El día de las familias. El único evento que hacía que mi vuelta a Nevermore fuera algo más deprimente de lo que pensé.
Al principio me sentí como una reina. Recuerdo llegar del hospital y ver a todos los alumnos sonreírme en los pasillos y felicitarme por lo que hice, incluso Bianca parecía reconocer que había destacado en algo. Supongo que lo mejor fue el no sentirme invisible, y saber que mi vida podría cambiar, si así lo deseaba.
El día de las familias llegó unos días después. Básicamente era un día en el que los padres podrían visitar a sus hijos y conocer cómo les iba en la academia.
Aunque seguía sin saber si mis padres sabían que estaba aquí, o saber si acaso seguían considerándome su hija, supongo que una parte de mí quiso pensar que vendrían, aunque la que viniera fuera tía Minerva.Pero no fue así.
- No han venido ¿Cierto?- Xavier llamó mi atención mientras me observaba mirar con algo de envidia a la familia de Miércoles.
- Ella no lo sabe, pero lo tiene todo- Dije mirándola. Sin darme cuenta empecé a apretar mis puños y remarcar de sangre mis uñas.
- No hagas eso- Xavier tomó mis manos y ambos nos miramos- Deja de hacerte daño por favor
- Lo siento- Contesté cerrando los ojos por el dolor, él había tocado mi herida.
- Oye, sé que no tienes a nadie hoy, y sé que duele, tampoco vinieron a verme- Dijo volviendo a mirarme a los ojos- Pero si quieres, podríamos pasar el día de las familias, juntos...-
Él sonrió mostrándome esa dulzura que me calmaba, volvía a sentirme como el primer día con él, pero no quería confiarme, no quería que volviera a hacerme daño.Iba a contestar, pero todo el patio entró en silencio ante la entrada del sheriff.
- Señor Gómez Addams, queda detenido por el asesinato de Garret Gates...- El padre de Miércoles estaba siendo arrestado ante las lágrimas de su madre y las miradas atónitas de todos, menos de ella.
- ¿Qué demonios?- Xavier susurró mientras yo miraba la escena extrañada. Él se dió cuenta de lo que iba a hacer e intentó tomar mi brazo pero me liberé.
Y supe enseguida que él era inocente, parcialmente, así que corrí tras Miércoles.
- Eris- Dijo ella con su tono neutral- Deduzco que si estás aquí es porque sabes que es inocente-
La madre de Miércoles me miraba espectante. Yo asentí como respuesta.- Miércoles- Intervino su madre- ¿Quién es esta amiga tuya?- La madre de Miércoles estaba inquieta, tal vez por lo que acababa de suceder, a la vez intrigada, tal vez por mis declaraciones, y a la vez, era como si yo le recordara algo o a alguien.
- Ella es Eris, llegó una semana después de mi- La madre de Miércoles me miró extrañada, y luego sonrió
- Vaya, es un placer, Eris, mi nombre es Morticia- Dijo estrechando mis manos- ¿Sabes? Me recuerdas mucho a alguien pero no recuerdo a quién- Sonreí de vuelta.
- Entonces dices que sabes que mi padre no es culpable- Intervino Miércoles.
- Lo he sentido, solo necesitamos pruebas- Dije, sabiendo que para su madre, quién nos miraba, un presentimiento no sería suficiente.
- De eso me encargo yo- Reafirmó la pelinegra- Pero me sería de ayuda que tú buscases alguna forma de encontrar pruebas.
- He estado investigando, y hay algún hechizo que puedo probar, si sale bien, también podría servirnos para la investigación del monstruo, pero necesito probarlo primero- Dije devolviendo mi mirada a Xavier, que me miraba a lo lejos, le había dejado con la palabra en la boca antes de ir con Miércoles- Y creo que sé quién puede ayudarme.
(...)
-Entonces ¿Aceptas?- Mi disparatado plan había dejado a Xavier algo descolocado, me miraba raro y sentía que iba a decirme que no, no podría culparle, al fin y al cabo era experimentar con él.
- ¿Crees que si esto saliera bien, podrías cortar mi conexión con esa criatura?- He de admitir que su pregunta me sorprendió, por primera vez, los sentimientos de Xavier no eran predecibles.
- No puedo prometerte nada- Fuí lo más sincera posible- Pero lo intentaré como sea
- Hecho.
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𝐋𝐚𝐬 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫𝐦𝐨𝐫𝐞
FanfictionEris, Eris Lovelace, como la diosa de la discordia, como la chica rarita, como la fenómeno de un instituto promedio. Al menos hasta que llegué a Nevermore, donde lo más extraño es lo común, donde el misterio y la sangre acechan en todos lados, y don...