

—Dime que Ren pudo encontrar algo.

Sólo se escuchó un suspiro de MJ.

—Nada, ¿y si nos rendimos?

—Lo he pensado, pero… Thyme, ¿él se rendiría?

—No.

Los dos se quedaron en silencio, Thyme era terco y demasiado firme en sus decisiones, así que no podían abandonarlo de esta manera.

—Espero que encontremos a Gorya o por lo menos una manera de que Thyme comience a superarla.

***

—¡Les he dicho que no iré! — Thyme se negaba a salir de su habitación, los guardaespaldas estaban tratando de tirar la puerta y obligarlo.

El caos rondaba la mansión de los Paramaanantra, guardaespaldas queriendo tirar la puerta, sirvientas buscando la llave, y la madre de Thyme se encontraba en su habitación, terminando de arreglarse.

—¿Ya por fin salió? — preguntó después de un tiempo.

—No señora, el joven Thyme se niega a salir.

—Dile que si sale y hace su trabajo correctamente en la empresa, en una semana le daremos una pista de Gorya — se dio unos últimos retoques y se puso de pie.

—Pero, señora…

—¿Te atreves a contradecirme?

—No señora, ahora mismo iré a transmitir el mensaje al joven Thyme.

—Bien, esperaré en el auto, no tardes.

El asistente de su madre llegó a la puerta de la habitación de Thyme y habló;

—Joven Thyme —su voz era firme y fuerte— si en esta semana realiza sus tareas de manera correcta, se le recompensará con una pista del paradero de la señorita Gorya.

—¿Hablas en serio?

Para Thyme era imposible no emocionarse con esa noticia, era lo que más esperaba, tal vez era cierto que Gorya nunca lo quiso, pero él quería verla y volver a preguntar, aún mantenía un rayo de esperanza de que todo fuera mentira.

To You | Kavin x Thyme |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora