𝟏𝟕. 𝐄𝐥 𝐜𝐮𝐚𝐝𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐛𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚

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Nos encontrábamos Enid, Miércoles, Tyler, Xavier, Killian y yo frente a la mansión abandonada de la familia Gates.

Según Miércoles, cree que el monstruo, o quien esté implicado en esto vive aquí, o quizás tiene algún tipo de conexión con la familia Gates. De la cuál, aparentemente no queda ningún miembro vivo. De todos modos, nos encontrábamos frente a una verja abierta y oxidada, con linternas en nuestras manos y algo de miedo.

- De acuerdo, nos separaremos por plantas- Dijo Miércoles llamando nuestra atención- Tyler, tú irás al sótano, Enid y yo la tercera planta, Xavier la segunda, Eris, la planta principal, Killian aprovechará su olfato y oído para vigilar afuera que no venga nadie-

Todos asentimos a pesar de no estar del todo de acuerdo con separarnos, aunque a la vez, había algo en esa casa que me atraía a descubrir más sobre la familia Gates, o quizás, solo era el misterio que nos había impulsado a todos a estar ahí.

Me adentré en la casa quedándome donde me habían indicado. Me tocaba investigar el salón, el comedor y el hall principal.

Francamente, estaba todo hecho polvo y desgastado. Pero tras recorrer el hall en busca de pistas, noté cómo el camino hacia el comedor principal estaba limpio, como si alguien lo hubiera usado hacía relativamente poco.

Al llegar al comedor, ví varios frascos de vino abiertos, y al olerlos, parecían recientemente abiertos. Seguí mi camino, sintiendo cada vez más fuerte mi pulso, hasta llegar a una salita con un escritorio. Este sí estaba más usado.

Narrador omnisciente

En el resto de la casa, Miércoles y Enid inspeccionaban las habitaciones, algunas, sin restos de polvo, efectivamente, alguien vivía ahí.

- Miércoles- Llamó su atención la rubia- Tengo miedo.

- No hay de que preocuparse, si el monstruo nos ataca seríamos las últimas en morir- Contestó la de trenzas haciendo que su amiga sintiese más miedo aún.

Por otro lado, en la segunda planta se encontraba Xavier, que caminaba en busca de respuestas hasta llegar a una salita del té, con una chimenea sobre la que descansaba un cuadro que le hizo abrir sus ojos como platos, mientras llamaba a la chica de trenzas. Esperando averiguar qué demonios pasaba.

Eris's Pov

El escritorio estaba lleno de fotografías tomadas recientemente, la mayoría de ellas de personas que no conocía, pero cuyos nombres aparecían tachados en una lista.

Al tomarlas entre mis manos no pude evitar temblar, y sentir que algo se acercaba, y no era bueno.

Entre las fotografías pude distinguir a las víctimas del monstruo, las cuales aparecían sin un miembro, como si fuera una especie de creación de Frankenstein.

Narrador omnisciente

- Imposible- Susurraba el de cabellos largos frente a la imagen.

Enid por su parte, fotografió el cuadro para usarlo posteriormente.

- ¿Cómo puede ser esto?- Xavier rompió el silencio que asediaba la sala.

- No estoy segura, pero creo que es otro misterio que tendremos que investigar- Dijo la de trenzas acercándose al cuadro y rozando el marco con sus dedos- Pero he de admitir que no me esperaba encontrar este tipo de pruebas.

- No estoy segura, pero creo que es otro misterio que tendremos que investigar- Dijo la de trenzas acercándose al cuadro y rozando el marco con sus dedos- Pero he de admitir que no me esperaba encontrar este tipo de pruebas

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- ¿Deberíamos llamar a Eris?- Preguntó Enid guardando su teléfono para contemplar el cuadro- Esa chica es la viva imagen de...

- Lo sé, esa es la clave del misterio- Terminó su frase Miércoles.

- Pero no tiene sentido, Eris es británica ¿Cómo ha podido acabar este retrato aquí?- Preguntó Xavier clavando sus ojos en los de la mujer del cuadro.

Eris's Pov

- No puede ser...- Entre las fotografías encontré una de Killian, su pecho estaba subrayado con rojo.

Levanté mi vista para avisar al resto, pero en vez de eso solo pude soltar un grito de terror.

El monstruo estaba frente a mí, mirándome como si fuera a atacarme, aunque sus intenciones no parecían esas.

La última vez que nos cruzamos tampoco me atacó a mí, tal vez esa fue de las dudas que más carcomió mi cabeza cuando pensaba en lo ocurrido. Podría haberme matado y no lo hizo, justo como ahora.

Me levanté del escritorio y comencé a caminar lentamente hacia el monstruo. Era como un impulso, pero sentía que no me haría daño.

Mi respiración estaba entrecortada, y sentía que el corazón saldría de mi pecho en cualquier momento. Cuando estuve lo bastante cerca, extendí mi brazo para intentar poner mi mano en la frente del monstruo. Parecía manso, no iba a hacerme daño.

- ¡Eris corre!- La voz de Miércoles me sacó de mi trance, haciendo que el monstruo se diera cuenta de que había dos personas esperándome para huir en las escaleras, y a ellos no les dejaría marchar.

Corrí librándome de milagro de un zarpazo y llegué a las escaleras con Enid y Miércoles hasta lograr lelgar a la 3 planta y encerrarnos en una habitación.

- ¿Qué estabas haciendo?- Me reprochó Miércoles mientras las tres bloqueábamos la puerta con muebles y buscábamos una forma de salir.

Yo ni siquiera pensé en sus palabras. Me limité a contar las personas que faltaban por salvarse.

- ¿Dónde está Xavier?- Pregunté recordando que él se encontraba en la segunda planta.

- Se fue justo antes de que te oyéramos gritar. Se supone que iba a decirte algo- Contestó Enid haciendo que los ojos de Miércoles se agrandaran de sorpresa. Cosa que ignoré.

Los pasos del monstruo estaban cada vez más cerca, y mis reflejos me llevaron a ver un árbol cerca de la ventana.

Entonces abrí la ventana y me concentré en las ramas del árbol cuando empecé a susurrar.

''crescunt rami, venite ad me'', ''crescunt rami, venite ad me'', ''crescunt rami, venite ad me''

Las ramas del árbol alcanzaron la ventana, donde Miércoles y Enid se arrimaron para llegar hasta la copa del árbol. Yo fui la última en llegar, así repetí el conjuro haciendo que la rama del árbol se volviera a acortar para evitar que el monstruo pudiera seguirnos. Pero para cuando bajamos del árbol, sus ruidos habían acabado.

Las tres acabamos en el suelo mirándonos mientras respirábamos rentrcortadamente cuando llegó una policía hasta donde estábamos nosotras.

- Vengan conmigo- Dijo de forma fría haciendo que nos levantásemos hasta llegar frente al coche del Sheriff y encontrar a Tyler, Xavier y Killian en fila frente al sheriff.

𝐋𝐚𝐬 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫𝐦𝐨𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora