C a p i t u l o 37.

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Minutos después, la señora Pomfrey nos indicó que la niña llegó justo a tiempo para poder sanar sus heridas. Nos solicitó que después nos retirasemos para que la niña pudiese descansar.
Todos nos fuimos hacia la sala común, aunque note como a la distancia el profesor decía algo con severidad a Pansy, quien después se acercó a mí y con un tono brusco e irritado me dijo:

—Me dijo el profesor que vayas a quitarte la sangre y a dejar tu uniforme en las lavanderías, ya que por la sangre, no se ve presentable, tienes ese permiso.—Agregó sin mirarme y retirándose rápidamente.

Solo asentí, corrí por mi ropa a la sala común, percatandome que el uniforme que tenia puesto, era el único con el que contaba, ya que probablemente los demás pudieron quedarse con mis padres, pero tenía la prioridad de quitarme la sangre y así fue. Me dirigí a las duchas, me cambie y pase a dejar mi uniforme a la lavandería, suplicandole al elfo doméstico que se encontraba que si podía lograr que este estuviera a la mañana siguiente en mi habitación, este no pudo asegurarme nada.
Después de ello, ya en mi habitación, hice una pequeña carta, que dirigiría a mis padres con un hechizo a corto plazo para poder saber la ubicación de mis uniformes, aunque era evidente que no tendría respuestas de manera rápida. Y me fuí a dormir con el pensamiento de que lo que había ocurrido, no era algo que debía pasar.

A la mañana siguiente, los elfos domésticos me dejaron parte del uniforme en mi habitación, todo a excepción de la tunica, la cual me especificaron en una nota mal escrita, que debido a su tamaño, aun no estaba seca. Tuve que conformarme con ello, me puse mi uniforme junto a una bufanda para el frio y baje a la sala común, que estaba semi vacía, ya que ahí se encontraba Pansy, que parecía estar esperándome y al mirarme se dirigió a mi.

Pansy: ¿Que se siente ser el centro de atención ___?—Cuestiono de manera irónica y acercándose a mi.—Digo, porque te encanta hacerte cargo de asuntos que no te corresponden para llamar la atención de todos, sobre todo con tu acto de pureza el día de ayer.

___: ¿Perdón?, buenos días por cierto.—Dije acercándome de igual modo, aunque ya bastante molesta.—¿Cual es tu problema?, no es mi culpa que ni tu, ni el otro prefecto quisieran hacer algo al respecto por la niña, no es un "acto de pureza" pero... ¿Que esperaban?, ¿Qué muriera ahí?, mira no necesito tu respuesta, es más nisiquiera me interesa, pero créeme que si pasa algo similar, me va a importar muy, muy poco meterme, quieras o no.

Pansy: Más te vale que no te metas conmigo o...—Dijo de cierto modo un tanto intimidada.

___: ¿O qué?—La interrumpí.— ¿Va a venir Draco a defenderte?, ¿No puedes darte valor por tu propia cuenta?—Dije sin siquiera pensar en lo que estaba diciendo y soltándole un empujón.

En ese punto ya nisiquiera sabía porque estaba peleando, si por la niña o me estaba desquitando con ella por verla muy cerca de Draco. Pero antes de que ella pudiera actuar o decir algo, el profesor Snape se encontraba entrando a la sala común con un pergamino y ambas notamos como ya no eramos las únicas en la sala común.

El profesor Snape estaba ahí solo para darnos los horarios de clases, para saber a que clases nos aceptaron y decirnos que la niña atacada el día anterior estaba bien y que el que era su hermano fue expulsado de la escuela. Después de eso el profesor se marchó y varios compañeros de igual forma se fueron detrás de él.

Por mi parte, espere a que la multitud se fuese para tomar mis cosas y marcharme, pero no me había percatado que, de nuevo, no era la única en la sala común, ya que detrás de mi, pude sentir un pequeño rose, junto a la sensación de que alguien me ponía una túnica y me giré rápidamente asustada, era Draco, que al parecer había regresado a su habitación por una de sus túnicas y me la puso.

—¿Puedes dejar de asustarme así?, por favor...—Dije de nuevo con la misma sensación de dolor al mirarlo.—Además, ¿Puedes dejar de actuar tan bipolar conmigo?

—Agradece lo que te ofrezco y punto.—Decía como si estuviera molesto, mientras con suavidad retiraba mi bufanda, para después ponerla en mis manos.

—Gracias...—Respondí con un tono bajo.—Pero... ¿Por qué estás actuando tan bipolar conmigo?—Cuestione con un tono irritado.

No dijo nada y se marchó dejándome con las palabras en la boca y la bufanda entre las manos. Definitivamente sus cambios de humor me estaban sacando de quicio totalmente, pero aún y con las molestias, fui a desayunar, sintiendo su mirada molesta que me siguió hasta la clase de posiones, con el nuevo profesor
Slughorn. Durante esta clase el profesor nos estaba dando la introducción cuando justo llegaron Harry y Ron, que la omitieron por algunos segundos.

Profesor Slughorn: Y bien, como les decía, esta mañana he preparado algunas pociones, ¿tienen idea de que pociones son estas?—Decia el profesor con un tono animado.

Tanto Hermione como yo levantamos la mano.

Profesor Slughorn: ¿Si señoritas...?

Hermione: Granger señor.

____: Ohardy, profesor.

Profesor Slughorn: Bien, ambas pueden decirme cuales son, pueden turnarse si quieren.

Aunque ambas nos acercamos a la mesa y parecíamos estar coordinadas.

Hermione: Esa de ahí, es Veritaserum.—Dijo señalando el caldero.

____: Si, es un gran suero de la verdad. Y bien, esa de ahí, es una poción multijugos señor.—Agregue sonriendo y señalando el caldero.

Segundos después, ambas nos dirigimos al caldero de en medio de la mesa y casi al mismo tiempo dijimos las mismas palabras.

Hermione y ____: Y esta es amortentia, la poción de amor más poderosa. Dicen que huele diferente para cada persona según sus gustos.

Entonces yo guarde silencio y mire como Hermione seguía hablando.

Hermione: Por ejemplo, yo huelo césped recién podado, pergamino y dentífrico de hierbabuena...—Agregó ya un tanto inquieta por la poción.

Profesor Slughorn: Excelente, claro, estoy impresionado por ambas, señoritas, han acertado todas las pociones, pero... ¿Y usted que huele señorita Ohardy?

___: ¿Yo...?—Dije con la voz quebrada, ya que lo único que me llegaba, era el olor de la tunica que tenia puesta, sin dejarme poder oler la poción.—Esté... si, permitame.—Posterior a eso me quite la tunica y me acerque nuevamente a la poción para olerla, pero pude notar que el olor tan fuerte que sentía no solo era de la tunica. Bastante nerviosa y tratando de no verme sospechosa respondí con la voz temblando.—Yo huelo, nada... que raro....—Finalice alejándome de la poción y poniendo la tunica sobre mis hombros nuevamente.

Profesor Slughorn: Si, eso no es posible, pero bien.—Dijo queriendo reír sutilmente.— La amortentia no crea amor de verdad, seria imposible, pero, si crea un poderoso enamoramiento u obsesión. Y por esa razón, es probable que sea la poción más peligrosa en este salón...—Agregó mientras algunas estudiantes se acercaban a la poción totalmente atraídas por el fascinante olor, pero regresando a sus lugares cuando está misma fue tapada.

Posteriormente, el profesor nos habló sobre la poción Felix Felicis, la cual era suerte líquida y que la daría a quien pudiera hacer una buena poción de filtro de muertos en lo que quedaba de la clase. Después de ese momento el salón de clases se volvió muy silencioso, todos comenzaron a ir por los materiales para elaborarla.

《¿Cómo llegué aquí? (Draco & __)》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora