Capítulo 10

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Sasha se dirigía hacia el origen de la señal que había estado recibiendo las últimas cuatro horas, cuando su nave salió del salto hiperespacial se encontró frente al origen de la señal. Un sistema estelar en los límites de la galaxia, casi que estando la mitad de este afuera. Sasha pasó junto a la estrella central del sistema, una estrella pequeña, blanca y que a duras penas tenía la fuerza suficiente para brillar. Eones atrás debió ser una estrella de poder inimaginable, pero ahora, apenas si le quedaban fuerzas para mantener unidos a los planetas que la orbitaban y como resultado el sistema poco a poco se iba desarmando.

Sasha continuó hasta llegar al origen de la llamada que no dejaba de parpadear en su panel de control. Una luna amarillenta orbitando un gigante gaseoso, era el único planeta que resaltaba en ese sistema, los demás eran solo rocas inertes sin la más mínima señal de vida. A medida que Sasha recorría los cielos de la luna la señal parpadeaba cada vez más rápido, indicando que se estaba acercando. Por fin tuvo a la vista una plataforma de aterrizaje que parecía ser el origen de esa señal. Tras aterrizar y descender lo primero que vio la ocelote fueron dos cuerpos de reptiles regados por la plataforma. Claramente había habido un combate aquí y si quedaba alguien o no era mejor tomar precauciones. Sasha avanzaba con su arma levantada frente a ella. Al entrar en la única edificación que había junto a la zona de aterrizaje lo primero que vio fue otro cuerpo tendido junto a la puerta. Dentro estaba oscuro, la iluminación era bastante mala pese a que fuera de día, por lo que encendió la linterna de su arma para poder ver mejor y en cuanto apunto la luz hacia el pasillo que tenía delante vio tres cuerpos más. Sumaban ya seis. No iba a negar que era una escena espeluznante, pero aun así quería seguir avanzando para averiguar qué o quién había estado enviando la señal. Avanzó por el pasillo pasando junto a los cadáveres hasta llegar a lo que parecía ser un salón bastante amplio y completamente destrozado. En donde encontró otros cinco cuerpos más. Sasha entonces daría un sobresalto al escuchar algo caer al suelo, al apuntar su linterna hacia el origen del ruido vio a Kursed, sentada en una gran silla con las patas sobre el escritorio que tenía delante y con una botella en la mano.

Kursed: Ya estabas tardando *sorbo*

Sasha suspiro aliviada. Ambas volvieron a la nave, Kursed se acomodó como pudo tras el asiento de Sasha y despegaron. Solo entonces ella pudo ver que en realidad nunca estuvo en un planeta, sino que todo este tiempo se trató de una luna, pequeña e insignificante, orbitando un planeta tan grande que seguramente fuera gaseoso, quedando poco a poco atrás a medida que se alejaban y haciéndose más pequeña hasta perderse entre el mar de estrellas que era el universo. No podía evitar sentir algo en el pecho al ver la roca volverse más pequeña en el vacío del espacio. Si quedaba alguien o no en esa roca, no lo sabía.

Sasha: Y... ¿me vas a explicar que fue lo que pasó?

Kursed: ¿De verdad de interesa?

Sasha: Bueno veamos, estás desnuda, hueles horrible y estas bebiendo esa porquería. Mínimo algo interesante debió pasar.

Lo que Kursed tenía en esa botella no era agua o licor, era una infusión en polvo que se disolvía en agua. Un suplemento alimenticio barato y alto en calorías. El problema era que no había nada realmente sano o nutritivo en esa cosa, la cantidad de químicos y productos industriales que se usaban en su elaboración lo convertían básicamente en un veneno. Podías sentir como tu expectativa de vida se reducía con cada sorbo. Algunos bromean diciendo que beber combustible es más sano, otros directamente lo dan por hecho. Su uso era muy común en prisiones o planetas donde abundaban la esclavitud y la extrema pobreza.

Kursed: Era lo único que había ahí para comer. Los piratas que nos atacaron me capturaron y me vendieron a esos lagartos.

Sasha: ¿Por eso desapareciste cuando atacaron el convoy? Creímos que habías seguido a uno de los cargueros luego del ataque o que simplemente te habías largado cuando nos atacaron. Pasha se empezó a preocupar cuando no pudo contactarte de ningún modo.

Kursed: ¿Cuánto tiempo estuve fuera?

Sasha: En tiempo de Restik, casi cuatro semanas.

Para ella fue como si hubiesen sido meses, la corta duración de los días en esa luna le había hecho perder la percepción del tiempo.

Sasha: Y todo ese desastre... los cuerpos ¿fuiste tú?

Kursed: ¿Quién más pudo haber sido?

Pese a que por lo menos ella la considerase su amiga, Sasha no podía evitar pensar que a veces podía ser alguien escalofriante.

Sasha: Creí que vendrían también los demás.

Sasha: Nah, Pitch ha estado muy ocupado en los talleres, y Kord ha estado trabajando con Pasha estas últimas semanas.

Kursed: ¿En qué?

Sasha: Quieren intentar sacar a esa liebre, Calín, de la cárcel. Tiene demasiados contactos como para dejarlo ahí.

Eso pareció darle una idea a Kursed. Cabía la posibilidad de que alguno de los contactos que tenía la liebre pudiese darle información sobre el piloto que buscaba, si es que para este punto Arpechio no había cancelado ya el trato creyendo que habría muerto o simplemente se habría largado. Si de alguna forma aún seguía trabajando para él entonces la información que podría conseguir de Calín seria de utilidad. Y para eso tendría que ayudar a sacarlo de prisión.

Una vez en Restik, Sasha le entregó su chaqueta a Kursed para que no fuese desnuda por las calles. Con el metro noventa y siete de la ocelote era suficiente para que solo con esa chaqueta pudiese cubrir el metro setenta y tres de Kursed. Lastima que no tenia otro par de botas que pudiese darle también, caminar descalza por las calles húmedas y llenas de basura no era nada agradable, además de que seguro haría que se resfriara. Las luces de neón y los tubos fluorescentes que llenaban las calles encandilaban sus ojos como si mirase directamente al sol. Las noches en aquella luna eran oscuras, únicamente iluminadas por las estrellas, y silenciosas, no había naves sobrevolando o ruido de maquinaria, tampoco estaba el ruido de los bares o comerciantes. Kursed nunca se había percatado de lo ruidoso que era Restik.

Finalmente estaba de vuelta en el restaurante de Pasha. Al verla el oso corrió hacia ella como si su cojera hubiera desaparecido y la abrazo con fuerza levantándola en el aire. Sasha aun estaba presente observando la escena algo incomoda, nunca había visto a su jefe así de jovial, de echo se le hacia extraño verlo así. De seguro no se había percatado todavía de la presencia de la ocelote, y solo por si acaso ella decidió dejar la sala en caso de que el oso la notara. Después de esa escena Kursed pasaría mas de una hora en la ducha vaciando botellas de productos de limpieza, su cabeza era una amalgama de cabello y suciedad, y su pelaje ya ni siquiera parecía pelaje. Estuvo un buen tiempo fregándose y limpiándose, y otro buen tiempo pensando, con la cabeza baja y la ducha corriendo. Si antes era la nave la que no dejaba en paz sus pensamientos, ahora era la loba Ruby quien no desaparecía de su mente. Se preguntaba por qué, había lidiado tantas veces con la muerte, ella misma había acabado con la vida de otros solo por dinero incontables veces, ¿Por qué ahora le afectaba una sola muerte? Kursed supo que eso sería una premonición de su insomnio, por lo que luego de ducharse y comer a destajo, tomaría una botella de licor de las reservas de Pasha y se encerraría en su habitación. Cuando la primera botella no fue suficiente fue por otra, cuando la segunda tampoco cumplió su cometido fue a buscar otra más. Solo tras la tercera botella la embriaguez fue suficiente como para permitirle cerrar los ojos. 

Kursed: Una historia de Star FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora