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El viernes finalmente llegó, y todos en la escuela estaban agradecidos.

Pero nadie más que Mauro.

Los fines de semana eran los únicos días en los que podía bajar la guardia y relajarse.

Igual no tenía mucho que hacer, casi nunca salía de casa.

Antes solía hacerlo mucho. Iba a algún boliche o joda con Paulo y otros amigos que solía tener, o a alguna juntada tranqui en casa de alguno de ellos o en la plaza.

Pero eso había quedado atrás.

Ya no tenía amigos, ni la seguridad suficiente para salir a cualquier lugar que no fuese la casa de Paulo.

Suspiró, saliendo de su ensoñación.

Era la hora del almuerzo, el día aun no terminaba.

Se estiró en la mesa donde estaba sentado e inmediatamente hizo una mueca.

Ya habían pasado un par de días desde que lo habían golpeado, pero su cuerpo aún sentía el dolor como si acabaran de hacerlo.

Miró el plato de comida sin terminar frente a él. De repente se le había quitado el hambre.

Estaba a punto de levantarse para tirar la comida y después irse cuando sintió a alguien tomar asiento junto a él.

— Me dijiste que no habías dicho nada...

Mauro se tensó.

Era Fabián.

Esta vez estaba solo.

— ¿D-de que hablas..? — murmuró en respuesta, bajando la vista.

— Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando...

El tono de Fabián lo asustó.

Sabía que aquel no iba a hacer nada ahí, en medio del comedor, frente a tanta gente. Pero aun así se sintió en peligro.

— Tu amigo anda preguntando por mi y el resto de los pibes... — añadió el otro, aclarando la duda del platinado.

Dijo la palabra 'amigo' en un tono despectivo, dándole a entender a Mauro de quien se trataba.

— No es mi amigo... Yo nunca... No sé por que él... — se apresuró a aclarar Monzón entre titubeos, cada vez más nervioso.

Pero una persona interrumpió su explicación.

— Hola... — dijo serio, tomando asiento al otro lado de Mauro, que de repente se puso muy pálido.

Estas cosas solo le pasaban a él.

— I-Ignacio...

El nombrado no lo miraba. Estaba atento a Fabián, que ahora parecía especialmente enfadado.

— ¿Fabián no? — le preguntó, pero no lo dejó responder — ...mira, necesito hablar con Mauro ¿te importa dejarnos solos un momento? — Fabián frunció el ceño.

— Uy no sé... Mau justo me estaba diciendo que no te conoce y que no sabe por qué te andas metiendo en su vida... No creo que sea buena idea... — Mauro pasó saliva.

— Y bueno, deja que me lo diga él... ¿Acaso sos el novio, que no lo dejas hablar con nadie?

Silencio. Lo único que se escuchaba era la respiración agitada de Mauro, que no dejaba de maldecir en su mente.

— ¿Que decís..? Ni que fuese puto — hablo Fabián, notablemente tenso ante las palabras de Spallati.

— Es lo que pareces... — siguió aquel, ignorando el hecho de que estaba tocando terreno baldío — ...No lo dejas en paz a Mauro. Ni al baño lo dejas ir solo...

Monzón se sintió desfallecer. Su pulso cada vez más rápido.

Se preguntó que tan posible era que le diese un infarto en ese momento... Y si en verdad sería tan malo.

Fabián apretó los puños bajo la mesa, gesto que solo Monzón pudo notar, puesto que sus ojos todo el tiempo miraron hacia abajo.

Se preparó para lo peor, sobresaltándose cuando Fabián se levantó de golpe.

Pero quedo de piedra cuando aquel lo único que hizo fue inclinarse para decirle algo al oído y después irse.

Las palabras siguieron palpitando en los oídos de Mauro incluso después de que Fabián atravesó las puertas del comedor.

Estas muerto



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>.<

Este cap estuvo corto pero fue intensity

Soy Uno Más ✧ Litcko [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora