C a p i t u l o 50.

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—¿Puedo pasar profesor?—Dijo Harry tras tocar la puerta.—Tengo el recuerdo.

En ese momento Dumbledore me dirigió una mirada de complicidad, como para calmarme, incluso parecía que él quería que Harry escuchara esa parte de la conversación, pero en ese momento no supe con qué objetivo. Tan rapido como aparto su vista de mi, miro a Harry con entusiasmo y se dispuso a decir:

—¡Que gran noticia, Harry! ¡Te felicito, muchacho! ¡Sabía que lo lograrías!—Dijo Dumbledore entusiasmado, luego de eso volvió a girarse a mi, me puso la mano en el hombro y me miró con los ojos muy brillantes.—Señorita, déjenos solos, la vere este viernes despues de clases, ¿Le parece bien? Antes del partido de Quidditch.

—Claro, señor. Nos vemos.—Asentí y me marche pasando al lado de Harry, que tras lo poco que escucho de la conversación, me miraba ahora sin tanta molestia como de costumbre, pero si con confusión.

Me dirigí a la sala de Menesteres sin preocupaciones, puesto que sabía que Harry no estaría vigilando y que ya era tarde. Todo el camino estuve debatiendo muchas cosas, si contarle a Draco que ya había dos negativas sobre lo de mi realidad, pero no quise preocuparlo, cuando podría ser algo en vano, tal vez no todo estaba mal o eso quise pensar. De igual modo, Draco sabía porque iba con Dumbledore y no tenía problemas, aceptaba el rol que tenia en todo esto y sabía que de igual modo matarlo, debía suceder.
Sin embargo, comenzó a inundarme dos miedos, el que pasaría si yo tendría que regresar a mi realidad, no quería, si bien tenía cosas que apreciar ahí, no tenía a alguien a quien amara además de a mi misma, a nadie amaba como a Draco. Y no solo eso, tenia clavada en la cabeza la conversación con George y pensé en si Draco solo me amaba por las mismas razones, solo por ser linda.

Draco ya me esperaba de nuevo, oculto antes de que entraramos a la sala de Menesteres, entramos juntos, tomados de la mano y al inicio ambos parecíamos apagados, pero poco a poco hablamos de como nos había ido con nuestras actividades, hasta que nos quedamos en silenció, sentados en la cama mirándonos uno al otro.

—Oye...—Hable luego de ese silencio mientras me perdía en sus ojos grises tan brillantes y con ese leve destello de tristeza.—Se que, probablemente no es momento de hablar de ello, pero... ¿Por qué te gustó?

—Nunca es un mal momento para hablar de lo que sientes, pero, ¿Hay algún motivo por el cual quieras hablar de ello?—Respondió tranquilo mientras acercaba su mano sigilosamente a la mía para tomarla.

—No, solo, tenia ese pensamiento de manera recurrente.—Mentí para omitir lo de George.

Entonces Draco, sonrio, tomó su diario que estaba cerca de nosotros y me lo dio, para luego sujetar la mano que tenia libre.

—Lo hechice, si, pero solo tu puedes leerlo, además de mi, creo que hay algo que responderá esa pregunta en el diario.—Dijo antes de mirarme con paciencia.

Abrí el diario como pude con la mano que tenia libre y al inicio estaba confundida, para el poco tiempo que él tenía el diario ya tenía varias páginas llenas. Al inicio pude leer como explicaba en aquel diario como se sentía en cuanto a lo que El Señor Teneroso, le había pedido, su preocupación por su familia y al final me detuve en la página en la que se me mencionaba y decía.

"Si bien he pasado por malos momentos, debo decir que de no ser por ella, no se como seguiría adelante.
____, es parte escencial en mi vida y he sentido que mis sentimientos hacia ella aumentan cada segundo, no puedo permitirme perderla otra vez y mucho menos arriesgarla, lo cual aveces me es complicado, ella afirma que no le importa que tanto pueda arriesgarse por mi y le creo, pero me da miedo...

《¿Cómo llegué aquí? (Draco & __)》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora