Apoyo Técnico

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Sistema Prime

Una nave estaba entrando más allá de los límites permitidos por el gobernador del sistema, las primeras salvas destrozarían el espacio en pequeñas super novas controladas, las primeras naves de reconocimiento estaban llegando al lugar y escaneaban la nave, encontrando una mejor tecnología que cualquier otra nave Imperial Estándar, incluso que la Inquisición.

Los viajeros en su interior en lugar de detenerse aceleraron a máxima velocidad, más disparos de advertencia estaban llegando, pero el piloto en brillante armadura dorada estaba decidido a no detenerse hasta ver el mundo Magna Prime, su habilidad sin igual incluso por los Marines Espaciales. 

Los visores lograban detectar lugares de impacto antes de que pudieran dañar la nave, las hondas de choque estaban afectando la nave, sus campos de protección se debilitan cada segundo que pasaba, pero Hermes decidió activar sus Motores de Singularidad, la velocidad dejo de funcionar como debían y se volvió un proyectil de energía por algunos segundos del espacio real. 

Llegó a ver en la distancia el faro de energía zafiro que estaba proyectado desde el núcleo del mundo, justo en ese lugar fue detenido por ratos de campo de Éxtasis, el movimiento se detuvo en seco, no los asesino como las leyes físicas obligaban, pero evito que pudieran avanzar, eso sería un problema, en una batalla espacial estaban en evidente desventaja, su pequeña nave contra una flota mejor armada.

En el interior de la nave "Elena" viajaban un grupo de Seis Custodes, los Guardianes del Emperador tenían una sola meta en aquel lugar, y planeaban que su mensaje llegará, tenían autorizado usar cualquier método no violento para lograr un encuentro con el señor de Magna Prime y del sistema Prime.

El comunicador fue alcanzado y frente a ellos se presentó el holograma de una de las Inteligencias Abominables que servían a Yamato, una mujer joven con rasgos del antiguo oriente de Terra.

Quorra: hola visitantes sin invitación, se nos a notificado acerca de su llegada, es sorprendente que llegarán aquí con un cuarto de los sistemas de su nave dañados, han llamado nuestra atención, pero le temo que la ley del sistema es la expulsión inmediata de los intrusos

Hermes: no estamos aquí solos, se nos fue ordenado venir aquí y pedir audiencia con el señor de Magna Prime —La IA solo sonrió y dio la orden para la expulsión de la nave, cosa que los Custodes decidieron actuar con todas sus cartas— dígale que fuimos enviados por Neoth

El holograma detuvo la ejecución de la orden de expulsión en el momento que menciono ese nombre, uno que fue vetado se los anales comunes de aquellos inmensos bancos de conocimiento que formaban el océano de conciencia colectiva que conectaba a todos los hijos de Yamato Prime.

La imagen desapareció y dejo a la deriva a los Custodes, los minutos se volvieron eternos, la flota se estaba dispersando de vuelta a sus posiciones originales, así era el Sistema Prime, aún sin su número oficial en los registros imperiales era soberano de si mismo y en más de una ocasión se escucho acerca de naves de Inquisidores que explotaron en el espacio.

Finalmente se abrieron de nuevo las comunicaciones, y está vez era la imagen de Yamato la que se había materializado en el comunicador, su expresión apática de siempre, pero al ver el color dorado de sus armaduras se quitó los lentes de la cara para frotarse un ojo antes de bostezar.

Yamato: ¿Qué quieren? Si es para que les hable acerca del armatoste dorado entonces les diré que se pueden ir al demonio —Su tono de voz era igual de plano que siempre, por lo que sus insultos parecían perder toda fuerza, aunque cualquier otro en su posición habría muerto de inmediato, las naves habrían llegado y no quedaría nada—

Pero estaban en una misión especial, Hermes había soñado y el contenido de ese sueño mostraba una devastación inmensa, pero también una pizca de esperanza, en medio del fuego se veía al fin una solución al problema que los estaba aquejando y podría traer el final.

Warhammer 40K: Era CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora