𝟖. 𝐐𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐩𝐚𝐫𝐞 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫𝐦𝐨𝐫𝐞

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Desperté a la mañana siguiente en una cama de la enfermería, tenía el pelo mojado y una vía en la mano izquierda, me llevé la mano a la cabeza para notar que esta me ardía. Estaba sola.

Al menos eso creía.

- Vaya, al fin despiertas- El chico que me encontró en el cementerio apareció como de la nada por la puerta- Pensé que te habrías muerto o algo-

Me limité a mirarle, sin hablar, intentaba adivinar quién era, o si al menos se presentaría. Pero él parecía hacer lo mismo.

- ¿Qué ha pasado?- Pregunté por fin.

- No estoy seguro, pero creo que tuviste la grandiosa idea de hacer un ritual extraño en un cementerio en luna llena, lo cuál es peligroso lo mires por dónde lo mires- Arqueé una ceja.

- ¿No se supone que Nevermore es seguro?

- ¿Justifica eso lo que hiciste?- Preguntó el chico mirándome con intriga- Además, no sé si lo sabes, pero en luna llena los lobos se transforman, y no es fácil mantener el control.

- No ví hombre lobo- Contesté

- Tienes uno delante- Contestó.

Volví a llevarme la mano a la cabeza- Pero tú pudiste contenerte- Contesté sin comprender bien su argumento.

- Yo soy mayor y tengo experiencia.

- Ahhhh claro, tiene todo el sentido del mundo - Respondí sarcástica.

- Ríete de mí, pero no fuí yo el que se metió en una tumba a hablar en latín y llorar en negro- Abrí los ojos y traté de levantarme de la cama, pero la vía del brazo me dolía y me obligó a volver a mi sitio- ¿Qué haces loca?

- El libro ¿Dónde está?- Pregunté alterada.

- Enserio lo que más te importa ahora mismo es un libro?- El chico parecía cada vez más intrigado.

- Lo robé, si me pillan estoy...

- Buenos días Señorita Lovelace- La directora entró por la puerta con el libro en mano

- Mierda- Musité

- Yo me voy- Dijo el chico siendo interrumpido.

- Usted no se va a Señor Hunt- El chico se sentó con ojos muy abiertos en uno de los sofas de la sala.

La directora se dirigió a mí mirándome extrañada- ¿Por qué has hecho todo esto?

- Si nadie me da respuestas las tendré que buscar por mi cuenta.

- ¿Haciendo uno de los hechizos más complicados de la magia de sangre?

- No salió tan mal después de todo

- Casi te da un paro cardíaco.

- Merecía la pena el riesgo- La directora pareció asustada ante mi respuesta- ¿Qué? Si me muero tampoco sería una gran pérdida para nadie, ahora ¿Podría por favor quitarme esto del brazo? Tengo clase-

Esta vez, el chico también se quedó aturdido. La doctora llegó a la habitación justo a tiempo de quitarme la vía. Me levanté, me puse una sudadera encima y me largué.

Caminaba por los pasillos mientras los alumnos me miraban, la verdad no era de extrañar, estaba empapada, descalza, con la cara sucia y la mirada más vacía que podía poner.

Caminaba por los pasillos mientras los alumnos me miraban, la verdad no era de extrañar, estaba empapada, descalza, con la cara sucia y la mirada más vacía que podía poner

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Llegué a mi cuarto, donde aproveché que mi compañera dormía para llenar la bañera de agua y espuma, cubrirla con pétalos de rosa y darme un baño. No sabía exactamente por qué, pero desde que hice el conjuro me sentía más fuerte. Sabía qué significaban mis visiones, sabía que era una bruja, y lo bastante poderosa como para debatirme entre el bien y el mal. Sabía que todo lo que sucedía era por mis habilidades, y que con el tiempo, aprendería a controlarme.

El mundo se tiene que preparar, voy a ser visible.

(...)

Tras las clases debíamos ir a Jericho, donde nos repartirían unas tareas para colaborar con los peregrinos en una serie de actividades. Era una actividad mayoritariamente voluntaria, pero para mí, como castigo por lo de ayer, era obligatoria.

La profesora Thornhill me repartió un papel en el que me indicaban que debía asistir a la cafetería a la que fuí el otro día, dentro de lo que cabe, podría haber sido peor.

- Hola Tyler- Dije entrando por la puerta con mi uniforme en la mano- Parece que me toca trabajar contigo.

- Genial, pues puedes ir cambiándote mientras vienen los otros dos voluntarios, ahí atrás tienes el baño-

La verdad me parecía gracioso el haber acabado en la cafetería, no tardé en ponerme el delantal y una camisa blanca, además, era como un juego de niños, sería servir cafés y...

- Anda, pero si es la bruja- Mi cara debió ser un poema cuando ví al chico de la enfermería junto con Xavier en la puerta, ambos con el uniforme- Vaya, más que bruja vampiresa, te quedaste sin sangre.

- No hables del tema o mejor, no me hables y podremos tolerarnos ¿Entendido?- Dije nada más salir del baño para cederle el paso a él.

- Como usted desee chica luna- Le eché una mirada de asco y me dirijí a la barra.

- ¿Qué acaba de pasar?- Xavier se colocó a mi lado extrañado.

- A tí te digo lo mismo que a él- Dije molesta, no podía evitar pensar que Xavier jugaba conmigo.

- Bueno, yo no quiero que me mates así que no comento- Intervino Tyler- En fin, Eris, tú servirás los cafés, Xavier a caja, y...- El chico salió del baño justo a tiempo- Killian ¿Verdad? Tú te encargarás de limpiar-

Todos asentimos y comenzamos con nuestras respectivas tareas.

- Buenos días ¿Qué desea tomar?- Pregunté con toda la amabilidad que pude a una anciana que acababa de llegar. Ella se veía buena persona.

- Buenos días ¿Podría servirme un té inglés? ¿O podría recomendarme algo señorita?

- Por supuesto, en Inglaterra es común el té Earl Gray con leche, si quiere puedo ofrecerle una taza si lo desea probar- La mujer asintió contenta, y Tyler lo preparó mientras yo atendía al resto.

La verdad fue una mañana ajetreada, hasta el punto en que tuvimos que hacer más horas de las que estaban planeadas.

- Vaya chicos, nunca había tenído tanta clientela, debe ser por la Señora Crane, es bastante influente entre la generación octogenaria y las recomendaciones de Eris han debido correr como la pólvora- Yo reí ante el comentariod e Tyler.

- Lo único que aprendí en Inglaterra por fin sirve de algo- Dije sentándome en una banqueta- Bueno eso, y que puedes llegar a comer con más de doce cubiertos, innecesario en mi opinión.

- Vaya, yo creía que lo de bañarse en el cementerio era cosa de ingleses, supongo que solo estás loca.

- Y yo creía que lo de comerse tus propias pulgas era muy norteamericano, pero solo eres un cerdo Killian- Contesté dejando la sala en silencio- En fin, me voy a ver la inauguración, pasáoslo bien.


𝐋𝐚𝐬 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫𝐦𝐨𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora