"Para que lo efímero se vuelva eterno, solo basta que nos amemos"
Macarena y Julián se conocen desde chicos, siempre se gustaron, siempre sintieron cosas el uno por el otro. Y aunque lo que tuvieron cuando eran tan sólo unos niños pudo parecer efíme...
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biamontemacarenahace 15 min
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Con mi hermano llevamos a Anita a una plaza que queda cerca de lo de la abuela y teniendo un montón de juegos Ana Paula eligió utilizar un árbol como su entretenimiento.
—¡Maca mira!— Exclama la pequeña rubia para mostrarme como se trepa a una de las ramas.
—¡Wow! ¿Vos sola llegaste ahí?— Le digo haciendo de cuenta que no veo a mi hermano agarrarla detrás.
—¡Chi!— Me responde riendo.
Bauti se encarga de supervisar el resto de las ocurrencias de nuestra hermanita mientras yo me dedico a indagar en redes sociales. La realidad es que solo actualizo mi inicio esperando a ver alguna publicación o historia de Julián que indique que ya está acá, para evitar cruzarlo. En principio porque volver a Calchín, como siempre, es revivir todo lo que pasó. Volver a verlo es volver a pasar todo ese dolor por mi corazón.
Es acordarme como lo ví subirse a un avión cuando más lo necesitaba cerca mío. Es volver a esos días en los que hicimos videollamadas que duraban horas, conmigo llorando al teléfono porque lo extrañaba y necesitaba que me abrazara después de que la situación de mi familia se fuera al carajo. Es acordarme a ese tiempo cuando creía que el dolor insoportable que tenía en mi pecho no iba a sanar, porque nuestros caminos estaban separados y porque en un corazón que sufre tanto, no había espacio para amar. Y ese corazón no era el de Julián, era el mío.
Saber que Julián viene al pueblo es recordarme que haber cortado con él fue arruinar lo único bueno que tenía en mi vida en aquel momento.
biamontemacarena hace 10 min
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