The Game - Julián Alvarez

°The Chapter 24°

Abigail no toleraba las largas esperas y mucho menos si se encontraba nerviosa. Llevaba varios minutos varada en la recepción del hospital, intentando que alguna enfermera pudiese brindarle la información que necesitaba lo más rápido posible. Se había perdido intentando buscar la habitación que quería encontrar, jamás había ingresado a aquella zona del establecimiento médico y por lo tanto, no tenía idea de donde se encontraba la sala de rehabilitación en la que Julián se estuvo intentando reponer durante aquellos días. Creyó que sería una buena idea pedir indicaciones para ahorrar tiempo, pero parecía que únicamente lo estaba desperdiciando ya que nadie se las brindaba.

Aquella misma mañana, Abigail había recibido la repentina llamada de Julián. El jugador le había preguntado si podía acompañarlo en su última sesión de rehabilitación, por lo que Abigail no dudó en aceptar. El alta le sería otorgada a Julián de manera definitiva después de un exhaustivo chequeo, ya que su recuperación había resultado mejor de lo previsto y ya no había riesgos en cuanto a su salud física. Abby se alegró al escuchar al cordobés relatarle aquello por teléfono y no pudo evitar enternecerse debido a que Julián quisiese su compañía en aquel día tan importante para él.

Cada vez le costaba aún más tolerar la idea de seguir siendo únicamente la amiga de Julián. Creyó que realmente iba a poder soportarlo, que le bastaba con verlo feliz y que no iba a importarle nada más que aquello. Pero realmente le costaba esconder todo lo que sentía por el cordobés y mantenerse firme. Extrañaba los besos de Julián, tomar su mano sin ningún motivo y que el jugador de River la presumiese en todos lados como su pareja. Aquellos meses fingiendo ser la novia de Julián habían sido de los mejores de su vida y a pesar de poder seguir estando a su lado, simplemente no era lo mismo ser su amiga.

Abigail soltó un largo suspiro mientras se recostaba contra la pared de la recepción del hospital, aun aguardando para poder ver al cordobés. Tenía la mirada clavada en uno de los pasillos, esperando que la dichosa enfermera volviese con la información, por lo que se sorprendió al observar una conocida cabellera rubia cruzar por la habitación. Le resultó muy extraño encontrarse a Camila Armani caminando hacía ella con una sonrisa socarrona en el rostro, parecía que el cordobés también la había invitado a su último día de rehabilitación. En ese mismo momento, pudo confirmar lo mucho que la detestaba.

-Hola Abigail – Camila la saludo falsamente cuando se detuvo frente a ella, la muchacha vestía un lindo conjunto blanco mientras que su cabello se encontraba recogido en una colita tirante.

-Hola – Abigail respondió su saludo sin mucho interés, no iba a ser simpática con alguien que ni siquiera le agradaba.

-Que sorpresa verte acá – Camila le dijo con una voz espantosamente falsa – No creo que Julián espere tu visita

-Él me llamo – Abigail le respondió rodando los ojos. Sabía que Camila iba a intentar rebajarla, por lo que estaba preparada para escuchar cualquier idiotez de su parte.

-Qué raro...- Camila murmuró haciendo un puchero – Igual quédate tranquila que estaba bien acompañado

-Me imagino – Abigail le respondió de manera sarcástica mientras se cruzaba de brazos.

-Si... - El rostro de Camila cambio ligeramente cuando dejó de lado su falsa amabilidad, no le agradaba en lo absoluto Abigail y mucho menos saber que Julián había acudido a expareja en lugar de a ella – Mira, te voy a dar un consejito porque se lo mucho que te importa Juli

Una sonrisa irónica se formó en los labios de Abigail mientras observaba a la muchacha frente a ella, expectante a la ridiculez que seguramente soltaría la rubia en los próximos segundos. Claramente, Camila no conocía a Julián como lo hacía Abigail y estaba muy lejos de saber lo que realmente podría hacerle bien al jugador de River, así que Abby no pensaba tomarse nada de lo que dijese en serio.