Capítulo 15

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La nave estaba en la mira, ya era suya, podía saborear ya la recompensa, pero entonces, de improvisto, la nave apagaría su motor y frenaría en seco, siendo adelantada a toda velocidad por la nave de Kursed. Ahora Él estaba detrás. El motor de la nave se encendería de nuevo y empezaría a abrir fuego sobre Kursed, quien empezaría a maniobrar intentando quitárselo de encima. No duraría mucho esquivando hasta que uno de los disparos impactaría en la parte trasera, la nave de Kursed se sacudió con violencia y empezó a perder altitud, precipitándose hacia la superficie del planeta.

Por suerte logró recuperar el control de la nave antes de golpear las formaciones rocosas. En lo que respecta al otro piloto, no se le veía por ningún lado, probablemente asumió que Kursed ya se habría estrellado contra el suelo y se marchó. Cabía la posibilidad de que volviese, pero para Kursed ese ahora era el menor de sus problemas. Una alarma incesante en su panel de control indicaba el severo daño que había recibido su nave en la persecución, el impacto dañó el reactor y ahora tenía una fuga de refrigerante. Si no aterrizaba para que se enfriase y se reparase su nave iba a explotar. Una vez en tierra por fin se dignó en responder la llamada de Rain, quien había estado intentando contactarla desde que ella había subido a su nave. Kursed encendió el comunicador y el rostro de la yegua apareció en su pantalla.

Rain: ¿Qué ocurrió? ¿Lo conseguiste?

Kursed: Lo perdí. Necesito reparar la nave antes de seguir.

Rain: Eso es lo que te quería decir antes, que no salieras del domo, se acerca una tormenta.

Kursed: ¿Y cuál es el problema?

Rain: ¿Cómo que cual? La atmosfera de Telengana tiene niveles extremadamente altos de dióxido de azufre.

Kursed: ¿Y eso que significa?

Rain: Que en ese planeta llueve ácido sulfúrico ¿acaso soy la única que investiga aquí? Debes quedarte en la nave hasta que la tormenta pase.

Kursed: La nave tiene una fuga, si me quedo explotaré junto con ella.

Rain: De acuerdo, déjame pensar.

La yegua se puso a revisar sus mapas mientras Kursed esperaba hasta que se topó con algo de utilidad.

Rain: Bien, de acuerdo con el rastreador de la nave, debería haber un sistema de cuevas a algunos kilómetros de donde estás, podrás protegerte de la lluvia ahí, y hay un domo pequeño algo más lejos, te recomiendo que vallas hasta allá cuando pase la tormenta. Tienes un equipo de emergencia contigo, eso te dará oxígeno para unos días, será más que suficiente.

Kursed: ¿Cuánto durará la tormenta?

Rain: Según la información meteorológica, unas once horas, con lo que tienes debería bastar.

Lo que faltaba, estar atrapada en este planeta por una tormenta corrosiva. Kursed abrió el compartimento que había bajo el tablero de la nave y extrajo de su interior un paquete de apoyo vital consistente en una máscara de oxígeno y varios tubos, cada uno con oxígeno para 6 horas. Se puso la máscara, conectó el primer tubo y abrió la cabina de su nave para salir. En cuanto entró en contacto con el exterior sintió un calor húmedo y pesado en todo su cuerpo producto de la densidad de la atmosfera del planeta. Kursed descendió de la nave y miró hacia el cielo opaco como las nubes verdosas se acercaban. Antes de ponerse rumbo a las cuevas que le había mencionado Rain, Kursed se dirigió hacia la parte trasera de la nave para inspeccionar la zona en donde recibió el impacto. Pese a que el daño era severo no había logrado destruir su nave por completo, eso le decía que el armamento de su rival era ligero. Y eso a su vez le abría varias posibilidades, la más obvia era que se tratase de un caza ligero, de armamento y blindaje limitado, pero con una velocidad y agilidad considerable. La otra posibilidad es que la nave compensase su falta de capacidad ofensiva con un blindaje formidable, pero eso haría a la nave más tosca y lenta, y por lo que ella vio en su corto combate, la nave se movía con agilidad esquivando sus disparos, y para ser una nave vieja, eso era significativo. Ni aun con el armamento superior de su nave había logrado acertar un solo tiro en su rival. Eso le hacía una idea del tipo de piloto al que se enfrentaba. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando un trueno la trajo de vuelta en sí. Era hora de irse.

Kursed: Una historia de Star FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora