°The Chapter 28°

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Abigail tomo la decisión de evitar visitar el monumental durante un buen tiempo a causa de su enfrentamiento con Camila Armani. Era usual que la hermana menor del arquero se pasease por las instalaciones del estadio y Abigail quería eludir otra confrontación, ya que estaba segura de no poder controlarse si se la llegaba a cruzar nuevamente. Por más que había intentado eliminar todo rastro de enojo en contra de la rubia, era imposible no tenerle rencor a alguien que había dañado tanto a su pareja.

Sabía que las cosas no se quedarían de aquella manera, debido a que justo como lo había prometido, Julián se estaba encargando del asunto y trataba de encontrar alguna medida legal que pudiese aplicar en contra de la rubia por haber intentado perjudicarlo intencionalmente. A pesar de ver al cordobés inmerso en aquel tema, Abigail no era paciente y constantemente se le venía a la cabeza la idea de aparecerse en la casa de Armani para "hacer justicia con mano propia", ya que aquella era la única sanción rápida y efectiva que se le ocurría.

La impotencia ante todo lo ocurrido carcomía de cierta manera la conciencia de Abigail. La muchacha había pasado por muchas situaciones desafortunadas desde la separación con su expareja, por lo que realmente le producía cierto desconsuelo ver como toda aquella gente que se había encargado de perjudicarla, se encontraban continuando impunemente con su vida como si nada. Julián había notado a la muchacha un poco más decaída de lo normal, a pesar de que Abigail se esforzase en no demostrarlo, así que se ocupó de hacer cosas por ella y hacerle pasar lindas tardes a su lado, buscando abstraerla de sus preocupaciones.

Lo mejor que había podido pasarle a Abigail era justamente estar con Julián. El cordobés iluminaba sus días sin siquiera esforzarse, ya que la hacía sentir mejor simplemente regalándole sonrisas. Abigail había notado como el jugador siempre estaba enfocado en hacerla reír con algún chiste estúpido o mimarla cuando se encontraba decaída, por lo que no podía evitar enamorarse cada vez más de su novio.

Era un viernes por la tarde y Abigail se encontraba cumpliendo su jornada laboral en la cafetería como era habitual, terminando con todas sus tareas pendientes para poder regresar a su casa. Se encontraba aburrida e intentaba finalizar lo antes posible, ya que el jugador de River le había prometido ir a buscarla aquella tarde y llevarla a su casa para poder cenar juntos. Abby se había pasado los últimos cuarenta minutos observando distraídamente las agujas del reloj, esperando el momento en el que el cordobés cruzase las puertas para llevarla consigo.

Abigail se puso a recoger la última mesa que le quedaba y se alarmó al sentir unas manos en su cintura, tomándola con cuidado desde su espalda. La muchacha se sobresaltó y se dio vuelta con rapidez, encontrándose con la gran sonrisa de su novio que acababa de llegar. Afortunadamente, no quedaban personas en el local que pudiesen escuchar el insulto al aire que soltó Abigail cuando se asustó.

- ¡Me asustaste boludón! – Abigail le recrimino al cordobés mientras dejaba un pequeño golpe sobre sus hombros, sacándole una carcajada al jugador.

- Perdón bonita – Julián murmuró con una sonrisa antes de acercarse más a la muchacha, para poder dejar un corto beso en sus labios - ¿Te falta mucho?

- No, en cinco estoy – Abigail le respondió peinando cariñosamente el cabello del jugador hacía atrás, con una sonrisa en su rostro que aparecía por primera vez después de aquel ajetreado día.

- Te espero entonces – Julián le dijo antes de soltarla con delicadeza.

El jugador de River tomo asiento en la mesa que usualmente ocupaba, distrayéndose con su celular para poder matar el tiempo que restase para que Abigail terminase con todas sus tareas pendientes. Al poco rato, la muchacha volvió a aparecer en su radar cuando se aproximó hacia él, ya cambiada con ropa normal para poder partir y comenzar con sus planes de aquel día.

The Game - Julián AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora