°The Chapter 8°

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Abigail se encontraba sentada en el duro piso de grava, con la espalda recostada contra la farola de la carretera mientras se planteaba internamente cuan estúpida había sido. El frío ya se había apoderado de su cuerpo debido a la larga espera. Tenía puesto solamente un vestido que no la ayudaba con el clima de la noche y sentía que temblaba, aunque eso fuese resultado de los nervios que había experimentado.

Llevaba esperando en aquel remoto lugar durante un largo tiempo, Julián le había prometido salir de inmediato y ya debería estar cerca, pero la espera se le estaba haciendo eterna. Su reloj le indicaba que ya eran las 5:50 am y notaba como la luz comenzaba a aparecer en el horizonte, anunciando que el amanecer estaba cerca.

Se sentía realmente avergonzada. Meterse en ese tipo de problemas siempre había sido recurrente en ella, pero la novedad era que ahora Julián parecía haberse comprometido a sacarla de ellos, inevitablemente lo había arrastrado a ser su salvador. Le apenaba mucho la situación y no quería saber que podría llegar a pensar Julián de ella, seguramente creía que era una niña estúpida y crédula. Nunca le importo lo que el cordobés opinase de ella, pero ahora las cosas habían cambiado y considerando que el jugador era quien la ayudaba, le había comenzado a importar que no creyese que era una autentica idiota.

Con el pasar del tiempo había dejado de llorar y se había tranquilizado, pero nada le produjo tanto alivio como ver el auto de Julián a lo lejos. El vehículo negro se acercaba a gran velocidad por la carretera, rebasaba a los pocos autos que circulaban e incluso parecía estar formando parte de una carrera. Finalmente aminoro la marcha para detenerse a su lado y Abigail pudo subirse escapando de aquel lugar de una vez por todas.

Julián la miro durante unos segundos cuando la joven se adentró al vehículo y al notar que no soltaba una palabra decidió arrancar nuevamente, manejando despacio sin intenciones de alterarla o incomodarla.

Abigail no le había contado mucho en la llamada. El llanto y los nervios únicamente le habían dejado explicar donde se encontraba en aquel momento, aun así hizo mención de Cristian y Julián supo que el percance seguramente había sido provocado por el jugador de Boca.

Mientras conducía, Julián la miraba de reojo para asegurarse de que la chica se encontrase bien. Le preocupaba su bienestar por lo que pudo notar las mejillas junto a la nariz roja de la joven, pero ahora estaba seguro de que se moría de frio por cómo había comenzado a temblar a su lado aún con la calefacción encendida.

-Agarra eso Abby – Julián soltó el volante con una mano para poder señalarle la campera que descansaba en el asiento trasero – Ponete mi campera que seguro estas congelada

Abigail lo miro durante unos segundos, para luego voltear al asiento trasero y poder alcanzar la campera de Julián. Se la colocó sintiéndose abrigada al instante, la prenda tenía el perfume característico de Julián y no quería admitir que era confortante.

-Gracias... Y gracias por venir a buscarme...- Abigail se animó a contestarle, era lo primero que le decía desde que se había subido.

Julián la miro de reojo e hizo una mueca al notar los ojos aun llorosos de Abigail, la cual ahora recargaba su cabeza contra el vidrio. La joven a su lado se veía destrozada y lo inquietaba de sobremanera no saber como ayudarla.

- Abby...- No quería entrometerse, pero necesitaba saberlo. Quería asegurarse de que la joven estuviese fuera del peligro- ¿Qué fue lo qué pasó?

-...Fui una estúpida- Abigail no quería hablar de lo ocurrido, pero sabía que Julián se merecía unas explicaciones y saber porque había terminado buscándola a mitad de la carretera en medio de la madrugada.

The Game - Julián AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora