《¿Cómo llegué aquí? (Draco & __)》

C a p i t u l o 32.

Me sentí totalmente mal tras esos acontecimientos, me esperaba de todo, excepto que me vieron como una persona culpable, ser traicionada de este modo me recordaba a mi verdadera vida, cuando mis amigas me trataban como si fuera culpable de todas sus desgracias, era definitivo para mí, yo no volvería a relacionarme con ella, ni aunque tuviera una disculpa, sus prejuicios la llevaron a dudar de mi y eso era doloroso.
Después de ir corriendo a mi sala común y refugiarme en mi habitación, pude darme cuenta de que no encontré rastros de la persona que escucho mi conversación con Hermione, pero fue a lo que menos importancia le di, tenia muchas cosas en mente que hacían que todo me diera vueltas, pero después de varios momentos de insomnio, logré dormir.

Esa misma noche, Dumbledore, le pidió a Hermione que fuera a visitarlo a su oficina cuando estuviera más tranquila para poder platicar sobre mi asunto.

A la mañana siguiente además de desayunar, fuí a visitar a Harry, que se encontraba en la enfermería, quería saber como se encontraba y para mí mala suerte y como era de esperarse, Hermione y Ron estaban ahí, pero el que ella estuviera no evitaría que entrará a la enfermería.

—¿Puedo pasar...?—Cuestione en voz audible y tocando levemente las grandes puertas de madera.

—Claro.—Respondió Ron.

Note como después de este comentario, Hermione salió de la enfermería sin decir más, simplemente la ignore y me acerque a ellos, Harry se encontraba sentado en la camilla y Ron, estaba sentado la orilla de esta.

___: Chicos, lamento tanto no estar ahí para ustedes, supe que fue muy difícil.

Ron: No, estuvo bien, pudiste ponerte en un gran peligro, había mortifagos y entre ellos Lucius Malfoy, el sabe de ti por Draco, eso podría afectarte muchísimo, fue mejor así...

___: Entiendo, no estaba enterada de que el fuera...—Mencioné dejando mi comentario al aire y posteriormente me senté en un costado de la cama de Harry.— Y Harry, ¿Como te sientes?, ¿Te duele algo? Y... no se si sea el momento, pero, supe lo de tu padrino y no sabes cuanto lo siento...—Dije tomando su mano delicadamente.

Harry no pudo responderme, desde que había entrado estaba muy silencioso y pude ver como sus ojos se llevaban de lágrimas y ponía la mano que le quedaba libre en su rostro.

___: Ven, enserió lo siento tanto...—Lo jale del brazo y le di un fuerte abrazo el cual correspondió con fuerza mientras pude notar como su rostro se inundaba de lágrimas.

Harry: ___, Sirius murió, yo... Definitivamente fue mi culpa, lo puse en un gran peligro, soy un idiota, enserió sentía que tenía una familia y el se fue...

___: No, no, Harry, no fue tu culpa, no pienses eso, enserió cuanto lo siento y desahógate, yo estoy aquí, pero no es tu culpa.

Ron tomó uno de sus pies y lágrimas corrieron por su rostro al ver a su amigo tan lastimado. Me quedé con el mucho tiempo abrazándolo, estaba muy afectado y cuando paro de llorar, pidió que lo dejásemos solo, puesto que quería estar solo y lo aceptamos.

Al dejarlo en la enfermería, Ron y yo nos quedamos en silenció por unos minutos.

Ron: Yo... voy a buscar a Hermione, nos vemos luego.

___: Claro, yo tengo que buscar a un profesor, nos vemos.

Le di una palmada en el hombro y ambos partimos por caminos diferentes. Yo en realidad no tenía que buscar a ningún profesor, pero si había considerado hablar con Dumbledore sobre varias cosas como que ya no ocupaba la poción que me dio y cuestionamientos míos, pero si bien los TIMOS se habían cancelado, imagine que Dumbledore tenía cosas por hacer, así que sería una última semana del ciclo escolar muy fúnebre, por esa razón decidí que lo buscaría en otro día y me dirigí a rondar por Hogwarts para despejar mi mente, mientras recordaba cosas de mi vida aquí y mi vida en mi realidad, este lugar era asombroso y me traía muy buenos recuerdos, pero tenía muchas dudas en mi cabeza y eso me abrumada, era de nuevo mucho peso en mi espalda.
Mientras rondaba pude ver como Hermione se encontraba en un pasillo y trate de dar la vuelta para evadirla de la manera más sigilosa, sin embargo, no fue muy sigiloso, ya que ella me vio.

Hermione: ¡___!, necesitamos hablar.—Decía mientras recorría el pasillo con rapidez para alcanzarme.

___: Lo siento, pero yo no tengo más que hablar contigo.—Dije pausando mi paso breve mente.— ¿Darme una bofetada no te parece suficiente?, porque para mi si, yo no voy a seguir soportando más esto, si desde un inicio desconfiabas de mi, ya comienza a ser claro para mi.

Hermione: No exageres, lo siento, yo...—Decía mientras trataba de tomarme del brazo, pero alguien quien aparecía en el pasillo lo impidió, alejándola totalmente de mi, era Draco.

Draco: Que parte de que no quiere hablarte, ¿no entiendes?, sangre sucia.—Decía mientras me hacia señas de que me colocará detrás de él.—Eres tan estúpida que tú mismo prejuicio te ciega, ella desde un inicio se ha desvivido por ustedes, les apoya, estando en contra de todo, rompiendo reglas, que para nosotros son importantes, ¿Y se lo agradeces con ese trato?, no debí esperar menos de una sangre sucia, se creen tan superiores que cuando alguien más astuto los pone en su sitio, lo excluyen porque se sienten inferiores, ¿no es así?.—La miro unos segundos y finalizo.—Eres despreciable.

Ambas nos quedamos en total silencio, yo me quedé en la posición que estaba, por otro lado Hermione sin decir más y comenzando a sollozar, se fue corriendo. Por mi parte estaba atónita con lo ocurrido y me quedé mirándolo.

___: No era necesario ser tan hiriente, lo tenía controlado.

Draco: Con un gracias esta bien.—Dijo en un tono frío y dirigiendo su mirada a mi.—Esto es porque te lo debía, por las pastillas vomitibas, pero estamos a mano, desde ahora no tengo más que ver contigo, ¿Entendido?

___: ¿Cómo?—Dije en un tono confundida.— ¿A que se debe tu cambio de personalidad?

Draco: No quiero relacionarme contigo, si, me salvaste, estamos a mano...—Agregó.— Pero, casualmente esta mañana me entere de donde estuvieron tus "amigos" ayer y por sus acciones, ahora mi padre está en Azkaban, por su maldita culpa y que bien que no estuviste ahí, porque puede ser peor para ti.—Finalizó con un tono rencoroso y se marchó por el pasillo sin mirar atrás.