Capítulo 17

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Ambos habían estado al menos una hora conversando. Sentados en una esquina del depósito y compartiendo una botella de licor, Kursed le contó a Kord sobre todas las incomodidades, dudas y molestias que la inundaban y confundían desde que aceptó el trabajo de Arpechio. Al lobo se le hizo extraño que Kursed le contara todo eso, tenía muy establecida una idea sobre ella como alguien reservada, sin embargo ahora parecía tener a alguien totalmente diferente sentada a su lado, como si estuviese hablando con otra persona.

Kord: ¿Por qué me cuentas todo esto a mí? ¿Por qué no a Pasha?

Kursed: Porque ya se cuál va a ser su respuesta.

Kord: "Nunca conviertas un trabajo en algo personal".

Para ese punto ya era tarde para ella. Lo había vuelto personal prácticamente desde el primer momento, ahora no podía sentirse más hundida, tanto mental como físicamente. Todos sus problemas e inquietudes giraban en torno a un único eje ¿Quién era en realidad? ¿Y realmente quería saberlo? Los primeros atisbos comenzaron cuando Arpechio la contrató, pero fue su estancia atrapada en esa luna la que las amplificó hasta tenerla en su estado actual. De alguna forma algo le decía que ambos elementos, la nave blanca y su antigua identidad, estaban conectadas, pero no podía encontrar el punto de unión. Para peor, todo esto le trajo de vuelta los recuerdos de Ruby a su cabeza, algo más que la aquejaba.

Kursed no sabía que debía hacer, si echarse para atrás o seguir avanzando, ninguna de las dos opciones le gustaba. Si tiraba la toalla jamás podría saber que era lo que estaba pasando con ella, pero si continuaba sabía que eso le traería más calvarios de los que quizá podría soportar. Para este punto ya ni siquiera estaba segura si le seguía interesando el pago.

Kursed: Entre Sasha, Pitch y tú, eres a quien más puedo confiarle todo esto

Kord: Si viniste buscando mi ayuda, temo que no sé qué puedo decir.

Kursed: Creo... que solo estaba buscando alguien con quien poder desahogarme. Gracias.

Kord esperaba que Kursed se molestase por decirle que no sabía cómo ayudarla, que le dijese que solo había perdido el tiempo con él o que incluso lo llamase un inútil, en lugar de la reacción tan calmada y decaída que recibió. Solo entonces creyó poder hacerse una vaga idea del estrés por el que ella estaba pasando. Si la estaba afectando de tal forma que apenas era capaz de reconocerla, entonces la estaba pasando peor que nadie que él conociera. Casi que llegó a sentirse mal al no ser capaz de ayudarla. Para Kursed sin embargo ese desquite si pareció ser de ayuda. Sentía que se le quitaba un peso de encima. Todavía no sabía que hacer, pero ahora que lo había sacado de su sistema, al menos sentía que podía intentar volver a dormir.

De vuelta en su habitación, recostada con la vista hacia el techo y con la suave lluvia golpeando la ventana se puso a pensar ¿Habrá sido buena idea contárselo a Kord? Él era muy confidente, sabía que podía confiarle sus preocupaciones. El alcohol también había ayudado un poco a mitigar su inquietud. Antes de que el efecto se acabara volvió a cerrar los ojos. Pronto la empezó a inundar esa típica sensación de estar cayendo, pero en lugar de abrir los ojos para hacerla desaparecer, simplemente se dejó llevar por esta. Era preferible a como se sentía antes.

...

El día siguiente vino sin novedad, igual que los anteriores. Kursed dormía cuando Sasha entró en su habitación a despertarla para continuar con las curaciones. Ella solo quería estar tranquila en su cama, aunque sea solo una vez ¿eso era mucho pedir? ¿poder dormir un par de horas de mas aunque sea solo una vez?

Sasha: Ya es medio día.

Kursed: Cinco minutos más.

Sasha: Ya levántate, o yo misma te cargaré.

Kursed: Eso suena bien.

Sasha suspiró con una sonrisa al ver que había caído en la trampa de Kursed. Bien, si iba a hacerlo, seria a su manera. Con la delicadeza que solo alguien como ella puede tener, y sin importarle si en el proceso la estrellaba contra el techo, Sasha tomó a Kursed por la cintura y le elevó en el aire para luego cargársela al hombro y se la llevó al baño.

...

Al volver al cuarto y sentarse en la cama sintió una casi imperceptible punción en su pata derecha. Tan leve que si hubiese estado pensando en cualquier cosa no lo habría notado, pero lo sintió. Fue la misma pata que se había lastimado y que había sido atendida por Ruby. No solo su mente, ahora también su cuerpo le impedía olvidarla. Sintió la necesidad de revisarse el talón. Había una cicatriz notoria pero fuera de eso no había tenido ningún tipo de complicación. Bastante sorprendente teniendo en cuenta el tipo de herida y la clase de tratamiento que recibió.

Habían pasado ya varios días, en el transcurso de su recuperación había estado en contacto con Calín en múltiples ocasiones, su ayuda al momento de rastrear la nave era muy valiosa, más que nada porque así tenía algo que reportarle a Arpechio y con lo que justificar que no la despidieran. Aún con todo, con todos los contactos que tenía la liebre, eran incapaces de develar la identidad del piloto. Los contactos tenían sus razones para mantener esa información bajo llave.

Ya en la noche, antes de irse a dormir, Kursed se echó una última revisada rápida frente al espejo del baño para ver cómo iba progresando. El cabello ya estaba empezando a crecer de nuevo, una fina capa de cabello azul igual que su pelaje ya cubría su cabeza. Eso era algo que ahora también comenzaba a llamarle la atención. Desde que tenía memoria su cabello siempre fue purpura, pero no un purpura natural sino teñido. Se dio cuenta de eso la primera vez que vio el tinte caerse lentamente en la ducha hace ya varios años. Ya se teñía el cabello antes de perder la memoria, pero continuo con esa práctica después aún sin saber por qué y casi que de forma automatizada. ¿Le gustaba como se veía? ¿Ya lo había asimilado como parte de sí misma? Luego bajó la mirada hacia sus brazos. Por encima del bíceps y antes de llegar a los hombros, un fino tatuaje blanco que ella solo podía asociar con cadenas daba la vuelta en ambos brazos. Siguió aún más abajo, a sus glúteos, donde podía ver otro tatuaje con la forma de un sol, o quizá una estrella. Sabía que eran tatuajes ya que aún no se habían removido con el agua como si lo hacia el tinte de su cabello. Pese a eso no había hecho el intento real de quitarlos, siempre estaban cubiertos por su ropa por lo que quitarlos o dejarlos le había dado igual estos años. El recorrido por su cuerpo le hizo recordar lo que le había dicho Ruby cuando hablaron sobre su nombre. Si Krystal había sido su nombre antes, entonces ¿Quién había sido Krystal?

Kursed: Una historia de Star FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora