𝟓. 𝐋á𝐠𝐫𝐢𝐦𝐚𝐬 𝐧𝐞𝐠𝐫𝐚𝐬

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A la mañana siguiente, la directora me llamó a su despacho, donde me dió una serie de actividades extracurriculares en las que debería participar para estar más ''integrada'' en el ambiente de la escuela. Y me recomendó participar en la copa Poe, aunque, no sabía ni qué era.


Mi mañana se basó en hacer actividades estúpidas y extrañas en las que no quería estar, con gente a la que no conocía y que me miraban demasiado.

Una de mis últimas actividades consistía en ayudar en un club de apicultura o algo así, donde, al entrar, encontré a un chico bajito y moreno hablando con Miércoles en un tono bajo, hasta que se sorprendieron con mi entrada.

- Oh, tú debes de ser la nueva integrante, pasa- El chico se veía amable, y me miraba con algo de admiración, y un pequeño sentimiento que no quería descifrar.

- Soy- Iba a presentarme, pero Miércoles se me adelantó.

- Eris, ella también colabora en la búsqueda del monstruo, así que puede enterarse de nuestros planes- Dijo Miércoles dirigiéndose más al chico que a mí.

- Más o menos, no haré nada que no quiera- Contesté marcándole mis límites a ambos- Así que si pretendes que me cuele en alguna habitación, o lugar privado en el que puedan pillarme, paso-

Miércoles puso los ojos en blanco, pero por algún motivo que desconozco, parecía caerle bien, sorprendentemente.

- Bueno, yo soy Eugene- Se presentó el chico- Y esta es mi colmena ¿Te gustan las abejas?

- Nunca antes había visto- Contesté neutral, aunque el chico pareció sorprendido- ¿Qué?

- ¿Eres un extraterrestre? ¿Cómo nunca has visto abejas?

- De donde vengo no hace muy buen tiempo, así que apenas hay insectos- Contesté con simpleza.

- Es británica Eugene, por si no te diste cuenta- Dijo Miércoles con su falta de expresividad macabra. Yo asentí ante su afirmación.

- Bueno ¿Y qué tengo que hacer para poder pasar a mi próxima actividad y acabar con esta lista?- Pregunté impaciente, quería acabar cuanto antes para estar por mi cuenta sin la directora acechando.

- Será simple, tienes que ir a cocinas y pedir 30 tarros para recolectar la miel, del resto nos encargamos Miércoles y yo- Asentí ante la tarea- Y cuando los traigas, eres libre.

- ¿Irás a participar en la copa Poe?- Miércoles interrumpió cuando iba a salir por la puerta

- No sé qué es eso- Contesté neutral.

- Es una competición sin reglas entre las diferentes ''casas'' de Nevermore- Dijo Eugene- Como en Harry Potter.

- ¿Y enserio a la gente le gusta participar en estas cosas?- Pregunté arqueando una ceja.

- El ganador se lleva una copa, y suficientes créditos como para librarse de las extraescolares- Contestó él mientras mis ojos se abrían como platos. Entonces si participaba, no tendría que volver a hacer estas tareas.

- Me lo pensaré- Volví a mi expresión neutral- Nos vemos-

Y dicho eso, salí del cobertizo con una pequeña duda sobre si participar o no.

Al llegar a la sala de cocinas, la encargada de darme los tarros se portó lo bastante amable como para no darme apenas conversación y dejarme que me fuera como si nada. Pero cargada con tres cajas de contenido frágil que me tapaban el campo de visión.

Intentaba ser cuidadosa, pero tampoco es que los alumnos me ayudasen.

- Vaya, otra rarita que se une al panal- La voz de esa chica me irritaba, la conocía de clase, y no sabía mucho de ella más que era una especie de ''abeja reina''

- Vaya, otra estúpida que se interpone en mi camino- Me molestaba no poder retarla mirándola a los ojos, lo que me dejaba en desventaja.

- No sabía que podías hablar, creía que eras un fantasma- Uno de sus amigos me dió un empujón, haciendo que casi se me cayera una caja al suelo, por suerte, logré colocarlas todas en el suelo para poder estar libre de peso e intentar que me dejaran en paz.

- Eres muy graciosa, deberías ir al circo, la cara de payasa ya la tienes- Contesté sin saber cómo. Siempre había sido callada y un muro para los insultos, no entendía por qué, esta vez, contestaba.

- Sé lo que estás haciendo, solo te diré que te alejes de él, como advertencia- Eso me pilló por sorpresa, y arqueé una deja como duda- ¿Qué, vas a finjir que no sabes nada?-

Yo me agaché para tomar de nuevo mis cajas, y cuando ya iba a irme, contesté- Mira Bianca, no sé quien eres ni me interesa, y si buscas culpables para lo que sea que los busques, no soy tu chica-

Pero la muy pesada pasaba de dejarme ir, y acabó empujándome haciendo que las cajas cayeran sobre mí dejándome en el suelo.

Instintivamente me levanté, sintiendo, por primera vez en mi vida, rabia, y me acerqué a ella como si me arrastrase el viento para mirarla a los ojos, y ver en estos... Miedo. Luego pronuncié una serie de palabras que no conocía, ni si quiera sentía que lo controlase, era como si estuviese poseída.

- ¡BIANCA QUÉ HACES!- Una voz conocida me sacó de mi trance haciéndome caer de rodillas al suelo, para ver a esa chica y sus amigas sirenas mirarme con terror, mientras Xavier aparecía en escena y me miraba diferente, aunque no sabía qué era exactamente.

Me llevé la mano al ojo, sentía que me picaba, y noté que tenía la cara empapada de lágrimas, lágrimas negras.

- ¿Pero qué demonios?- Musité sin saber qué acababa de pasar, tomé las cajas y salí corriendo de ahí, sintiendo que me perseguían, y después, concentrándome solo en mí, y en lo que acababa de pasar.

Tras dejar esos tarros en el cobertizo de Eugene, y comprobar que milagrosamente estaban todos intactos, me escondí adentrándome en el bosque y acabando en una cabaña que creí estaría abandonada.

Tras dejar esos tarros en el cobertizo de Eugene, y comprobar que milagrosamente estaban todos intactos, me escondí adentrándome en el bosque y acabando en una cabaña que creí estaría abandonada

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𝐋𝐚𝐬 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫𝐦𝐨𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora