Ahora su necesidad de obtener información renacía. Si ese McCloud era parte del ejército, entonces el mejor lugar para buscar sería en documentación militar. Sabía que intentar eso era peligroso y sobre todo estúpido, robar información militar la pondría tan alto de la escala criminal que los propios ejércitos irían tras ella. Pero era un riesgo que estaba dispuesta a correr. La computadora personal de Dorn podría ser de utilidad, sin embargo, debía esperar el momento adecuado, estaba rodeada por casi doscientos soldados y más de uno no dudaría en disparar si la sorprendían robando información confidencial. Pero sabía que si era paciente tarde o temprano tendría la oportunidad.
...
Esa mañana el cielo estaba peculiarmente despejado, aunque la luz solar no calentaba absolutamente nada, pero era agradable poder tener algo de sol. Kursed estaba sentada sobre el ala de su nave con una taza de café a la que le había agregado un chorro de licor cuando nadie veía. De pronto el cielo empezó a retumbar con el atroz silbido de la artillería. De inmediato saltó de su nave y corrió hacia la parte trasera del almacén junto al resto de los soldados, sin importarle si dejaba algo atrás hasta llegar a la enorme zanja que habían cavado un par de días atrás para protegerse de estos ataques. Las explosiones duraron casi noventa minutos, diez más que la última vez, más de una hora en la que Kursed permaneció en posición fetal con la cabeza hacia el suelo, mientras todo a su alrededor temblaba y tronaba con una violencia tal como si el suelo se fuera a abrir bajo ella. En su interior gritaba rogando porque se acabará de una vez, y ahora más que nunca se arrepentía de haber ido hasta aquí. Se lo repetía una y otra vez hasta que por fin las explosiones cesaron.
Permanecieron en la zanja un par de minutos más en caso de que hubiese una segunda ola de explosiones, pero en su lugar solo hubo silencio, por lo que al cabo de unos minutos se decidieron a salir. Kursed fue de inmediato a comprobar su nave, la que por suerte estaba intacta pese a que bombardeaban su refugio de forma constante, por suerte esos cañones tenían muy mala puntería. Aun así sabía que tarde o temprano acabaría siendo alcanzada, por lo que después de cada ataque movía su nave a otra ubicación. Por esa misma razón es que se había organizado una misión para neutralizar las baterías que constantemente los acosaban, pero ante la falta de bombas o cohetes no podían llevar a cabo un bombardeo simple, por lo que la única opción era un ataque terrestre, al cual Kursed tendría que dar apoyo aéreo junto a una escuadra de pilotos.
Poco antes del mediodía ya estaba volando junto a otras cuatro naves por encima de las nubes para no ser detectados, ninguno de ellos era ese tal McCloud. A varios kilómetros por debajo de ellos avanzaban casi treinta soldados, mientras ellos esperaban en lo alto la señal para descender en picada, pero los minutos pasaban y la señal nunca llegaba. Luego de otro par de minutos en silencio por fin se enterarían por radio de que era lo que estaba pasando, cuando los soldados llegaron a la zona indicada esta estaba completamente vacía. Los cañones, municiones, equipo de apuntado, todo había sido trasladado unas horas antes de que siquiera ellos llegaran. La operación acabó siendo cancelada, mientras una de las naves se quedaba para explorar la zona Kursed se dirigió hacia una base de suministros para repostar combustible, luego volvería al almacén.
Fueron otro par de horas de vuelo hasta llegar a la costa donde estaba la base, un complejo medianamente grande que era usado como principal punto de abastecimiento y centro de refugiados. Mientras conectaba la manguera a su nave y empezaba a llenar su tanque Kursed no pudo evitar sentirse incomoda al estar rodeada de tantos soldados, por alguna razón se sentía observada, y quien sabe, quizá si lo estaba siendo, teniendo en cuenta lo que ella era. Pese a que había varias bombas de combustible, no tenían mucho combustible a disposición, la mayoría del vital líquido de ese puerto estaba destinado a las naves de transporte que se usarían para evacuar a los refugiados. No pudo llenar ni la mitad del tanque, pero le bastaría para un par de días si no volaba demasiado. Tras volver al almacén tuvo un par de horas de descanso hasta que Dorn vino en su búsqueda.
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Kursed: Una historia de Star Fox
Fiksi PenggemarEsta historia intenta ser una continuación del final "Star Wolf Returns" de Star Fox Command ¿A quien cresta pudo haberle gustado Command? Yo me pregunto lo mismo, pero si e de admitir que algunos de sus finales tienen bastante potencial. Kursed nun...