Capítulo 21

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Xiao Zhan

— ¿Un desorden alimenticio?

— Desnutrición, para ser más claros.

— ¿Alguien le hizo esto cierto?

Como un tambor esas palabras rebotaban en mi mente a cada segundo, impedían que el sueño se apoderara de mí y que sintiera un poco de tranquilidad.

Pobre Ji Yang, pobre Ji Yang...

Sentía un enorme pesar por él, imaginaba el daño por el que tuvo que pasar para haber llegado en un estado tan deplorable. Y aunque cuando Peng lo revisó no quiso decir nada, yo supe lo que le pasó, y realmente quería estar equivocado, pero lo más probable es que estaba en lo correcto, habían abusado de Ji Yang, tanto física como psicológicamente.
Doy vuelta en la cama intentando despejar mi mente, lo último que necesitaba en este momento era más preocupaciones, o por lo menos no en este preciso instante, de cualquier forma no podía hacer nada ahora.

Suspiro y me levanto del colchón, tallo mi cara con algo de desesperación, estaba frustrado, me sentía impotente ante la situación, Ji Yang apenas tenía 17 años, debía hablar con alguien sobre lo que le paso, debía desahogar su tristeza antes de que lo consumiera por completo, y yo debía obtener su confianza y ayudarlo.

Me levanto y salgo de la habitación, rápidamente me golpeo mentalmente por haber olvidado mi chamarra, ya que el frío no tardó en chocar contra la piel desnuda de mis brazos.
Con mi mano tomo el barandal y avanzo a mi costado para llegar a la habitación que Ji Yang compartía con Peng.

Algo además del horrible frío me causa escalofríos en un instante, porque lo usual era escuchar rasguños en la puerta debes en cuando, pero, golpes, eso era nuevo.

Mi respiración se corta en ese momento, luego un miedo hace que desaparezcan las heladas.
Los peores pensamientos cruzan mi mente, infectados, podíamos acabarlos, pero si los causantes de esos golpes eran personas que buscaban sobrevivir a cualquier cosa, no sé que haríamos.

Mi cuerpo no reacciona ni siquiera para avisar a los chicos, sólo para mostrar a mis propios ojos que el temor a cualquier cosa aún seguía conmigo.
El barandal que tomaba con mi mano rechinaba levemente por mi culpa, por el maldito temblor.

De pronto mi mundo se oscurece al llegar rápidamente el momento que temí, los ruidos que parecían desesperados ahora se habían vuelto algo más inteligentes, el sonido de un metal que intentaba forzar la cerradura fue en lo primero que vino a mi mente, fue lo que mi mente formuló al escuchar tal sonido.

La puerta principal comenzó a abrirse con lentitud, el incesante rechinido me erizó la piel en un segundo, y lo peor era que no podía moverme, me había paralizado, y esto carecía totalmente de sentido, hace sólo unas horas había salido a la carretera por las medicinas de Yibo, y había sido atacado por muchos infectados, mas aún así, ahora no podía reaccionar.

La puerta se abre totalmente y tres personas entran, la oscuridad de la noche me impedía verlos con claridad.

Comienzan a susurrar cosas entre ellos, pero al instante se detienen, justo cuando dirigen su mirada hacia mí, no podía verlos, pero estaba seguro de que me veían directamente.
Los más altos retroceden y toman al que parecía un niño, se esconden detrás de una pequeña mesa de madera, aunque lo más seguro es que sabían que eso no les serviría de nada dado el caso que yo tuviera un arma.

— ¡No queremos problemas, sólo queremos dormir, nos iremos en la mañana!

Esa voz...
¿Por qué se me hacía tan conocida? ¿Por qué la recordaba tanto...Porqué...No, imposible.

DNA "Ahora Está En Tu ADN" "YIZHAN"❤💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora