¿Cómo es que tú?

Capítulo 20

-Ya era necesario decírselo, cada vez peleo más con Ricardo y no pude más, necesitaba decirlo y así no iba a creer que cuando estuviera feliz, no era por Ricardo, si no por ti.

Carolina cada vez más tieneclaro que esta siendo "la persona" de Luz y aunque quiere ayudarla, no sabe deque otra manera hacerlo.
Luz, cada vez más está perdiendo la motivación para seguir con la imagen de unafamilia "perfecta" y a pesar de que su plan era hablar con Ricardo, después dela boda de su hija, cada vez más se convence de hacerlo antes del tiempo en quedecidió hacer.
-ojalá los divorcios se pudieran hacer en menos de dos días.
-o en menos de uno.-Carolina normalmente no piensa mucho lo que dice y esta vezno es la excepción- la quiero mucho, y no me gustaría verla así por ese señor. Ustedes la única que sabe exactamente su situación, yo quiero ayudarla, no sé cómo,pero en lo que usted me diga, me tendrá disponible.
-con que estes conmigo me basta Carito, yo también te quiero.-Luz besa aCarolina, cada vez que esta con ella se permite ser y hacer lo que le nazca.. - ¿quieres comer algo?
-está bien.
-voy a pedir que nos traigan algo- Luz llamo a su secretaria para darle instrucciones sobre la comida.
- ¿será lo mismo para su sobrina? -Luz miro a Carolina, la cual le regreso la mirada con una sonrisa y asintiendo con su cabeza.
-emmm, si claro, lo mismo- la chic salió y Luz no pudo evitar cuestionar a Carolina.
-así que mi sobrina he.
-fue lo primero que se me ocurrió cuando me preguntaron, es la mejor excusa.
-pues si fue lo mejor que pudiste decir, pero mejor me hubieras llamado y yo bajaba por ti.
-esa es otra idea.
-¡ay Carito!, pero Vero y tú se van a conocer, ¿verdad?
-esta bien, hare lo que usted me pida, pero haga lo que haga el miedo no se me va a quitar.
-tú no te preocupes Carito.

Luz se sentía tranquila alsaber que algo de su preocupación se va con esto, pero aun hay algo que haceque ella no avance y eso es su miedo, su marido, su vida.

En todos los años de matrimonio entre Luz y Ricardo, nunca hubo ni una sola invitación a comer o cenar, nunca fue algo que ninguno deseara, pero tampoco es algo que iban a hacer aunque les pagaran mucho dinero. Justo ese día Ricardo había decidido conquistar en verdad a Luz, así que fue a buscarla para invitarla a comer, claro que no esperaba ver a una muchachita en la oficina de su mujer y tampoco verlas tan cerca la una de la otra. Aunque se le hizo un poco raro decidió ignorar eso.

-Amor, vengo por ti para ir a comer, ¿quieres?
-ya comí Ricardo, gracias.
-¿Luz?
-si.
-¿Quién es ella?
-es... mi sobrina.
-pero, ninguno de tus hermanos tiene una hija de 18 o 19 años.
-si, es que es hija de mi primo.
-tu primo Erick.
-si él, solo que nunca la habías visto a ella, y vino a visitarme porque va a estudiar acá y su papá le dio la dirección de la casa y de aquí.
-mmm, pues bienvenida, ¿Cuándo empezaste a estudiar?
-hace unas semanas señor.