°The Chapter 21°

14.1K 1K 1.2K
                                    


Abigail y Julián no habían puesto en palabras lo que sentían por el otro, pero ya era un hecho para ambos que ciertamente su relación estaba más cerca de ser verdadera que falsa. La muchacha se encontraba alegre a pesar de no haber hablado con el cordobés acerca de lo que ocurría entre ambos, porque las cosas estaban fluyendo demasiado bien entre los dos y simplemente quería dejar que todo ocurriese con naturalidad. Sabía que Julián la quería y eso le bastaba, ya que el comportamiento del jugador era prácticamente el de una pareja real y Abigail no necesitaba ningún título que le confirmase el afecto que Julián sentía hacia ella.

El temido día en el que ocuparía lugar el clásico enfrentamiento River versus Boca había llegado y Abigail no podía sentirse más exasperada al estar viéndolo desde su casa, realmente deseaba estar ocupando su preciado lugar en las gradas para poder alentar a Julián en vivo. Aunque la muchacha hubiese querido presentarse al estadio, Julián se había tomado muy enserio la advertencia de Zeballos y prácticamente la había obligado a permanecer fuera del monumental. El jugador de River conocía lo terca que podía ser Abigail, así que incluso se había asegurado de que su amiga Maia se quedase con ella para ver el partido, pidiéndole que no permitiese que la muchacha pise las afueras de su vivienda hasta que finalizase el juego.

Por lo que en aquel momento, Abigail se encontraba en el sillón de su casa mordiéndose las uñas mientras miraba con inquietud el televisor junto a su amiga. Ambas estaban compartiendo un mate mientras esperaban los pocos minutos que faltaban para el inicio del partido.

Afortunadamente, Julián había encontrado la manera de disipar gran parte de los nervios que sentía Abigail, y lo logró asegurándole que nada malo estaba ocurriendo a través de cientos de mensajes. El jugador había recuperado el valioso teléfono de Abby días atrás, cuando en la recepción le informaron que alguien lo había encontrado perdido justo aquella tarde que pasaron juntos en los vestuarios. La muchacha se había sentido muy aliviada al recuperar su celular y le provocaba tranquilidad que nadie parecía haberlo tocado en aquel periodo de tiempo en el cual estuvo desaparecido.

Julián tuvo que dejar de enviarle mensajes cuando lo llamaron para comenzar a precalentar junto a sus compañeros, por lo que se despidieron rápidamente luego de que Abigail le desease suerte al jugador. La muchacha entonces observo junto a su amiga como el canal deportivo transmitía imágenes de la cancha y de los jugadores de ambos equipos preparándose para comenzar, por lo que ambas se acomodaron mejor para poder ver el juego cómodamente. Maia le ofreció un último mate a su amiga, pero Abby lo rechazo automáticamente al escuchar al relator comenzar con la introducción del partido.

- ¿No queres más? – Su amiga le pregunto extrañada antes de proceder a tomarlo ella misma.

-No, creo que voy a vomitar en cualquier momento – Abigail le respondió con sus ojos clavados en la pantalla debido a los nervios que sentía.

Abigail tenía dos grandes preocupaciones en mente, la amenaza que había soltado Pavón en su contra y el rendimiento físico que pudiese llegar a tener Julián en aquel partido. La muchacha tenía muy en mente la lesión de Julián y temía que el cordobés no se cuidase adecuadamente. Si Julián hacía mucho esfuerzo de la manera incorrecta, era incluso posible que debiese abandonar el partido antes de finalizarlo debido a su lesión. Julián debería estar bien atento en la cancha, tenía que cuidarse de que Cristian no lo perjudicase y también tenía que cuidarse de sí mismo, controlando su propio rendimiento.

Cuando los jugadores ya se encontraban en el campo de juego, comenzaron a informar cuales serían las alineaciones de ambos equipos. Abigail no pudo explicar el alivio que sintió al ver como Cristian Pavón no sería un jugador titular de Boca, aquello significaba tranquilidad y seguridad para Julián durante todo el tiempo que el jugador no estuviese en la cancha. La alineación de River comenzó a ser relatada y Abigail sonrió al ver la cara de Julián en la pantalla, el cordobés tenía una mirada alegre mientras lucia el número nueve. Aunque Julián no estuviese viéndola, Abby llevaba puesta aquella remera de River con el apellido "Alvarez" grabado en la espalda, la misma que el jugador le había regalado tiempo atrás.

The Game - Julián AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora