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13 de septiembre de 2022; 15:00h  Córdoba; Argentina

Mi pie golpetea contra el piso porque los nervios me consumen. Y ya se que eso le va a hacer mal a la beba, pero no puedo evitar estar a punto de estallar de los nervios. 

Veo una y otra vez ese chat y se me revuelve el estomago. No se si porque la criatura está jugando a hacer roles adentro mío o porque tengo ganas de vomitar de la ansiedad.

—Tranca Maca, te va a hacer mal— Me dice Marti desde la cocina de su departamento—¿Querés un té?

Le digo que si y apago la pantalla de mi teléfono. Suspiro como tres veces, fuerte y sonoramente por lo frustrada que me siento.

Hace una semana que recibí un mensaje que me descolocó completamente y sinceramente tengo ganas de romper todos los platos de la vajilla de Martina.

—No entiendo Mar, si ya decidió que no quería ser parte de esto, ¿Para que aparece ahora?

—Amiga ya vas a hablar con él, trata de no pensar tanto en eso— Veo como pone la pava y agarra dos tazas de cerámica que le regale hace unos años— Estoy segura que es positivo Macu.

Trato de convencerme de que mi amiga tiene razón. Pero lamentablemente me es imposible.

¿Cómo más se supone que tengo que reaccionar ante el repentino interés del progenitor de la criatura?

No puede ser algo bueno. Estoy casi segura de que no.

Estoy a una semana de la fecha de parto y este hijo de su madre quiere aparecer ahora. Me da mala espina y no puedo evitar sentirme de esta forma.

Por alguna razón, todo lo que se trata de esta bebé, a partir de hace unos meses, me hace ponerme a la defensiva. Llámenle instinto materno, o ansiedad pre parto. Pero ese sexto sentido me está diciendo en todo los idiomas posibles que no vaya a hablar con ese tarado.

—Macu, tomá— me pasa la taza con té que emana humo y se sienta en el sillón frente a mi— Posta, quedate tranqui amiga. No vas a ir sola, va a estar Bauti con vos. A ese imbécil se le van a fruncir las bolas de tan solo saberlo.

—Si, ya se— Me paso una mano por la cara y respiro profundo.

—Bueno, entonces si ya sabes. Vas a dejar de sobrepensar eso y vamos a ver en esta pagina de ropita de bebé que le podemos comprar a la gordita— La rubia me dedica una sonrisa tan dulce que no puedo decirle que no. Y aunque todos mis seres queridos me están sobreexplotando de ropa, accesorios, juguetes y demás cosas para mi hija, acepto con el objetivo de distraerme hasta que tenga que ir a encontrarme con ese pelotudo.

13 de septiembre de 2022; 16:30h — Buenos Aires; Argentina. 

—Atención Pasajeros del vuelo JA3101 con destino a Córdoba Capital. Lamentamos informales que con motivos de problemas técnicos con el vehículo habrá una demora de una hora aproximada para el embarque, desde ya la aerolínea se disculpa con cada uno de ustedes...— dejo de escuchar lo que dicen por el parlante de la sala de espera del aeroparque porque sino entro en crisis.

—La puta madre— susurro por lo bajo.

Veo la hora en mi teléfono y suspiro con frustración.

De todas las cosas que tengo en la cabeza, la que más me preocupa es como mi familia vaya a reaccionar ante la noticia que les voy a dar.

Y mierda que estoy nervioso. Ya casi que se me acalambra la pierna del tic que me agarró de moverlo con nerviosismo. 

Sobre todo me da miedo lo que me diga mi mamá.

ETERNO | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora