Soy Uno Más ✧ Litcko [PAUSADA]

extra pauki #2

Un par de días habían pasado desde la fiesta, ahora era martes. Y Paulo aún conservaba un leve dolor de cabeza de la resaca que le había quedado.

Los primeros días directamente había estado en coma. Hasta tuvo que faltar a la escuela.

Uno de sus mayores miedos se había cumplido y sus padres lo habían cagado a pedo por el estado en el que llegó a su casa después de la joda.

Incluso lo habían "castigado" cosa que no habían hecho practicamente desde... Nunca.

En parte lo entendía, realmente la había cagado fumando y bebiendo tanto esa noche.

Así que se bancó la resaca y el castigo.

Lo único que si lo descolocaba un poco era que ni siquiera recordaba por completo los sucesos de ese día, como para decir que todo valía la pena.

Mauro le contó que había estado toda la noche con Duki.

"Hasta en un momento se fueron a una alcoba"

Paulo se avergonzaba mucho de no poder tener ni una sola memoria de eso. Y tampoco saber que tanto dijo o hizo en su estado de ebriedad.

"Osea que podrías no ser virgen en este momento y ni siquiera lo sabes" Mauro se le había cagado de la risa.

Y en ese momento había tenido mucho malestar como para encajarle la piña que se merecía.

Pero tenía razón en cierto modo... Obviamente dudaba que ese fuese el caso, pero sabía que era imposible que no hubiese pasado nada.

Intentó desesperadamente recordar algo una vez que estuvo a solas, pero no conseguía resultados.

Por toda esa situación medio que evitó un poco escribirle a Duki, pensando que no quería quedar como un pelotudo al no tener todos los detalles de lo que había pasado.

Sin embargo, no pasó mucho hasta que el propio Lombardo fue el que se comunicó con él.

La tarde de ese día le mandó un mensaje avisándole que ya tenía más porro para vender por si quería comprar de nuevo.

Para vos sabes k tengo un precio especial bbto

No notó nada diferente en su forma de dirigirse a él, como para agarrarse de eso. En parte lo alivió, pero por otra lo desesperó más.

No supo bien que responderle, porque normalmente siempre le decía que sí cuando le decía de venderle, pero en esta ocasión no tenía muchas ganas de hacerlo; le picaba la consiencia.

Sin embargo, no tanto como para negarse también a la invitación que le hizo después, de ir a merendar a su casa.

No lo pudo evitar. En su defensa el mayor explícitamente le dijo "quiero verte". De forma literal, le había enviado un audio; con esa vos raspoza que ponía que Paulo empezaba a pensar que usaba conscientemente para manipularlo.

Pese a estar "castigado" no tuvo grandes inconvenientes para salir de su casa. Ya estaba significativamente mejor de su dolor de cabeza residual y a decir verdad, aunque sus padres le prohibieran salir, ellos realmente nunca estaban en casa; trabajaban todo el día, por lo que no había nadie que pudiese impedirselo.

Sus padres solo confiaban en que él era un buen chico con los suficientes valores como para no sobrepasar su voluntad y respetar lo límites que le ponían...

Se mordió el labio mientras caminaba con las manos en el bolsillo delantero de su buzo. Estaba casi por llegar a la casa de Lombardo, ya no había tiempo para arrepentirse.

Por suerte en cuanto el morocho le abrió la puerta pudo olvidarse de todas sus preocupaciones y distraerse por un rato.

— Estabas re hecho mierda mal — le estaba diciendo en ese momento, luego de haber puesto la pava para el mate y alcanzarle un paquete de galletitas a Paulo, quien masticaba una penosamente — Vomitaste como cinco veces...