Solo Una Oportunidad, Por Favor (Saga Por Favor #2.5) ☆

Capítulo Seis.

Hugo Hunther.

Estoy completamente extasiado y sé que terminare desquiciado sexualmente por esa mujer.

Me miro fijo al espejo, después de haberme dado una ducha rápida en su baño, mismo que fue lugar para tocarnos, besarnos, rozarnos y terminar follando como unos locos. La noche y madrugada junto a Pierina fue intensa, la manera tan directa y carnal con la que actúa es algo que en mi vida había experimentado, esto se debe a que era yo quien complacía en todo y le daba el placer a las mujeres que llegaban a mí.

Con el espejo empañándose paso mi mano para esclarecer un poco y mirarme. Veo mi reflejo y siento algo nuevo, diferente y aunque no sé de qué se trata me gusta, me fascina sentirlo. Coloco una toalla alrededor de mi cintura y me dispongo a salir del cuarto de baño, cuando lo hago me detengo al verla entrar a su habitación y ella también se detiene de inmediato como si no esperaba verme.

–Niña... –carraspeo y me voy acercando sigiloso.

–Yo... –noto el temblar de su cuerpo, barro este de pie a cabeza, va enfundada en esa bata de seda blanca y joder, en mi vida unos pies descalzos me habían alborotado tanto. –Yo pensé que quizás, querrías un poco de café –entonces noto la taza en sus manos.

–Niña, me encanta el esmalte que llevas en las uñas de tus pies y tus manos –alzo la mirada, noto el rubor en sus mejillas. –Logra que tu piel se vea aún más pálida.

–Hugo... –llego hasta ella, tomo la taza entre sus manos y me doy un sorbo sin quitarle la mirada de encima, esos azules vibrantes que tiene me miran fijo y es allí donde todo en mi colapsa. –Pero, ¿Qué?

Dejo la taza a un lado, rodeo a Pierina por la espalda y la alzo, ella logra cruzar sus piernas alrededor de mi cintura y entonces la beso. El repentino jadeo que brota de sus labios me encanta y la encarcelo entre mi cuerpo y la pared, me alejo para verla y el rubor en sus mejillas es más intenso.

–Hugo, yo debo ir a trabajar, yo...

–Yo también y sin embargo no pienso tanto en ello –y la vuelvo a besar, la toalla cae a mis pies y la abertura de la bata de Pierina me deja visualizar uno de sus senos. –Quiero, quiero mucho comerlos.

–Pues hazlo... –dice con la voz acelerada. –Si tú no tienes suficiente, yo tampoco.

–No tienes idea de las ganas que tengo de follarte de infinidades maneras, niña –Pierina entremete sus dedos en mi cabello y jala un poco. –De muchas maneras.

–Y yo quiero que me las muestres, baby...

Cuando Pierina me dice 'baby' lo dice de un modo diferente y especial, con el cruce de su lengua nativa y el inglés y es que joder, ella tiene una forma de hablar que incluso me excita. Me alejo un poco, le observo desde los ojos hasta su abdomen y ella solita se encarga de abrir por completo la bata. La desnudez de Pierina es algo que me encandila por completo, porque tiene un abdomen plano pero caderas anchas, unos senos pequeños pero deliciosos, sus pezones son rosas y cuando se contraen son completamente una exquisitez.

Como puedo y rozando mi miembro erecto logro que gima y deje caer su cabeza hacia atrás. A medida que esa mujer expresa el placer que provoca en cada parte su cuerpo, algo ocurre en mí y no puedo siquiera evitar introducirme en ella de manera abrupta y robarle el aliento, estoy consciente de que nos estamos arriesgando sin utilizar protección, pero es que las jodidas ganas son tan intensas y con ella no me puedo cohibir de nada.