Luego de ese día, tanto Mauro como Ignacio mantuvieron sus distancias.Era evidente que no habían congeniado, así que ninguno de los dos estaba interesado en relacionarse de ninguna forma con el otro.
Pero si bien a Mauro le pareció un tanto ortiva el morocho, al resto de las personas parecía caerle bien.
Consiguió hacer amigos con facilidad y se adaptó muy rápido.
En la hora de almuerzo, la mesa en la que se sentaba Ignacio era la que más se llenaba.
Durante las clases, los compañeros parecían pelearse por ver quien haría los trabajos grupales con el.
Mauro estaba cansado de poner los ojos en blanco cada vez que escuchaba a una mina cuchichear sobre lo "lindo" que era Spallati.
Él, en cambio, seguía siendo el mismo Mauro invisible de siempre.
Aparte de Spallati, nadie le preguntó por las heridas en su rostro. Y a Mauro eso le pareció perfecto.
Era lo que quería, pasar desapercibido. Ser uno mas del montón.
Pero sin importar lo mucho que se esforzara en ello, siempre había alguien que nunca iba dejar que lo fuera.
• • •
Así que ahí estaba de nuevo, corriendo tan rápido como podía; deseando haber tomado un poco de agua antes, porque justo ahora su garganta estaba tan seca que el aire que respiraba se sentía como fuego entrando a sus pulmones.
Cruzó una esquina y luego miró hacia atrás. Por un momento se alivió, pensando que los había perdido, pero unos segundos después los divisó, haciéndose paso entre la gente.
Puteó en su mente y después volvió la vista al frente. Parece que tampoco iba a zafarse de esta.
Justo pensaba en la poca suerte que tenía cuando su cuerpo impactó contra el de alguien más, desequilibrándolo.
Pensó que iba a caerse pero la otra persona lo sostuvo con fuerza del brazo, impidiendo que se fuera de cara al piso.
Mauro sintió su corazón latiendo a mil por hora en su caja torácica. Pero cuando levantó la vista para dar las gracias, su respiración se cortó.
Era Ignacio.
Ni siquiera lo estaba viendo a él. Sus ojos miraban al frente, hacia el grupo de tres chicos que se aproximaba.
Aquellos se detuvieron una vez que llegaron al lugar donde se encontraban Mauro e Ignacio.
Este último aun sostenía del brazo al ojiverde.
— ¿Algún problema? — habló después de un momento, al ver que ninguno de los recién llegados decía nada y solo se los quedaban viendo con el ceño fruncido.
— Con vos no... — respondió uno de ellos, dándole una mirada asesina a Mauro, que se removió incómodo en su lugar.
Estaba entrando en una crisis interna en ese momento.
— Bueno... Tendrán que resolverlo después, porque Mauro viene conmigo
Todos, incluido Mauro, lo vieron con confusión. Pero nadie objetó nada cuando Ignacio comenzó a alejarse, llevando a Mauro consigo.
• • •
Sin soltar su brazo en ningún momento, Spallati llevó a Mauro a un café cercano.
No hablaron en el camino.
Mauro había intentado zafarse del morocho en una ocasión, pero solo consiguió que aquel afirmara su agarre.
Cuando llegaron al lugar, la confusión de Monzón aumentó. No sabía que pretendía Spallati.
— Sentate — ordenó este una vez que hubieron entrado y ubicado una mesa, por fin dejando libre el brazo del ojiverde.
Mauro obedeció. Sinceramente no sabía que más hacer.
Podría irse, pero analizándolo, Ignacio lo había salvado.
Y aunque tal vez solo había empeorado la situación, aquel no lo sabía. No iba a quedar como un mal agradecido, por muy mal que le cayera el morocho.
Aparte, tenía hambre.
Ignacio ordenó por ambos, sin preguntarle a Mauro que quería y una vez que la camarera se fue, no tardó en romper el silencio.
— Los pibes esos... Son los que te golpearon la otra vez...
No fue una pregunta, pero Mauro igualmente asintió.
— Están en la misma escuela que nosotros... ¿Por que no los has reportado en dirección?
Mauro guardó silencio. Sus esperanzas de que Ignacio no los hubiese reconocido se fueron por el caño.
Eran de secciones diferentes pero Spallati ya parecía conocer a toda la escuela.
— Hey... Agradezco tu ayuda, pero es mejor que no te metas... — habló finalmente, sin saber como tratar el tema.
Ignacio frunció el ceño. Monzón ni siquiera lo había mirado a los ojos mientras lo dijo.
— Mira, no esta bien que dejes que te hagan esto. Si no te dan los huevos para hablar o algo así, yo puedo...
— ¡No! — interrumpió Monzón, haciendo que Ignacio lo mirara, sorprendido.
— Oye, solo intento ayudar, no seas así...
— No sabes nada, no me estas ayudando...
Mauro se atrevió a hacer contacto visual por un instante y percibió la confusión en los oscuros ojos de Ignacio. Aquel por otra parte, encontró tristeza y frustración en los ojos verdes de Monzón.
— ¡Entonces explicame, no te encerres en vos mismo..! — le dijo.
Y lo dijo en serio. Quería entender.
Mauro solo negó. Sabía que no valía la pena.
Después simplemente se levantó y se fue de allí. Ya no tenía hambre y ya había dado las gracias. No tenía por qué quedarse.
Ahora se sentía mal y solo quería volver a casa.
• • •
Para cuando llego a su casa y pudo finalmente encerrarse en su habitación, Mauro se largó a llorar.
Eran muchas cosas y sentía que todas ellas estaban pudiendo con él.
Igual ya lo había aceptado un poco, pero el tema con Ignacio lo había dejado mal.
Literalmente era la única persona que había mostrado interés en lo que le pasaba además de Paulo.
Y este último era su mejor amigo, así que era mas bien su deber.
Ignacio le seguía pareciendo un poco ortiva, con su actitud chocante y su falta de tacto. Pero no pudo evitar pensar que aun siendo un pelotudo, intentaba ayudarlo, hacer lo correcto.
Era una buena persona.
Igual no creyó que pudiesen haber sido amigos en otras circunstancias.
Dudaba que el morocho se hubiese fijado en el de no haber sido porque notó que algo no andaba bien con Monzón.
Spallati solo le habló porque quería ser amable y estaba dispuesto a ofrecer ayuda.
No había otras cosas en Mauro que pudiesen llamarle la atención.
A diferencia de él, Mauro no era muy sociable, ni atractivo...
Porque joder, Ignacio si que lo era...
Mauro sacudió la cabeza.
¿Que mierda estaba pensando?
No podía fijarse en Spallati de esa forma.
Apartó todos esos pensamientos y cerró los ojos, forzándose a dormir.
Que suerte que estaba exhausto tanto física, como emocionalmente, porque el sueño lo absorbió con rapidez.
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Soy Uno Más ✧ Litcko [PAUSADA]
Fanfic"Perdiendo todo a nuestro alrededor, me quedo solo. soy uno mas" ♪♪♪ "Pero ya no aguanto mas. como calmar el dolor? ya no se ni que pensar" ... ➡️ Inicio: 22/08/2022 ➡️ Final: ??/??/???? 🏅#1 litcko 21/10/2022 🏅#1 pauki 25/03/2023 🏅#1 losdelespac...