Capítulo Diecisiete.

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Pierina Gómez.


La observo fijo, limpia nuevamente sus mejillas y evita que su nariz se tape aspirando muy duro.

–Soy una idiota, Pierina.

–No, no eres una idiota, ¿Ok? Tú no eres adivina, Francia, nada es tu culpa.

–No quise tomar la decisión de volver a México, me niego a vivir con nuestra familia, Pierina –toma un poco de su taza de té. –Volver seria como darle la razón a mamá, y no, definitivamente no pienso darle la razón, fue mi error, fui muy confiada, yo... –me inclino un poco, tomando sus manos.

–Te equivocaste cariñito, todos nos equivocamos en la vida, lamento que fuera de ese modo, no merecías nada de lo ocurrido.

–Creí en ella –dice cabizbaja. –Me confié tanto que jamás pensé que me haría tal bajeza.

–Estamos destinados a equivocarnos con las personas, cariñito, siempre llegara a nuestra vida alguien que nos destroce y decepcione así sea una sola vez en la vida, solo espero que ella sea la última y que nadie más se burle de tu buena voluntad, ¿Si?

–Me costara recuperar mis cosas de valor, tengo como para comprarlas Piera, pero es que ese dinero...

–Son tus ahorros y recuerda que nada será imposible, encontraras un buen trabajo aquí y recuperaras todo lo que te han robado con paciencia, ¿Ok? –asiente.

–Quedo un expediente de investigación abierto, pero no quería seguir allá, renuncie a mi trabajo, tome lo poco que esa mujer me dejo y tome la decisión de venir contigo.

–E hiciste muy bien, porque yo estaré súper feliz de que vivas aquí conmigo, la habitación que era de Grace esta amoblada y muy bonita con su decoración, allí te quedaras, ¿Bien?

–Prometo que cuando encuentre trabajo te ayudare con todos los gastos, es que el dinero que tengo...

– ¡Dios Francia! –me carcajeo. –Entiendo que son tus ahorros, que no quieres tocarlos, que tienes algo en plan con ello y eso es lo de menos, lo que importa es que estas aquí conmigo, que decidiste alejarte de eso tan feo que te ocurrió y que comenzaras de cero. Puedes utilizar mi portátil cuantas veces quiera, poco la utilizo, así puedes buscar trabajo, ¿Ok?

–Por favor, nada de esto a nuestra familia, no quiero sermones, no quiero que mamá comience a decirme un montón de cosas horribles y se meta tanto en mi cabeza y me haga sentir culpable de lo que no tengo culpa.

–Francia, ¿Cuándo he dicho tus cosas personales a mamá? Ni siquiera yo le cuento mis cosas y tengo muchos meses que no hablo con ella.

–Lo sé, lo sé, lo siento es solo que... –me acerco a ella, tomando sus manos. –Quisiera ir un momento al baño.

–Ve, en el pasillo hay uno y también en la habitación que usaras, ve donde quieras –sonríe y colocándose de pie toma camino al baño.

Yo, me quedo tomando un poco más de té, y pensando en todo lo que Francia paso en menos de 48 horas. La chica, con quien salía resulto ser una estafadora, se caló tanto en ella en todos estos meses que termino ilusionándola, tanto que Francia incluso le dio un juego de llaves para que ella entrara y saliera de su apartamento cuantas veces quisiera. La conocí en mi viaje de navidad, aun se estaban conociendo a profundidad, pero para Enero decidieron dar ese paso y joder, jamás llegue a imaginar que esa chica tuviera esos pensamientos.

Francia estaba en su trabajo, regreso a casa y se encontró con un desastre y sin sus pertenencias más valiosas, algunas joyas, su portátil, televisor y estéreo, muchas cosas más y si, le robó todo lo que con mucho esfuerzo y por estos años ella logro comprar. Hay una denuncia, la chica está siendo buscada, pero resulta que es una rata de alcantarilla porque no la encuentran en ningún lado y Francia quedo desvalijada de todas sus cosas. En un arranque, como ella me dejo saber, decidió dejar su trabajo de un momento a otro, tomo las pocas cosas que le quedaban que obvio solo su ropa y calzado, compro un boleto de avión con destino a Nueva York y acá esta después de todo ese desastre.

Solo Una Oportunidad, Por Favor (Saga Por Favor #2.5) ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora