Arco 2: Cruzada

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Las Tormentas Disformes estaban menguantes con el pasar de los meses desde que Sanguinius llegó al Imperio y que Ferrus Nader llegó para dirigir los ejércitos, todo se estaba volviendo lentamente para que iniciará la gran Cruzada Carmesí para poner orden en el Imperio de la Humanidad una vez más.

El Primarca de los Angeles Sangrientos se había sumergido en el labor de tratar de estabilizar Terra y su posición, si bien nunca gobernó algo tan grande como el Imperio, si sabía que a veces era necesario actuar, por lo que se alegro de tener a Nader y los ejércitos que le seguían, ya que todavía no tenía clara la lealtad de todos en el Imperio.

No se preocupaba por los Custodes, o por la mayoria de Capitulos, como habian dividido a los fragmentos de las legiones, su Legion estaba actuando adecuadamente por decirlo de una forma, habian estado recuperandose y por ahora tenia esperanza de que Yamato encuenter un tratamiento para los daños a la Semilla Genetica.

Pero primero terminaria de hablar con respecto a la cruzada, necesitaba todo el poder disponible en sus manos, habia aprendido mucho en esos meses en el poder, presentia que la Inquisicion y los Señores de Terra estaban tensos, ademas de que al menos habia un complot, cosas de esperarse.

En uno de los salones de entrenamiento de las Hermanas del Silencio era escenario donde Nader estaba entrenando una vez mas para poder saber usar sus habilidades Paria de manera adecuada, habia logrado un acercamiento con ella y en los meses que llevaba entrenando habia logrado que un contingente de cien Hermanas del Silencio le sigan en sus batallas.

Su meta era la recuperacion de sectores caidos en el caos, él y las personas con gen paria tendrian ventaja en ese territorio, al tiempo que mandaba a Siegfried para conquistar mundos rebeldes con menor presencia caotica, de manera que pudiera dirigir una de las flotas y terminar antes con campañas dificiles pero que con sus metodos podria terminar en pocos meses.

Hasta el momento estaba aumentando su campo de influencia sin recurir a sus emociones, aprendia muy rapido, digno de un Primarca, pero no solo estaba aprendiendo a pelear, estaba fortaleciendo su posicion con el Mechanicus, para conseguir mejores equipos que otras legiones o en este caso, Capitulos.

Planeaban actuar sobre el Segmentus Pacificus para atacar algunos de los peores lugares imaginables, Sanguinius atacaria el Segmentus Ultima, con la intencion de liberar la mayor cantidad de mundos que se perdieron o que estaban en duda de su lealtad.

En momentos como esos le gustaria que Guilliman estuviera alli, con la inmensa cantidad de papeleo y burocracia que le preparaba seria una pesadilla a menos que tuviera a su hermano para hacerlo.

Para Ferrus Nader esa guerra era por la supervivencia de la humanidad, en su conjunto estaban muy cincuentes de que no todos podrían sobrevivir si dejaban que está situación se expanda, el Imperio estaba podrido, Nader vio lo peor de la Humanidad durante toda su vida, ahora mismo la razón por la que estaba ayudando era principalmente por su amigo, más que alguna clase de afecto por la Humanidad.

Tenían objetivos para tomar mundos que al parecer tenían problemas con la Disformidad, muy cerca del Ojo del Terror, además de recuperar mundos de los Eldar, ya que según le explicaron, los Paria eran una pesadilla para los psíquicos y la Disformidad, por lo que el y las Hermanas del Silencio estarían más que calificados para proteger al Imperio.

El Mechanicus estaba emocionado en Marte, viendo como diferentes PCE llegaban a ellos, mejores escudos de vacío estaban listos para ser puestos en el mundo forja más importante del Imperio, y plano para reparar sus máquinas ancestrales, aunque el Fabricante General de Marte vio prudente que solo Yamato y él mismo Fabricador supieran como reparar las armas y equipos más importantes en su totalidad.

Warhammer 40K: Era CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora