Warhammer 40K: Era Carmesí

El Olvidado

Durante los Xenocidios de Rangda la II Legión avanzó contra el enemigo primordial de la humanidad a marchas forzadas, sus hermanos de armas combatían a la escoria Xenos y el mismo Emperador intervino en la Guerra que amenazaba con terminar con el Imperio de la Humanidad antes de que siquiera empezará.

Su Primarca y la legión luchaban contra los Hijos de Malicia, una agrupación de seres despreciables que tenía entre sus filas a Tecno bárbaros, Xenos y algunas máquinas corruptas de la Era Oscura de la Técnica, el grupo se había atrincherado en un sistema planetario que se volvió una fortaleza casi impenetrable y los Caballeros de Argento estaban comprobando ese hecho, cada ataque era repelido por los seguidores del Caos mientras los soldados del Emperador sangraban.

Los hermanos del Primarca veían está situación con cierto nivel de desaprobación, para Lion era una prueba más de la incompetencia de su hermano al dirigir la segunda legión, Leman pensaba que era solo desinterés en la campaña, pero era peor, ya que entonces no honraba su voto de lealtad al Emperador, pero tenía confianza en que su hermano haría algo que dejaría a todos con la boca abierta, al menos eso esperaba o le rompería las piernas.

Tlanextic, el Primarca de la XI Legión confiaba en que la segunda haría su trabajo, y analizo su estrategia, era tan problemático, atacaban sin coordinación, a veces bombardeaban un mundo y en otras atacaban las defensas en órbita, pero siempre escogían escapar antes de una batalla que los confronte con esos aliados de los Rangda.

El Emperador noto que usaban una gran cantidad de poder de fuego, tácticas vistosas que terminaban en retiradas totales, dejando que los defensores celebren sus victorias sobre el enemigo que los invade, cuando Lion exigió que su padre hiciera que su hermano fuera más activo en la batalla, el Emperador solo contesto "Dejalo hacer su trabajo".

Tras dos meses de ataques los Hijos de Malicia al fin atacaron a la flota de sus enemigos, la Barcaza de batalla de clase Gloriana, la llamada "Escudó de la Humanidad", fue su principal blanco, Miles de naves llegaron desde todos los planetas, llamaron a lo aliados que tenían en otras secciones de la zona de los Rangda.

La sangre de uno de los hijos del emperador era un premio demasiado jugoso para dejarlo pasar, por lo que pronto un ejército que superaba en casi 1,000 a uno a los hijos del segundo Primarca estaba sobre ellos.

La flora de los Marines Espaciales Emprendió la retirada, uno por uno las naves fueron destruidas, las transmisiones psíquicas que fueron interceptadas por los Rangda mostraban pánico, miedo a ser asesinados, no quedaban más que 500 Marines Espaciales, y su Primarca fue herido en uno de los ataques del enemigo.

La persecusión tardo dos semanas en que lograrán alcanzar la nave insignia en un planeta solitario que giraba alrededor de una estrella antigua, la nace se estrelló y los invasores desembarcaron en el planeta, atacando en coloso caído, rodeados por solo arena eran blancos fáciles para los ataques de los Caballeros de Argento, que aún con sus números reducidos sus ataques eran feroces, cada ataque era contestado con ira asesina y un poder psíquico que destruía la tierra.

Los cielos eran negros por una tormenta psíquica que atacó el mundo, el sol se oscureció y la energía de la Disformidad recorría los continentes hasta el Escudo de la Humanidad, los Xenos atacaban durante horas, encontrando soldados hechos de energia pura, no lograban entrar a la nave y sus ataques orbitales carecian de efectividad, ya que las leyes de la fisica dejaron de existir.

Cientos de Marines Espaciales hechos de pura energia estaban avanzando fuera del crucero, los Rangda no se detuvieron, seguian luchando encarnizadamente y con cada batalla pagaban con litros y litros de sangre cada metro de avance, pero ya estaban cerca, en la distancia veian la dañada estructura de metal que estaba reposando entre montañas.