C a p i t u l o 33.

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La frialdad de sus palabras me causó un enorme hueco en el estómago y unas ganas inmensas de llorar, pero trate de mantener la compostura lo mayor posible mientras miraba como el se marchaba, ocasionando que mi mente, ahora si fuese un completo caos, tenía muchas preguntas y ninguna respuesta. Estaba sola prácticamente y decidí salir de ese gran castillo, caminando en dirección al lago negro. Estando ahí, me senté en la orilla de este y unas solitarias lágrimas recorrieron mi rostro, mientras podía notar como el calamar que habitaba en este lugar asomaba uno de sus tentáculos. Y conocía a este ejemplar, puesto que siempre hacia ruido durante las noches y era posible verlo desde la sala se Slytherin. Simplemente lo miré, pues no hizo nada más que postrarse a un costado.

—Impresionante, ¿no es así?—Dijo una voz cálida y amable que reconocí como la de Dumbledore.—Siempre he pensado que los calamares son animales muy poderosos e imponentes y me parece que usted le cae bien.

—Profesor.—Mencioné un tanto impresionada por su presencia mientras secaba rápidamente mis lágrimas.—Que sorpresa, pensé que estaría ocupado, con todo lo que sucedió.

—Lo estaba, pero después de mucho, puedo darme un descanso. ¿Me puedo sentar?—Cuestiono señalando un espacio a mi lado y asentí.—Este es un lugar muy tranquilo, me ayuda a pensar ciertas veces, tiene buena vista, pero no tanto como la tiene la...

—La torre de astronomía...—Agregué dibujando una leve sonrisa en mi rostro.

—Definitivamente.—Agregó con los ojos brillantes y después de que admirara el paisaje durante unos segundos, agregó.—Señorita, ¿Desde cuando la señorita Granger sabía sobre...?

—Desde finales del tercer año, me parece, pero no fue porque yo le comentara, ella lo descubrió, lo siento profesor, solo pude pedirle que no hablara de ello bajo una promesa inquebrantable.—Dije nerviosa y hablando incluso de más.

—Señorita, no me molestare, siempre y cuando eso no cambiará nada ni para usted, ni para nosotros. Todos necesitamos alguien con quien compartir nuestros secretos algunas veces...

Su comentario sobre "Siempre y cuando no cambiará nada", resonó en mi cabeza y omití hablar de ello, puesto que si habían cambiado unas cosas y bajo ese comentario, preferí evadirlo totalmente y solo trague saliva, me calme y respondí.

—Es cierto, pero creo que me equivoque de persona, ella no confía aún en mí...

—Debo de aceptar que definitivamente eso fue muy inapropiado, la señorita no debió agredirla por ningún motivo.—Agregó Dumbledore un tanto molesto recordando la escena.— Cinco puntos menos a Gryffindor. Realmente nunca sabremos el porqué de las cosas o lo que cabe en la cabeza de cada persona, señorita.

Hubo algunos minutos de silencio posteriores a eso, aunque los cinco puntos menos me hizo bastante gracia y después de eso decidí preguntarle.

—Profesor...

—¿Si?—Respondió.

—¿Qué pasa cuando en el espejo de Oesed, miras a otra persona?—Cuestione inquieta.—Alguien vivo, con quien te relacionas, usted sabe...

—Señorita, lo vi, créeame, no necesito una capa para volverme invisible.—Sonrió mientras se giro a mi lado para verme y yo hice lo mismo.—Ese espejo, refleja lo que nuestro corazón anhela desesperadanente, eso indica que, su amor por esa persona es muy grande y a la vez puede llegar a ser obsesivo.

—¿Pero cómo?—Agregue confundida.—Yo no, aun no se porqué...

—Señorita, el amor es una fuerza que es muy hermosa, pero más terrible que la muerte.—Finalizaba mientras se levantaba con cuidado.—Tal vez, después lo averigüe, pero recuerde, algunos hombres se han consumido ante el y no sirve de nada pensar en los sueños y olvidarse de vivir.—Después vi como camino dirigiendose a Hogwarts mientras murmuraba.— ¿Cuántas veces tengo que cambiar ese espejo de habitación?

Siendo sincera parecía que necesitaba esa conversación, me animo, sabía que necesitaría tiempo para razonar sobre todo lo que pasaba, pero no en ese momento.

Opte por ir a la biblioteca para leer algo y cuando me encontraba ahí, en uno de los grandes estantes buscando algo, pude ver como Ginny se encontraba indagando en esta misma y al mirarme, se acercó con tranquilidad, si bien no había interactuado con ella lo suficiente, me parecía alguien muy agradable.

—¿Que tal?—Dijo Ginny con calma.—¿Buscas algo para despejar tu mente?

—Justo.—Respondí.

—Yo igual, pero realmente no encuentro nada de mi agrado.

—¿Verdad que si?—Reí mientras dejaba de buscar entre las estanterías.

Hablamos durante unos breves minutos mientras nos sentábamos en una de las mesas fingiendo leer cada que la bibliotecaria se acercará. Me pregunto como me encontraba físicamente, hablamos sobre la situación de Harry y sobre el siguiente año que nos esperaba y fue entonces que soltó la bomba.

—También había algo sobre George que quería hablar contigo...—Decía Ginny con un tono dudoso y mientras su rostro de ponía un poco pálido.— Pero tranquila, no es para que lo tomes a mal, sino que... ¿Tu estas bien?, se sobre los sentimientos que el tenía, yo hable con el diciendo que tu pues... no corresponderias y de hecho parecías un capricho, porque después de "el beso" simplemente renunció, estoy segura de que si sus sentimientos hubieran sido como parecía, no estaría tan tranquilo al día siguiente, como una broma que salio mal, pero que no dio mayor importancia, ¿Sabes?

—Comprendo y gracias por preguntar, estoy bien...—Respondí con tranquilidad y sin miedo a recibir una cachetada.—Tal vez, solo lo acepto y eso esta muy bien, creo que todos debemos tomarnos los rechazos así, con tranquilidad, eso dice que el es muy maduro y me alegra que esto no le afectará, pero, ¿desde cuando...?

—Desde que te conoció, le pareciste atractiva, pero se negó por tu casa, aunque, se encariño rápidamente contigo y después de el baile de invierno fue más obvio pero tu ya estabas con...

—Si...

—¿Aún lo quieres?

—Como no tienes idea, pero no comprendo como me afecto tanto, yo nunca me había puesto así con nadie y el y yo nos distanciamos tanto este año...

—Tal vez hay algún motivo invisible para ti, pero creo que ya pensaste mucho sobre eso, ¿no es así?

Fue una última larga semana sin mucho que hacer, vagando por los pasillos, evadiendo a Draco para no sentirme mal emocionalmente, hablando con Harry cuando este se sentía mejor, leyendo y apreciando parte de mi soledad en el castillo, pero fue algo que disfrute de cierto modo, pero entonces caí en cuenta de que ya era momento de regresar a casa para las vacaciones, las últimas vacaciones antes del desastre...

《¿Cómo llegué aquí? (Draco & __)》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora