Final 2

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Este es uno de los dos finales que escribí para esta historia siguiendo la tendencia de Star Fox Command. Ninguno de los finales es "oficial", sino que la idea es que el espectador pueda elegir como termina la historia: si con un final cerrado y definitivo, o con uno que deja mas libertad de interpretación.


Fox McCloud surcaba los cielos en solitario rumbo al polo sur del planeta. A primera hora de la mañana había recibido un mensaje indicándole que se dirigiera hacia esa ubicación en específico y completamente solo. La curiosidad le impulsaba a averiguar de que se trataba, pero la propia naturaleza del mensaje también lo hizo ponerse alerta. La falta de un emisor y lo escueto del mensaje no eran propios de las comunicaciones de origen militar, significando que quien envió el mensaje era alguien externo, alguien que no debería tener acceso a esa red de comunicaciones. Por eso mismo, parte de la razón por la que iba hasta allá era intentar saber cómo, quien quiera que fuese, había podido acceder al sistema.

Continuó su vuelo tan alerta como podía, siempre atento a los radares y preparando el armamento de su nave a medida que se acercaba cada vez a las coordenadas indicadas. Cuando finalmente volaba sobre el punto indicado la completa ausencia de alguien más en la zona no hizo más que ponerlo aún más alerta, esperando que en cualquier momento una nave se le abalanzase, y tal como predijo, tras diez minutos volando en círculos una segunda nave aparecería tras el fuerte oleaje y empezaría a disparar contra él. Fox de inmediato aceleró para evitar los disparos y así la persecución empezó. No tenía idea de quien era el perseguidor, para él era un atacante completamente desconocido, ignorando por completo que quien lo atacaba llevaba de echo meses siguiéndole el rastro. Kursed estaba decidida a terminar con todo aquí y ahora, no permitiría que se volviera a escapar.

McCloud continuó esquivando hasta llegar a la costa y seguiría volando sobre esta, Kursed no se daría cuenta de lo que intentaba hasta que ya fue tarde, McCloud la había llevado hasta una base aérea que aunque no tenía naves preparadas, si estaba repleta de cañones antiaéreos que empezaron a descargar toda su munición hacia el cielo contra ella. De inmediato comenzó a ganar altura para salir del alcance de los cañones, intentando siempre mantener la vista sobre su objetivo, y cuando este se empezó a alejar volvió a perseguirlo.

En un intento por pasar a la ofensiva, McCloud apagaría su motor para frenar en seco y que su perseguidor pasara de largo para poder tenerlo a tiro, pero Kursed no volvería a caer en ese truco dos veces. En cuanto vio el motor apagarse volvería a subir y cuando ya creía tener la suficiente altura se lanzó en picada disparando contra McCloud, logrando acertar un disparo antes de que su motor se volviera a encender y siguiese huyendo. Ahora su nave tenía un pequeño incendio en una de sus alas. McCloud intentaría perder a Kursed volando entre las nubes tan alto como pudiese, ella, sin embargo, estaba decidida a perseguirlo a donde fuera. Así ambos continuaron subiendo hasta llegar a las capas más altas de la atmosfera, apagando de paso el incendio en la nave de McCloud por la falta de oxígeno. El agua de las nubes que se había impregnado en sus naves se congelaba con rapidez a medida que las dos continuaban su danza mortal en las alturas. Kursed continuó la persecución, subiendo cada vez más y más hasta que el azul del cielo poco a poco fue reemplazado por la negrura del espacio.

La persecución continuó hasta un campo de asteroides. Ambas naves surcaban entre las rocas, algunas no más grandes que un balón, otras colosales de hasta cientos de metros. Los asteroides emulaban un laberinto en donde Kursed y McCloud mantenían la cacería mientras esquivaban tanto rocas como disparos. Kursed a veces lograba acertar uno que otro disparo dentro de lo complicado que era apuntar mientras esquivaba y evitaba perder de vista a su presa. Pronto notó que McCloud empezaba a ir más despacio, con un ala dañada sus giros eran más lentos y la forma en como humeaba su nave le decía que ya estaba en las últimas. Con el siguiente disparo la parte trasera de la nave estalló y la nave de McCloud empezaría a girar descontrolada. Kursed, sin embargo, no tuvo tiempo de celebrar pues la nave en llamas se precipitó contra ella, y al tratar de esquivarla golpearía una de las enormes rocas y ambas naves acabarían colisionando entre sí.

...

Y ahí estaba, de vuelta en donde todo comenzó, flotando a la deriva en el vacío, sintiendo como el aire se escapaba lentamente de sus pulmones, tanto por la falta de oxígeno propia del espacio, como por la viga de acero que tenía incrustada en el pecho, y sabiendo que esta vez no tenía como evitarlo. Podía ver múltiples gotas de sangre, flotando alrededor de ella junto a fragmentos del cristal de su cabina, sin embargo no sentía dolor. Sentía las manos frías, pero el rostro caliente, era extraño, no recordaba sentirse así la primera vez que estuvo en el espacio, de hecho, no podía pensar en nada, su mente parecía estar completamente vacía, como si su cerebro se hubiera desconectado. Solo el arnés de su asiento la mantenía en su lugar, pero no era como que eso importara ahora. A pocos metros podía divisar la nave de McCloud, tan inerte como la suya entre la nube de restos metálicos de ambas naves. Dicen que cuando uno está a punto de morir ve toda su vida pasar frente a sus ojos, quien sabe si ella habría podido ver algo, ¿habría visto solo lo que recordaba como Kursed, o habrían vuelto finalmente a ella los momentos en los que fue Krystal? ¿Cuánto tiempo llevaba ya flotando a la deriva? Los casi diez segundos que apenas habían transcurrido se sentía como si fuesen horas, como si el tiempo se hubiese detenido. Pronto sus parpados empezaron a pesarle, y aunque no pudiese pensar, ya sabía lo que eso significaba. Mientras su vista se volvía cada vez más borrosa, logró dar un último vistazo a la nave blanca a varios metros, y tratando de esbozar una sonrisa, Kursed finalmente cerró los ojos.

Kursed: Una historia de Star FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora