《¿Cómo llegué aquí? (Draco & __)》

C a p i t u l o 46.

—Estoy dispuesto a cambiar, a dejar mis ideales por tí.—Dijo Draco tras el beso, sin alejar ni un centímetro su rosto del mío.—He sido un completo un idiota la mayor parte del tiempo, pero no quiero serlo ahora, no quiero perderte de nuevo.—En ese momento, tomó de su bolsillo algo, que luego de unos segundos supe que era el anillo de compromiso y lo acercó para ponerlo en mi mano.—Entonces por favor... Quédatelo.

En ese momento quería aceptarlo, pero de nuevo mis pensamientos acerca del matrimonio me acechaban y retire mi mano rápidamente antes de aceptarlo.

—¡Perdón!—Dije nerviosa y alejándome un poco asustada.—Yo, es que... enserió te amo, pero siento que es muy precipitado, yo aun se mucho de ti y todo lo que tu sabes de mi es poco, no me siento lista, yo, yo...—Hablaba atropellando las palabras demasiado nerviosa, hasta que él, se acercó nuevamente a mi, tomando mi rostro entre sus manos luego de guardar dicho anillo.

—Tranquila.—Dijo él con tranquilidad.—Lo entiendo, no voy a forzarte. Quería dártelo porque estoy seguro de que contigo quiero compartir vida, pero, aun como dices es muy precipitado.

Luego de eso, me abrazo nuevamente y entramos al castillo. Pasamos juntos la fiesta de navidad de Slughorn, aunque estábamos felices, yo no paraba de pensar en muchas cosas, en que tanto había escuchado Harry, en porque yo despertaba diariamente en mi realidad, si era malo o que estaba sucediendo, a pesar de tratar de manejarlo, mi ansiedad me estaba desquisiando.

Tras esa noche, podíamos pasar navidad con nuestras familias, me habían invitado a la cena de los Weasly, pero Hermione estaría con su familia, Harry estaba un tanto hostil y además de eso, sentía la fuerte necesidad de pasar esa navidad con mi familia. Si bien no era con la que me crie de un inicio, ni sentía aprecio total por ellos ya que aveces me lastimaban, sobre protegían y muchas cosas, sentía que me tenían cariño, aveces querían acercarse a mí y quería arreglar un poco eso. Además no estaban enterados de ello, pero habían perdido a su verdadera hija.

Tan pronto llegue (Era la casa que perteneció a los Black, pero Harry, tras la muerte de Sirius, la había ofrecido como escondite para mis padres durante este período) mi madre me esperaba en lo que era la cocina, habían preparado la cena y todo apuntaba a que seria una buena noche y así fue. Nos divertimos mi madre y yo jugando ajedrez magico, ya que mi padre, como era su hábito, desaparecía cuando la gente se divertía.

Fueron días lindos, pero al terminar las vacaciones, mi madre se despidió de mi, con miedo en un abrazo fuerte y mi padre se despidió con un aire de enojo, como siempre, aunque podía ver un poco su preocupación en su rostro. Tras esa despedida, prepare todo y a través de la red flu, regrese a Hogwarts.

Al llegar, fuí hacia el gran comedor, donde todos estarían esperando. Tras encontrarme en las puertas de este, vi como el profesor Snape ya se encontraba ahí y se dirigió a mi.

—Señorita, luego de la cena, el profesor Dumbledore la esperara en su despacho, después de la cena. Si es tan amable de ser puntual, ya que más tarde tendra una reunion con el señor Potter.—Tras ese comentario se aparto de la puerta y me permitió pasar.

Fui hasta mi mesa y me reencontré con Draco a quien solo le dirigí una mirada de complicidad y me senté a su lado sin decirle nada. Y al terminar la cena, fuí corriendo a su despacho, para llegar puntual, el profesor ya me esperaba ahí.

—Y bien, ¿Que tal estuvieron sus vacaciones señorita?—Dijo Dumbledore en un tono amable.

—Bien profesor, ¿Que tal las de usted?—Respondí amablemente aunque estaba nerviosa, puesto que sentía que no había motivo para que me llamase a menos de que algo estuviera mal y era un recurrente miedo en mí.

—Ocupado, usted sabrá, muchos asuntos.—Se detuvo y tras la breve pausa, siguió.—Imagino que, aún no sabe porque razón le llame. Mire, la cuestión es que, el profesor Snape, me contó acerca de su relación con el señor Malfoy, no se preocupe, no tengo inconveniente, pero, ¿Eso no está afectando nada?, he notado algo irregular y sinceramente me preocupa.

Me quedé dudando un momento antes de hablar, no quería que eso fuese grave y comenzaba a sentirme mal, si habían pasado cosas que no debían y eso me estaba mortificando.

—Señorita, si usted sabe, algo puede decirme, seguro aun estamos a tiempo de arreglarlo, pero necesito saberlo, no quiero detalles del futuro, mas bien del pasado. Usted comprendera.—Agregó Dumbledore nuevamente mientras jugaba con sus dedos y caminaba alrededor de su despacho.

—Bien...—Asentí y me senté en la silla que se encontraba frente a su mesa y al lado de su fénix, Fawkes.—No han sido cambios radicales, todo sigue como debe de ser. Sin embargo, el acontecimiento sobre la niña que golpearon a inicio de curso, no debía pasar.
También debo serle sincera, Draco no se si deba estar conmigo, él tiene el futuro con...

—Señorita, debo recordarle, que de el futuro, no debo saber.—Interrumpió Dumbledore.

—Comprendo. Entonces, es eso y... —Dude antes de seguir, pero mi boca hablo antes de siquiera pensarlo.— Creo que no es grave, pero he estado despertando de manera diaria en mi realidad, pero no tengo idea de sí, mi relación este afectando, estoy tratando de descifrarlo, igual. —Lo último me había asustado un poco, pero a su vez me sentía aliviada de decirlo.

Dumbledore dejo de caminar y separo sus dedos.

—Gracias señorita.—Se quedo mirándome unos segundos y después de pensarlo, me dijo.—Encontraremos la manera, esto es un cambio drástico y significativo, pero por ahora no se preocupe, pero tendra que acompañarme algunos días aqui, para buscar soluciones. Solo que debemos ser rápidos, ya que, como usted verá, no me queda mucho tiempo.—Agregó mostrando su mano y extendiendola a mí.

—Profesor... No sabe cuanto lo lamento, había olvidado que...

—Es algo que debía pasar señorita, no se sienta culpable, además usted de seguro ya sabía esto y bueno, ya está planeado.

—Me gustaría decir que usted sobrevivirá o que esto se puede retrasar más, pero, no sabe cuanto lo siento.—Agregue mientras tomaba su mano como signo de reconfortarlo.

—No se preocupe, enserió, estoy asimilandolo y comienzo a recibir la muerte como un regalo, además, se que todos ustedes sabrán que hacer. Y bueno, quiero decirle algo señorita, independientemente de quien deba quedarse con el señor Malfoy, usted ha hecho un gran trabajo, ya no es quien fue en sus primeros años en Hogwarts y usted esta haciendo que su alma sea salvada. Sin duda el amor es una de las magias más poderosas señorita, siga así y cuide de él en un momento tan duro como éste.

—¿Usted lo aprecia señor?—Cuestione.—No tenga dudas de que lo acompañaré en este crudo período, pero...

—Los aprecio a todos, señorita, todos a pesar de su corta edad están siendo muy fuertes ante las adversidades y es algo de lo que enorgullecerse.

—Estoy muy agradecida señor.

Tras eso, el profesor asintió y giro su mano, para ahora sostener la mía en modo de indicar que ya podía retirarme. Me levante y estaba por marcharme, hasta que me llegó una duda.

—Señor, profesor, disculpe. El profesor Snape la última vez que nos vimos dijo que no podía ver mis pensamientos, pero yo no soy oclumante, ¿Eso también es algo de lo que debo preocuparme?

—No señorita, eso lo hice yo. No sabemos que pasaría si alguien navega en su mente con todo de ambos mundos y el futuro, eso no sería seguro.—Tras eso me giño un ojo e hizo una pequeña reverencia.—Hasta luego señorita.

Me despedí del profesor y salí de ahí. Sin embargo al abrir la puerta note como había un pequeño escudo transparente que desapareció al abrir la puerta por completo. Comprendí que era para que la conversación no saliera de ahí, ya que Harry, ya se encontraba fuera e incluso se asusto al mirarme salir.