Habían pasado unos 10 minutos y aún estaba en el suelo, en completo shock, lo único que había podido hacer era marcar el número de Ziyi, más nunca contestó, no podía moverme, cada parte de mi cuerpo me decía que la buscara pero mi cerebro no estaba reaccionando.
Unos gritos muy fuertes provenientes de la calle me hicieron reaccionar.
— Qué estoy haciendo...Debo buscar a Ziyi — susurré para mi mismo, pero antes de si quiera levantarme un pedazo de auto atravesó una de las ventanas.
Me quedo estático, luego corro a ver por la ventana rota que era lo que había pasado y entonces lo vi...las personas corrían despavoridas y muchos otros convulsionaban en el suelo, retrocedo unos pasos y mis ojos se abren de manera exorbitante.
— Qué carajo...
Unos gritos en el pasillo fuera del dormitorio hacen que casi me desmaye...definitivamente no era un asesino o un animal...
No quería abrir la puerta y ver que me encontraba.
Aunque sé que fuera lo que fuera que estuviera pasando no se solucionaría estando quieto y llorando.
Recordé lo que Ziyi me dijo, corro hasta la puerta y le pongo seguro, luego volteo hacia todos lados tratando de recordar que más debía hacer.
En eso vi mi mochila hací que tiro todo lo que tenía dentro y empiezo a llenarla de la comida chatarra que había en los cajones, también voy al baño y abro la puertesilla de espejo sobre el lavabo, saco lo poco que había, alcohol, banditas, algodón, aspirinas, pomada y también mi cepillo y pasta dental, además de un rollo de cinta adhesiva gris.
Luego tomo una chamarra, ya no había mucho espacio ya que la chamarra cubría más de la mitad, por último tomé mi celular, cargador, una foto familiar, y un diploma que había ganado al mejor estudiante del año, fuera lo que estuviera pasando, no quería perderlo.
Cuando me disponía a salir luego de 5 minutos juntando todas mis cosas volteo hacia todos lados y veo el bate de béisbol de Ziyi, solté un par de lágrimas, quería llevarme algo que le perteneciera.
Quito el seguro y giro lentamente la perilla cuando de pronto se empiezan a oír más gritos y pisadas, me asomo y veo cómo los estudiantes de mi piso, el cuál era el quinto, comenzaban a correr y gritar.
Sabía que lo que fuera que ocurría no había más tiempo que perder.
Abro la puerta y me quedo un momento quieto, tantas personas no me dejaban mover.
— ¡ZHAN!
La voz de Hao Xuan me hizo buscarlo con la mirada.
Rápidamente lo vi que venía hacia mí y cuando llegó me abrazó fuertemente.
— ZhanZhan, pensé que no te encontraría — estaba llorando.
— ¿Qué es lo que pasa A-Xuan?
— Hay...unas personas que se están comiéndo entre ellas.
— ¿Qué? — paso saliva.
— ¡No hay tiempo ZhanZhan, tenemos que irnos!
Antes de siquiera reaccionar el me arrastró a la dirección dónde todos iban.
Eran más de 50 personas, las del sexto piso y las del quinto, el elevador del sexto no sirve, por lo que seguro corrieron a éste con la esperanza de bajar por aquí.
Todos se empujaban por el pasillo, luego estaba una escalera abajo que iba al otro pasillo donde estaban los elevadores.
— ¿¡Alguien ha visto a solar!?
Una chica gritaba desesperada, parada en medio de la horda de gente y buscando por todos lados, seguro y también se había colado a los dormitorios de los varones.
Los que pasaban a su lado comenzaron a empujarla.
— ¡Quitate estúpida, detienes el paso!
Un chico de más de 1.85 la empujó con fuerza haciéndola caer y lo peor es que todos pasaban por encima de ella lastimándola y sin importarles.
Íbamos a paso lento, pero cuando llegamos a ella A-Xuan no dudo en ayudarla, y con mucho esfuerzo ya que la gente comenzó a empujarlo también.
Traté de dejar un pequeño espacio libre, poniéndome cómo escudo frente a ellos y hací que la gente me rodeara, pero no lo hizo, también empezaron a empujarme pero por suerte Hao Xuan pudo levantar a la chica antes de que también me tirasen.— Gracias.
Como respuesta damos un asentimiento de cabeza.
— Bueno ahora vámonos —
A-Xuan tomó de la mano a la chica para llevarla con facilidad pero ésta se soltó y él la miró confundido.— No puedo irme sin Solar, es mi hermana, no la voy a dejar.
— Seguro y se adelantó.
— Fui de las primeras en salir y no la vi, así que prefiero regresar y asegurarme que no se quedó atrás que seguir adelante quedándome con la duda y remordimiento.
Sentí algo en mi pecho, ¿yo también debería ir por Ziyi?
Ambos asentimos y ella empezó a caminar al lado contrario de dónde todos veníamos.
— Espero que la encuentre y salgan con vida — murmura
A-Xuan.Aumentamos nuestro paso, antes no nos habíamos quedado quietos, pero si íbamos más lento.
Llegamos a las escaleras cuando oí un alarido, que rápidamente se multiplicó.
Todos se quedaron quietos un segundo y luego gritaron.
Algunos comenzaron a empujar a otros haciendo que chocaran con más personas y así creando una círculo de agresividad donde salían golpes por doquier.
Llegamos a las escaleras y las bajamos con velocidad, sintiendo la adrenalina recorrer nuestro cuerpo.
Finalmente nos encontrábamos en el pasillo dónde estaban los elevadores, naturalmente todos se dirigieron ahí, pero Hao Xuan y yo nos habíamos quedado atrás por lo que al llegar a las puertas de los ascensores fuimos de los últimos.
Cuando los chicos entraron uno gritó.
— ¡Sólo hay espacio para uno más!
Uno de los chicos que estaba detrás nuestro abrió pasó entre los dos empujándonos y entró.
Uno de ellos se acerca a los botones del ascensor pero otro de los que estaban conmigo se negó.
— ¡Dejenos entrar malditos!
Eran dos ascensores pero el otro se llenó primero por lo que ya había bajado.
— Lo siento no hay espacio nerd— sonrió.
El chico del club de ajedrez lo veía furioso, se lanzó sobre la puerta antes de que se cerrara pero no lo detuvo.
— ¡SI HABÍA ESPACIO MALDITO!
Ahora no sabíamos que íbamos a hacer, todos cruzamos miradas cuando los gruñidos y alaridos se oían arriba de las escaleras, estaban demasiado cerca lo que sea que fuesen.
— ¿Qué hacemos?—
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DNA "Ahora Está En Tu ADN" "YIZHAN"❤💚
RandomUn virus atacó China mientras Xiao Zhan estudiaba tranquilamente en los dormitorios de su universidad, ahora él y unos supervivientes de la misma escuela tendrán que luchar por mantenerse con vida. Wang Yibo, un huérfano que ha quedado con ceguera t...