𝟏𝟐 𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐧 𝐜𝐚𝐬𝐚

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Narrador omnisciente

Aquella noche marcó un antes y un después en Nevermore. Los alumnos que se rehusaban a creer en el monstruo, ahora eran quienes más lo temían, el rumor de extendió a Jerichi y se estableció un toque de queda para todos los habitantes.

Por otro lado, Eris y Eugene acabaron en la enfermería, pero tres días más tarde, mientras que Eugene se encontraba en recuperación y había salido de la enfermería, Eris fue trasladada al hospital del Jericho, donde siguió en coma, sufriendo todas las noches a la misma hora ataques y paros cardiacos que alteraban a los doctores, ya que nunca antes habían visto a una persona llenarse de grietas negras, llorar negro, convulsionar, gritar, o todo junto.
Los profesores habían hecho una campaña para concienciar a los alumnos quienes no tenían claro si tomar a Eris como una salvadora o la pesadilla de Nevermore.

Xavier y Killian acordaron estar en el hospital hasta que Eris despertase, no se llevaban bien, pero no querían perderse ni un segundo de su posible despertar, así que se vieron forzados a convivir. Ni si quiera ellos sabían por que estaban ahí, si era por interés, culpabilidad, o tal vez sabían que de no estar ellos, estaría totalmente sola.

Al margen de ellos dos, Eris fue recibiendo visitas de diferentes alumnos y profesores, desde Enid, y su ahora pareja Ajax hasta Bianca Barclay, quién nunca pensarían que iría a visitarla.

Eris's Pov

Me quemaba. Sentía que perdía la cordura, y que no saldría de esta, dudaba de si seguía viva, y de si estaría a salvo o expuesta al monstruo. Lo peor eran esos momentos, en los que me olvidaba de todo y tan solo me consumían el dolor y la oscuridad, era ahí donde sentía que mis gritos sonarian hasta en el infierno, y que hasta el propio diablo podría apiadarse de mi.

Hacía días, quizás semanas que me vi en un túnel oscuro, des que intentaba salir, pero no lo conseguía, y cada día perdía más las esperanzas.

Narrador omnisciente

-Bueno, es hora de cambiarle la dosis de anestesia a la señorita Lovelace- Una enfermera en la habitación, que se encontraba llena de orquídeas fantasma y en la que los dos chicos se encontraban sentados viendo la televisión.

La doctora no tardó en irse, dando paso a una nueva visitante.

- Hola chicos- La voz de la chica captó la atención de ambos- ¿Cómo está?- La chica de trenzas miraba a la chica morena que yacía durmiendo desde hacía dos semanas.

- Estable, pero nadie le tiene esperanzas, empiezo a temer que se planteen desconectarla- Contestó Killian volviendo a mirar a su amiga.

- Quiero ver que lo intenten- Intervino Xavier, quién se había aprendido de memoria la cara de su amiga y la pintaba recordándose a si mismo el daño que le había causado.

- No lo harán, no si saben que de hacerlo se enfrentarían a un instituto lleno de fenómenos- Contestó la chica de trenzas. Se acercó un poco a la morena bajo la mirada espectante de ambos chicos- He de admitir que me impresiona, Eris es más especial de lo que creía, y me puede ayudar más de lo que pensé

- Ni se te ocurra meterla en tus búsquedas suicidas- Xavier se levantó alzando la voz ante Miércoles- La chica ignoró su reacción y volvió a su postura.

- Despertará pronto, está en una lucha en su cabeza, pero aunque ahora mismo la está perdiendo, dadle tiempo- Dicho esto se marchó dejando a ambos chicos estupefactos.

El resto del día siguió con visitas, pequeños regalos y hasta vino la mujer de la cafetería para rezar por ella.

Y de nuevo cayó la noche, y llegó la hora de las brujas, en las que la habitación se llenó de doctores que reaccionaban ante la chica que gritaba de dolor mientras sus lágrimas negras manchaban todas sus sábanas. Esta vez, los doctores la ataron a la cama, sin sedarla ni darle ningún tipo de calmante, sabrían que sería inútil, en su lugar, se limitaron a limpiarle la frente de sudor y cambiar sus sábanas. Cuando se tranquilizó y se volvió estable, salieron de nuevo de la habitación.

Eris's Pov

No sabría bien decir que ocurrió exactamente. Solo recuerdo un haz de luz en medio de esa oscuridad, una voz que me decía que fuera hacia ella, que cesaría mi dolor, pero en lugar de ir ahí caminé del lado contrario. Encontrándome con una sala de hospital que olía a agua oxigenada. Rodeada de Orquídeas fantasma y con Xavier durmiendo en un sofá y Killian en otro.

Me sentí reconfortada, cómo si nada hubiera pasado, me levanté y me asomé a la ventana para contemplar la luna menguante.
Caminé al baño y me aseé para salir y quedarme con la bata de hospital y una chaqueta de cuero que encontré por ahí.

Salí de la habitación para explorar el sitio, estaba todo tranquilo, encontré un reloj en la sala de espera 3:33 am.

- Vaya, la hora de las brujas- Dije riendo levemente.

Me pasé el resto de la noche deambulando por los pasillos sorprendentemente vacíos, y corriendo descalza por primera vez en mucho tiempo. Acababa de descubrir que había estado en coma dos semanas.
Cuando se hicieron las 6 am, caminé silenciosa a una máquina expendedora de café y saqué dos, tras eso, fuí directa a mi habitación.
Aunque al llegar, ambos estaban despiertos.

-Buenos días chicos- Dije captando su atención- Ellos se giraron y me miraron como si fuera un fantasma, a lo que yo arqueé la ceja como duda.

- ¿Todo bien?- pregunté sin tiempo de reaccionar cuando ambos me dieron un abrazo

-Creiamos que ibas a morir- Dijo Xavier rompiendo el silencio- Dios lo siento mucho Eris.

- No vuelvas a dar este tipo de sustos chica luna

- Me estáis... Ahogando- contesté tras un rato de sentir que me iban a aplastar-

Nos miramos los 3, y empezamos a reír, supongo que después de semanas de tensión, este era el único momento en que los tres nos sentíamos libres. Y yo volví a sentirme como en casa

𝐋𝐚𝐬 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫𝐦𝐨𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora