Cuando volvió a su pieza, Mauro estaba profundamente dormido.
Al parecer el sueño lo había vencido.Estaba boca arriba, con los labios ligeramente entreabiertos, uno de sus brazos descansaba sobre su torso y el otro tendía de la cama. La remera que solía contener el hielo, descansaba húmeda en el suelo.
Y Matías no sabía si lo había hecho intencionalmente o dormido, pero se había desplazado hacia el costado del colchón, de tal forma que le dejaba un buen espacio libre para que se recostara si quisiera.
Lo cual era una suerte, porque sí que quería. Siempre acostumbraba a dormir un rato después de la escuela, más aún durante los días de castigo.
Así que sin pensar mucho en ello, se dirigió a la cama y se acostó junto a Mauro, asegurándose de mantener una distancia prudente.
Agarro una manta y la tendió sobre ambos, tratando de no hacer ningún movimiento brusco para no despertar al ojiverde. Tomó una almohada para abrazar y le dirigió una última mirada al platinado antes de darse la vuelta y cerrar los ojos.
Repasó en su mente lo que su mamá le había dicho hasta que se quedó dormido.
• • •
El primero en despertarse fue Mauro, quien se sentía como si su cerebro hubiese despertado, pero su cuerpo aun no del todo.
Solo cuando se animó a moverse un poco se dio cuenta de que su cuerpo estaba mas despierto que nunca y le enviaba punzadas de dolor cada vez que incluso respiraba. El entumecimiento después de horas de sueño triplicaba las sensaciones.
Además, mientras dormía se había girado de tal forma que quedaba recostado sobre su pierna herida, lo cual no era precisamente bueno. Así que buscó una forma de darse la vuelta rápido y sin mucho dolor.
A duras penas lo logró, pero en cuanto lo hizo, su respiración se cortó al notar a Matías durmiendo plácidamente en la otra mitad de la cama. Y solo ahí cayó en cuenta de que no estaba en su casa, sino en la del morocho y que aparentemente se había quedado dormido.
Haciendo un esfuerzo especial por ignorar el dolor, usó sus brazos para incorporarse y quedar sentado, siendo cuidadoso con su pierna.
El movimiento hizo que Matías se despertara, pero este tuvo que tomarse un par de segundos viendo a Mauro, aún con los ojos entrecerrados, para finalmente reaccionar y darse cuenta de la situación. Mauro casi quiso reírse de la expresión en su rostro.
Se incorporó sobre sus codos, frotándose los ojos con las manos y después de bostezar le preguntó como se sentía.
Me duele todo
— Bien — respondió, sin mirarlo mucho.
Matías recién despertado era una imagen que causaba estragos en él.
Después de eso Matías se levantó para ir al baño, lavarse la cara y buscar un poco de agua, tanto para sí mismo como para Mauro. Además de una pastilla para este último, pues sabía que su respuesta no había sido muy verídica.
Mauro se la tomó sin decir nada más que un "gracias" y mientras terminaba de beber el agua, Matías le dio la vuelta a la cama y se sentó junto a él. Justo como habían estado el viernes pasado.
El ojiverde se dio cuenta de que se venía una conversación seria. Pero pasaron unos segundos más antes de que el primero hablara.
— Mauro, no quiero que las cosas estén raras entre nosotros — comenzó el morocho, con un suspiro. No quería darle muchas vueltas a la cosa — ...te conozco de hace relativamente poco, pero... te he agarrado mucho aprecio — hizo una pausa, tal vez esperando una intervención de Mauro que nunca llegó — ...así que te pido disculpas por... h-haberte besado — otra pausa. Mauro no lo miraba, lo cual era una suerte porque estaba seguro de que se había sonrojado — ... y-yo no sé que pasó... fue un impulso... Aun no tengo del todo claro que me sucedió... pero no fue mi intención incomodarte...
Hubo otra pausa y Mauro pensó que Matías iba a añadir algo mas, pero después se dio cuenta de que aquel estaba esperando una respuesta.
Le tomó un momento dársela. Sus ideas estaban algo desordenadas. Se sentía avergonzado, adolorido y recién despertaba, por lo que su proceso de pensamiento también era un poco lento.
Además, estaba el hecho de que lo que Matías le había dicho no era exactamente lo que imaginó que le diría.
Pero por supuesto, era mucho mejor a lo que había tenido en mente.
El día anterior, después de que Matías prácticamente huyera luego de haberlo besado, Mauro había sentido muchas cosas, pero más que nada decepción. Los cinco segundos que sus bocas estuvieron unidas fueron suficientes para generarle algo de ilusión y despertar cierto anhelo que Mauro no estaba seguro de que fuese bueno.
Después, cuando estuvo en la casa de Paulo, a la cual se había dirigido inmediatamente después del beso, y mientras hablaba con él sobre ello, se dio cuenta que lo que mas le afectaba de todo no era descubrir esos nuevos sentimientos, tampoco sentirse rechazado, sino perder a Matías.
Su amistad se había vuelto una de las cosas que más le daba felicidad últimamente. Matías se había vuelto una de las pocas personas en las que podía decir que confiaba, uno de los pocos que lo había visto vulnerable y le había brindado ayuda sin sentir pena por él. Sin duda alguna una nueva constante que no se sentía con ganas de perder.
No quería que aquel beso, sin importar lo que significara, terminara con esa conexión que había logrado formar con el morocho.
No quería que aquel se alejara y dejara de querer ser su amigo.
Pero al parecer estas no eran las intenciones de Spallati. Al escuchar sus palabras, entendió que él tampoco quería eso.
— Te perdono, supongo... — soltó finalmente, para comenzar — ...Yo tampoco quiero que las cosas sean raras... No quiero perderte como amigo — Matías asintió — ...Yo tampoco se que pasó... Pero no quiero que se confundan las cosas — tomó aire antes de decir lo que iba a decir — ...Vos sabes que a mi... me gustan los pibes... Y no quiero que penses que ese beso significó que siento algo por vos mas allá de la amistad — una pausa. Solo se escuchaban sus respiraciones — ...Es como vos dijiste, fue un impulso... Yo simplemente me deje llevar por el momento... Pero no debí hacerlo... Así que te pido disculpas también. Yo tampoco te quería incomodar
— Esta... bien — Matías respondió a sus disculpas — ...Pero... — se relamió los labios, buscando las palabras más adecuadas. Mauro lo miró por el rabillo del ojo, nervioso — ...Se que va a ser medio difícil seguir... actuando con normalidad después de esto, pero... tratemos de no hacerlo mas grande de lo que es... Solo fue un beso ¿no? — suspiró — ...no dejemos que se arruine la amistad solo por eso — Mauro asintió.
Después de todo, no era la primera vez que Matías besaba a un amigo (ignorando el hecho de que habían sido solo chicas hasta ahora, pero aparentemente eso no hacía una diferencia). Y tampoco era la primera vez que Mauro besaba a un chico sin tener una relación amorosa con él, por lo que no tenía que ser diferente en este caso... ¿Cierto?
— Um si... Podemos olvidarlo... No fue la gran cosa — concordó Mauro.
O fingió concordar. Daba lo mismo. Si Matías quería seguir con la amistad a costa de ignorar el beso, Mauro no iba a impedírselo.
— Ajá... — Matías se mordió el interior de la mejilla.
Tenía ganas de añadir algo más, pero no estaba lo suficientemente seguro de nada en este momento como para arriesgarse a cagarla.
— Entonces... ¿Todo bien? — preguntó en cambio.
Mauro volteó a verlo por primera vez, asintiendo levemente.
— Todo bien
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Era lo que se esperaban?
Se que a lo mejor querían que ambos aceptaran d 1 sus sentimientos y se pusieran de novios, pero las cosas no funcionan así de fácil...
Igual voy a tratar de mandarle mecha, a este ritmo vamos a terminar como con 50 capitulos
En fim, la uni me esta bi0lando ayuds
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Soy Uno Más ✧ Litcko [PAUSADA]
Fanfiction"Perdiendo todo a nuestro alrededor, me quedo solo. soy uno mas" ♪♪♪ "Pero ya no aguanto mas. como calmar el dolor? ya no se ni que pensar" ... ➡️ Inicio: 22/08/2022 ➡️ Final: ??/??/???? 🏅#1 litcko 21/10/2022 🏅#1 pauki 25/03/2023 🏅#1 losdelespac...