°The Chapter 25°

19.1K 1.2K 1.6K
                                    


La tensión entre Abigail y Julián había incrementado notablemente luego de aquel enfrentamiento en la casa del jugador. No habían podido evitar aquella desafortunada confrontación entre ambos, ya que sus sentimientos se desbordaban por completo y cada mínima provocación parecía desatar un sinfín emociones difíciles de manejar. La relación entre los dos se encontraba en un extraño limbo que ni siquiera ellos lograban comprender.

Luego de que Abigail abandonase la casa del jugador, no volvieron a mantener ningún tipo de contacto durante el resto del día, a pesar de que Julián había intentado contactarla múltiples veces. Abigail había decidido ignorar sus llamadas, ya que creyó que aquello era lo mejor para ambos. Necesitaba evitar a Julián por su propio bienestar, ya que la cercanía con el jugador solamente lograba confundirla cada vez más y no se creía capaz de hacerle frente por mucho tiempo.

Un día después de lo ocurrido, Abigail se encontraba en su cuarto admirando el conjunto que había seleccionado para la noche de Gala. Exequiel Zeballos la pasaría a buscar en unas pocas horas y debía estar lista cuanto antes para que ambos pudiesen partir al dichoso evento. Todavía rondaba por su mente aquella sorpresiva invitación de Julián y se preguntaba si realmente el jugador hubiese estado dispuesto a rechazar a Armani por ella.

Mientras se miraba en el espejo, se imaginó como hubiese sido asistir a la Gala con Julián. Suponía que en aquel momento se hubiesen estado preparándolos dos juntos en la casa del jugador, no tomándose en serio el evento y enfocados en ellos mismos, simplemente pasándola bien. Abigail sintió que ya no tenía muchas ganas de asistir a esa Gala y gran parte de ello se debía a no poder ir con el jugador de River. Sabía que todo aquel enfrentamiento se había desatado debido a la tensión acumulada entre ambos, pero realmente no podía pensar en otra manera de haberlo resuelto sin terminar confesándole sus sentimientos a Julián.

Comenzó a vestirse sintiéndose inquieta, ya que tenía el gran presentimiento de que algo ocurriría aquella noche y la incertidumbre ocupaba su mente por completo. Abigail había elegido un delicado vestido color vino, el cual tenía un precioso corsé que acentuaba su busto y contaba con pequeñas transparencias que exponían delicadamente partes de su piel. La falda era larga y de un material sedoso, con un pequeño corte al costado que dejaba lucir sus piernas. Abigail se veía especialmente radiante aquella noche y su reflejo en el espejo pudo confirmárselo, su esfuerzo para lucir presentable había rendido frutos.

Exequiel Zeballos se presentó en su casa a la hora acordada para llevarla a la Gala y luego de terminar de arreglarse juntos, partieron hacía el dichoso evento. Abigail se encontraba nerviosa mientras veía los edificios a través de la ventana y jugaba con sus anillos buscando distraerse, pero era un vano. Afortunadamente, Zeballos pudo entretenerla con una charla durante el camino, lo cual mantuvo a Abby lo suficientemente dispersa hasta que llegaron a la Gala.

La cantidad de autos y de gente que se encontraba en la entrada del evento era impresionante. La alfombra roja estaba llena de parejas paseando y tomándose fotos, mientras que el público se encontraba detrás de unas vallas gritándole a cada jugador que pisaba el lugar. Abigail se encamino por aquella alfombra roja de la mano de Zeballos, lo cual desato un sinfín de gritos y fotos por parte de los periodistas. La muchacha apretó inconscientemente la mano del jugador de Boca cuando todas las cámaras apuntaron hacía ellos, sintiéndose nerviosa ante la reacción que pudiese tener el público.

Comenzó a arrepentirse en el momento que recordó todos los comentarios negativos que experimento en el pasado y se sintió estúpida al estar exponiéndose a lo mismo una vez más. Pero ya se encontraba allí y no había vuelta atrás, por lo que únicamente le quedaba caminar con la cabeza bien en alto. Zeballos a su lado, pudo notar la inquietud de la muchacha, así que se acercó a su oído para poder susurrarle bajito.

The Game - Julián AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora