°The Chapter 22°

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La vida de Abigail parecía continuar con normalidad, aunque ella sintiese que viviera las cosas en modo automático. La ausencia de Julián era algo que le seguía afectando y no podía lograr olvidarlo por más que lo intentase. Haberlo visto desde lejos el día anterior en el partido, logró removerle todos los sentimientos que intentaba esconder en lo más profundo de su pecho, pero a pesar de todo, la había alegrado un poco verlo regresar triunfante a la cancha.

Abigail llevaba varios minutos intentando arreglarse de la mejor manera posible para verse presentable, debido a que en algunos instantes seria evaluada en aquella entrevista de trabajo que Julián le había conseguido días atrás. Aún no estaba segura de que fuese correcto probarse para aquel puesto en el grupo de elite, puesto que sentía que sería aprovecharse de Julián al tomar aquella oportunidad que le había brindado tiempo atrás, siendo que el jugador seguía en malos términos con ella. Pero su sentido común le decía que sería muy estúpido de su parte no presentarse a aquella prueba, ya que perdería la oportunidad de su vida y dejaría mal parado al cordobés que le había conseguido la chance de intentarlo.

Cuando llego la hora, Abigail se dispuso a partir rumbo hacía el lugar donde sería el gran evento. No podía evitar sentirse un poco inquieta, pero se mentalizo para intentar dar lo mejor de sí misma y no arruinar aquella oportunidad única.

A penas llegar, Abigail fue introducida a las personas que se encargarían de evaluarla, las cuales le explicaron que era lo que se esperaba de su rendimiento y comenzaron a dictarle las tareas que debía realizar. A medida que el tiempo pasaba, Abby comenzó a sospechar que algo extraño estaba sucediendo. Habían dos chicas más que también estaban a prueba, intentando conseguir el único puesto disponible para el renombrado grupo de chefs, pero aquel no era el problema. La muchacha notó que, a diferencia de sus compañeras, las tareas que le eran otorgadas no tenían relación con el puesto al cual estaba intentando acceder.

Al comienzo, la mandaron a hacer un recuento del stock de los alimentos del frigorífico, le ordenaron organizar los utensilios que utilizarían e incluso, la hicieron lavar un sinfín de vajillas, siendo que sus compañeros ya tenían diversas tareas en el área gastronómica. Abby no comprendía como se suponía que iban a evaluar su habilidad como cocinera si ni siquiera tenía la chance de preparar algún platillo, simplemente estaba haciendo tareas absurdas.

Cuando finalmente le encargaron una tarea acorde a lo que Abby estaba buscando hacer, se dio cuenta que era prácticamente imposible que lograse cumplirla. Los evaluadores querían que Abby pudiese replicar un plato a la perfección, sin ninguna indicación por parte de ellos e incluso exigiendo que sea exactamente igual a lo que los chefs principales habían realizado. Abigail era consciente de que no podía hacer una réplica exacta sin una receta, era algo imposible y no tardo en entender que aquello era una trampa para poder descartarla, no iba a lograrlo y la mandarían a casa. Pero la muchacha aun así quiso intentarlo, iba a hacer lo que estuviese en sus manos para no perder aquella valiosa oportunidad.

Abigail presentó su mejor versión de lo requerido a los evaluadores, luego de varios minutos de arduo trabajo y de estrés al no saber muy bien lo que estaba haciendo. A diferencia de sus compañeros, Abigail no había recibido ninguna indicación y únicamente preparó el plato con su criterio personal. La muchacha hizo su mejor esfuerzo y en su opinión, era una de las mejores cosas que había preparado en mucho tiempo, por lo que dejó con orgullo su plato en el mesón de evaluadores.

- A continuación, probaremos el plato de la señorita Godoy – Uno de los chefs principales informó, mientras que el resto se acercaba a ella y a su creación.

Abigail sonrió en silencio mientras observaba como las diferentes personas se acercaban a degustar lo que ella había preparado, sintiéndose nerviosa al ser juzgada por primera vez. La muchacha no pudo leer la reacción de los jueces, por lo que se quedó en silencio esperando una devolución.

The Game - Julián AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora