Pierina Gómez.
Un par de semanas después...
No se cuantas veces he exhalado ya incluso perdí la cuenta de ello, pero cada que lo hago volteo a mi lado y observo la puerta donde mamá se encuentra del otro lado.
Hace un buen rato que entro y yo me mantengo esperando aun, cuando escucho que abren alzo la mirada y la enfermera con una sonrisa se acerca y colocándome de pie, asiento.
– ¿Ya puedo entrar?
–Sí, ya puedes entrar y acompañarla, tardara ¿Ok? Recuerda que se sentirá débil y cansada y solo al salir de aquí, debe ir directo a casa y así descansar, ¿Bien?
–Sí, entiendo, entonces iré con ella ahora mismo.
–Adelante.
Paso a su lado y entro al no tan grande cuarto, observo a un par de mujeres, una leyendo un poco y la otra esta con sus ojos cerrados, luego doy con mamá, con la mirada fija al frente, un poco pérdida porque ni siquiera la enfoca en mí. Estas dos mujeres que se encuentran aquí, están al igual que mamá recibiendo su quimio y claro, ellas ya tienen un poco más de tiempo. En silencio me acerco a mamá y tomo asiento a su lado, es allí donde se percata de mí, y al voltear me sonríe de boca cerrada.
–Estoy bien –dice.
–Lo sé, sé que estas bien –digo sonriéndole, tomo su mano derecha. –Todo va a estar bien, siempre –asiente y recostándose un poco más, suspira y fija la mirada a un punto fijo.
–Sé que algo ocurrió con Francia, y que no me quieres decir para no preocuparme, ¿Verdad? –trago duro. –O quizás no me quieren contar para que no comience a juzgarla como siempre lo hice, ¿Verdad?
–Mamá...
–En estas semanas he intentado averiguar porque motivo está contigo en Estados Unidos, pero siempre ocurre algo, una llamada, una visita o simplemente me evades la pregunta.
–Es solo que no queremos que sobre pienses las cosas y que te concentres en tus quimios, estas semanas que han pasado te has debilitado mucho y en parte eso es buena señal, porque tu cuerpo está luchando y es por eso mamá, que no quiero decirte nada de lo ocurrido con mi hermana –al verme nuevamente, asiente. – ¿Quieres algo para entretenerte? ¿Una revista? ¿Jugar Candy Crush en mi móvil? O simplemente estar en silencio.
–Quiero escuchar música –sonrio. –Esa que siempre me pones, me gusta mucho, me relaja.
–Bien, entonces busquemos mis audífonos para que escuches música –sonriente asiente y eso hago.
Los coloco en mi móvil, busco esa canción que ella me dice y configuro para que se repita cuando finalice y así se centre en eso mientras recibe su tratamiento. Le coloco los audífonos y ella esboza una sonrisa, cierra sus ojos y si, se ve muy bonita de ese modo escuchando su nueva canción favorita. Es Je Te Laisserai Des Mots de Patrick Watson y aunque ella misma dice que no entiende lo que dice ella siente como su cuerpo se relaja y olvida un poco que tiene una intravenosa en su brazo.
Mientras ella se queda allí, escuchando su canción, yo busco una revista y así hacerle compañía y esperarla. Estas semanas, casi tres para ser exacta, han sido llevaderas, las cosas han ido bien en casa y las cosas con mis hermanos han mejorado mucho, incluso más de lo que yo esperaba. Si hemos tenido algunos momentos donde no sabemos qué hacer con mamá, cuando de repente su apetito cambia, o si incluso no quiere salir de su habitación, a veces nos preocupamos tanto que en silencio lloramos y solo mis hermanos, mi tía Sandra y yo nos hemos consolado sin que ella lo sepa, porque cuando ella despierta, todo vuelve hacer optimismo.
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Solo Una Oportunidad, Por Favor (Saga Por Favor #2.5) ☆
RomanceCada Hunther tiene un secreto, uno mas intenso que el otro, pero el Hunther donde me empeñe a posar la mirada no es mas que un Hunther que no se deja intimidar de nada, que no le gusta estar en un traje de vestir y le da piquiña las fiestas de etiqu...