Capítulo 14

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Arpechio: ¿En eso has estado perdiendo el tiempo? ¿En liberar a un criminal de la cárcel?

Kursed: Es el mejor informante que conozco, confió en que él tenga la información que...

Arpechio: Si, ya lo sé, también lo conozco. Ayer otra de mis estaciones fue atacada, espero que tu corazonada sea acertada.

El lince cortó la llamada sin dejar a Kursed acabar de hablar. En el fondo ella esperaba estar en lo correcto y que la información que Calín le había enviado fuese acertada. Había recibido varios documentos ayer enviados por la liebre, aun no los había revisado pues había preferido tomarse el resto del día para descansar de todo lo vivido en esa prisión. Como la vez anterior, al volver a Restik lo primero que hizo fue ir directo a comer, el poco tiempo que estuvo encerrada fue suficiente como para hartarse de esas infusiones y ahora no quería volver a ver una en mucho tiempo. Luego de eso fue a revisarse la mano pues el dolor en su nudillo seguía aumentando y además ahora su mano se estaba empezando a hinchar.

Voló un par de minutos hasta llegar a un viejo puerto, alguna vez una gran zona de desembarco, ahora solo había algunos almacenes viejos. Ahí se dirigiría hasta un edificio de gran tamaño pero bastante deteriorado por el paso de los años, perteneciente a una compañía logística llamada Kyle Imports. Antaño esa fue una compañía bastante exitosa hasta que su dueño fue arrestado, entre otras cosas, por contrabando, entonces el edifico caería en desuso hasta que Pasha le vería un uso como almacén para sus propias operaciones de contrabando. Armas, repuestos y componentes electrónicos era lo que se almacenaba ahí, y gracias a los sobornos que el anterior dueño no había pensado en pagar, podían operar con cierta tranquilidad. Kursed había ido a este lugar buscando a Sasha sabiendo que solía revisar los cargamentos de armamento que llegaban en busca de algo interesante. Una vez reunidas ambas fueron hasta la enfermería, que no era más que un cuarto pequeño al fondo de todo el edificio, y Kursed le mostró su mano a la ocelote.

Sasha: Pues sí, se ve mal.

Nadie pensaría que alguien tan brusca pudiese tener conocimientos en medicina. La ocelote había dedicado una buena parte de su vida a los estudios, pero decidió dejarlo por algo más movido y que le generase aún más ganancias que las que tendría un médico. ¿Se arrepentía de su decisión? Era poco probable. Sasha se puso a remover unos cajones hasta sacar un delgado escáner que usó para revisar más a fondo la mano de Kursed.

Sasha: Tienes una fractura, una que al parecer lleva un tiempo ahí y que solo viniste revisar apenas ahora.

Kursed: Si, es posible que la haya dejado pasar unas horas, o días ¿En serio esta fracturado, solo por darle un puñetazo a una maquina?

Sasha: ... Ni siquiera voy a preguntar.

Sasha volvería a revolver entre los cajones y compuertas buscando algo para tratar la mano herida. Había que inmovilizar el dedo medio de Kursed para que pudiese sanar. Con un simple palito de madera de una paleta helada y medio metro de vendaje y ya todo estaba listo, solo quedaba esperar la recuperación.

Kursed: ¿Enserio? ¿Fue lo mejor que pudiste encontrar?

Sasha: De nada. No es mi culpa que tu papi se preocupe de traer armas sobre cualquier otra cosa.

Kursed: Te he dicho que pares con eso, solo somos cercanos.

Sasha: Cercanos como padre e hija, y te consta te guste o no.

Sasha solía usar ese truco para fastidiarla cada vez que podía, sabiendo que ese tema la hacía ponerse a la defensiva. En respuesta Kursed mostraría su dedo medio inmovilizado.

Kursed: Una historia de Star FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora